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Alex despertó con un tremendo dolor de cabeza, había pasado la madrugada pensando en las razones por las que no podía dejar de pensar en Harry, haciendo balanza de los pros y contras de estar saliendo con Zayn, en como había cambiado su vida en tan solo unos meses... Para cuando se durmió, a las cinco de la mañana, no le quedaban mas que unas horas de sueño, ya que tendría que despertarse pronto para hacer las compras navideñas con Louis y Jack.

Se metió en la ducha pensando en Zayn, pero en cuanto el agua caliente colisiono contra su cuerpo, Zayn se convirtió en Harry. Las lagrimas empezaron a caer por sus mejillas. No estaba enamorada de Zayn, pero quería intentarlo. Harry, Harry, Harry... estaba harta. Aquel chico no le había traído mas que problemas y aun así lo quería, ¿por que? La idea de un chico como Harry pudiendo enamorarse de alguien como Alex era impensable pero la esperanza no abandonaba el corazón de la rubia.

Harry había pasado unos días de plena oscuridad, las navidades se acercaban y no dejaba de pensar en su hermana. Pero Jack no era la única que atormentaba su pensamiento, Alex había conseguido colarse en su cabeza y volverlo loco. La muerte de sus padres se hacia presente en aquellas fechas en las que el recuerdo de una navidad en familia quedaba obnubilada por el odio hacia sus padres.

Llevaba toda la noche en vela frente a su escritorio en el purgatorio. Llevo la taza con su sexto café con ron a sus labios y se lo termino tirando la taza al suelo dejando que esta se partiera en mil pedazos para llevarse las manos a la cabeza. Se seco el sudor frio que le caía por la frente y se miro el dorso de la mano derecha, donde una mancha roja se tornaba azul. Sabia que se había pasado en Ámsterdam con tanto pinchazo pero jamás pensó que aquello podría causarle una infección. Por lo que a el respectaba aquello podía esperar, tenia cosas mas importantes por las que preocuparse, sobre todo por la Logia, la cual no había parado de mandarle cartas amenazantes. Saco el pañuelo rojo, que tantos recuerdos le traía, del bolsillo trasero de su pantalón y envolvió su mano con este.

Jack se preparaba a si misma mentalmente para ocultar su dolor a Alex, no quería que ella sufriera por aquella situación, prefería que ella viviera su cuento de hadas con Zayn y quedarse al margen de aquello. Le dolía. No se imaginaba que Alex tuviera que pasar por lo mismo que paso con Harry con su mejor amigo. Mejor no revolver la mierda.

Echaba de menos a Harry, necesitaba un pilar en su vida. Siempre había ido como pollo sin cabeza, pero Harry había estado ahí para pararle los pies y hacerla aterrizar. Ahora que estaba sola sentía como estaba apunto des estrellarse. Necesitaba que Harry le aconsejara en temas personales, que le diera mal ejemplo, que fuera una mala influencia, que la hiciera reír y también llorar, alguien que fuera tan bipolar como su hermano, que compartiera la locura con ella. Necesitaba a su otra mitad, pero Harry había roto el corazón de su hermana, se había pasado, y el corazón es un musculo que tarda en cicatrizar.

Alex se sentó en la cama ya vestida, mirando el suelo. Ella era demasiada mujer para Harry, se repetía. No la merecía. Pero como era posible que pensara aquello si realmente el único que conseguía hacerla sentirse viva era el. Estaba dormida hasta que lo conoció. Se sentía libre y capaz de todo a su lado. Sentía que podría saltar desde un abismo y que al caer seria como caer sobre un colchón. Harry era la mitad de su cuento, pero aun no sabia si era la mitad del final o la mitad del principio. 

Harry se desplomo en el sofá del bar. Sentía que moría, una vez mas. Jack, Alex, Mama, Papa, Malik, Louis... Tenia miedo y de alguna manera aquel sentimiento lo hacia feliz. Quería desaparecer, la vida de Jack habría sido mejor si Harry no hubiera luchado por ellos, si no los hubiera sacado de aquella casa, si no hubiera nacido. Quizás era hora de echarse a un lado y dejar que Louis se encargara de su hermana. Alex... sabía que los sentimientos de la rubia hacia el eran algo contra lo que ella no podía luchar, pero también sabia que ni siquiera el era capaz de entender aquél sentimiento. Mejor, se decía a si mismo. Que clase de vida delirante estas viviendo si eres capaz de definir el odio o el amor.

-¿Se pierde algo mas después del Norte? ¿Queda algo mas?- Susurro la rubia con la vista fija en una pelusa junto a su cama.

-¿Puedo perder mi alma si ni siquiera me pertenece a mi?-Susurro el moreno con los ojos cerrados.

-No.-Se contestaron ambos.

El ángel caído perdió sus alas al ver que sus vida se desmoronaba, ya no había nada estable. Perdió su alma al venderla en el mercado del infierno para salvar la aureola de su ángel de la guarda.

La rubia perdió la esperanza al perder el rumbo de su vida. ¿Quién se encontraba al timón? No sabia lo que estaba haciendo con su vida, de un día para otro conoce a un chico y deja que se meta en su vida hasta el punto de corromperla. Pero no importa, por que por fin sentía la humedad de la lluvia y e calor del col. Por fin sonreía de verdad y lloraba desde dentro.

-Lo siento, por todo. Si pudiera arreglar las cosas que he roto definitivamente, con la certeza de que no las volvería a romper, estaría completo por dentro. Te mereces la luna, y eso es mas de lo que yo jamás podre darte. Lo único que quería era lo mejor para ti, sin saber que lo único que tu querías era paz. Trate de interiorizar tu dolor, quedármelo todo yo para evitar que tu sufrieras las consecuencias de mis actos. Buscaba tu sonrisa sin darme cuenta de que lo único que hacia era provocar tus lagrimas. Ahora pierdo el control con mas facilidad, ¿dónde esta el ángel que me paraba los pies? Tu mirada a cambiado, el calor en tus ojos a pasado a ser un glaciar, ya no me miras como antes, hubo una época en la que solías adorarme ¿y ahora que? ahora nada. Es mejor quitarme de en medio, que cuide de ti alguien que te merezca, por que yo nunca te gane. No te llego ni a la suela del zapato.-Escribió el mayor de los Styles en una libreta con la intención de enviar aquellas palabras a su hermana.


Devilish Eyes.Where stories live. Discover now