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La noche iba bien hasta que en la televisión, las noticias de ultima hora, informaron sobre la muerte de Max Kellan. Las tres chicas, excepto Alex, se tensaron. Jack se quedo congelada mirando la pantalla. Harry, pensó la pequeña.

Liam y Niall habían advertido a Madison y Stella sobre Max Kellan, les contaron lo que había pasado con Jack la noche en la que Harry tubo que ir a buscarla, aunque Madison estuviera presente.

-El joven fue encontrado en el callejón junto a un club de alterne del que se especula que se le vio salir junto con otro amigo al que no se le ha identificado aun.-Madison subió el volumen de la televisión para poder oír la noticia con claridad.- Los trabajadores del club lo encontraron tirado en el suelo con el cuello abierto de derecha a izquierda, con tres dedos de menos en la mano izquierda y una "X" marcada con un cuchillo en el centro del pecho.-La reportera suspiro y tomo una bocanada de aire.- A todo esto se le suma una nota que encontraron en el bolsillo de la camisa del chico, la cual decía, y cito textualmente: " Si el diablo te marca, pagas. Nadie perturba el orden del infierno".

Alex se llevo las manos a la cabeza al saber la respuesta a la pregunta que planteaba la reportera: ¿Quién era el asesino? No quería pensar en Harry pero algo le decía que había sido el. No encontraba razones pero imagino que la mafia funcionaba de una manera tan irracional como la irracionalidad con la que actuaba Harry. Sentía que su calma para con Harry duraba lo mismo que dos cubitos de hielo en una bebida al sol en pleno verano. Ella quería ver ese lado bueno de Harry pero parecía olvidar el mundo del que venia.

Jack negó con la cabeza, ella quería que su hermano se lo llevara para que ella pudiera matarlo mirándolo a la cara pensando en que el había sido el responsable de que lo pasara tan mal aquella noche en la que solo quería salir de fiesta y olvidar todos sus problemas. Su cuerpo tembló al pensar en que Harry tenia tanto odio hacia ese chico que no pudo permitir que su hermana lo matara debido a la sed de sangre que tenía.

Madison y Stella se miraron y negaron con la cabeza. Tenían fe en Harry y lo veían como un dios pero al mismo tiempo les daba miedo, después de todo no había que olvidar que el moreno, a su corta edad, era el capo de una mafia que parecía liderar las calles de Los Ángeles.

En el otro lado de la ciudad J.C, el dueño del club donde Harry había matado a Max, se reunía con Zayn para darle la noticia de que Harry Styles se había pasado por allí para matar a un miembro de la Logia.

Zayn escucho y proceso la información con atención, como si estuviese ideando un plan a medida que las palabras se grababan en su mente. La ira se había apoderado del moreno y no dejaba de pensar en las muchas muertes que podría darle a Harry Styles. Alzo la vista y dirigió su mirada a una foto que tenia colgada en la pared de su garaje. La foto era de cuando Zayn tenia cinco años, a su lado se encontraba Harry, ambos con un balón de baloncesto bajo sus pies, sonriendo a la cámara.

Por otro lado, Harry, el cual ya había vuelto al trabajo tras su pequeña matanza, se encerró en su oficina en el purgatorio. Cerro con llave y se sentó en la silla de su escritorio desatando la bandana de su mano, haciendo muecas de dolor ya que su mano había ganado una sensibilidad preocupante. Toco la herida que cada día se esparcía mas en su mano y noto la piel fría, lo cual le llevaba a pensar que la sangre había empezado a abandonar su mano. Agarro el pañuelo y lo puso en su boca, mordiéndolo fuertemente. Saco su navaja del bolsillo trasero de su pantalón y del cajón de su escritorio saco un bote de alcohol. Clavo la navaja en el costado de su mano y la abrió de un lado al otro, pasando por encima del epicentro de la infección soltando un gemido que logro callar el pañuelo. Cerro los ojos por el dolor, sudando y con la mano temblorosa agarro el alcohol. Tomo una respiración profunda y derramo el liquido en su mano soltando unos gritos que, una vez mas, el pañuelo consiguió ahogar. Tenia la mayor parte del dorso morada, pero la infección no había llegado a los dedos ni a la mueca aun.  Volvió a vendarse la mano y se recostó en la silla con un sudor frio cayéndole por la frente y empapando su nuca. Harry noto que tenia fiebre y sus mano seguían temblando, así que decidió que la única forma de calmar el dolor era ponerse a beber.

Louis llamo a la puerta de su jefe al ver que habían pasado veinte minutos desde que Harry había desaparecido. El moreno abrió la puerta sosteniendo una botella de ron medio vacía en la mano.

-¿No crees que te estas pasando?

Louis lo veía tambalearse, sudoroso y temblando. Notó que aquel estado no era solo de embriaguez pero no quería presionarle tampoco, preguntaría si estaba bien y a su contestación se ceñiría.

-¿Puedes encargarte del negocio?-Gruño dejando la botella sobre la mesa y cogiendo su cazadora de cuero.- Necesito irme a casa.

Camino hacia la puerta tambaleándose y Louis negó con la cabeza al ver que su amigo no podía coger el coche en ese estado.

-¿Te llevo?

-Si.-Gruño de nuevo al rozar la mano con la manga de su cazadora al ponérsela. La sensibilidad era lo que mas le preocupaba ya que los demás síntomas podía esconderlas con escusas, pero su mano era algo que con el simple tacto empezaba a doler.

-¿Estas bien?-Frunció l ceño.

-No, Louis, no estoy bien.-Se apoyo en su amigo y oculto una pequeña lagrima.

La verdad es que ni siquiera Harry sabia cual era la causa de aquella lagrima. Era el dolor de la infección, era su hermana, era Alex, era su vida, su pasado, su futuro incierto, su negocio, las  muertes que cargaba a su espalda, el miedo, su humanidad, sus amistades, su deseo de protección, su infancia.... La vida le pesaba.

-¿Necesitas algo?

Una nueva vida, con una nueva mano, pensó Harry.

-Nada que me puedas conseguir.-Negó antes de que Louis lo encaminara a su coche para llevarlo a la casa en la colina.

Devilish Eyes.Where stories live. Discover now