Mi Último Regalo

IV. Primera señal

Un nuevo día comienza y como para la mayoría de las personas el inicio es sumamente difícil y está no era la excepción de Ángel.

- Oye inútil... oye... ¿Ya viste la hora? (Cerebro)

Ángel entreabría sus ojos y noto que la hora era: 6:30

- ¡¡Rayos!! ¡Es muy tarde! ¿¡Por qué no me avisaste cerebro?! (Ángel con voz agitada y enojada)

- ¡Escucha las blasfemias que salen de tu boca! (Cerebro exaltado)

- Vamos chicos tranquilos será mejor que nos apuremos. (Corazón)

En ese momento Ángel se sentía el animal más rápido del mundo. Rápidamente se cambió, fue al baño mientras se cepillaba los dientes y todo en menos de 10 minutos.

Logro llegar a su escuela justo a la hora indicada. Al llegar observo que Susana no había llegado.

- ¿Dónde está Susana? Ya es muy tarde (Corazón preocupada)

- ¡Excelente! Hoy no habrá distracciones. (Cerebro)

Ángel sintió una angustia, pero no le tomo mucha atención.

- Mira ahí viene. (Cerebro)

- ¿Dónde? (Corazón)

- Jajaja te la creíste. (Cerebro)

Ángel sin más opción al ver que no llegaba sacó su libreta y vio que había tarea pendiente.

-... Oye cerebro no es por arruinar tu felicidad, pero ¿Ya viste? (Ángel)

- ¡Eres un idiota! ¡Te dije que debíamos hacerla! ¡Pero querías hablar con ella verdad! Ahora a ver que venga y te ayude. (Cerebro)

Y al decir esas palabras alguien entraba por la puerta del salón.

-Mira ahí viene. (Corazón)

- Muy graciosa, pero este no es momento... Hay no puede ser ahí viene. (Cerebro)

Ángel sintió un poco de alegría. Ella se acercó a él y vio que tenía el libro fuera sin nada resuelto.

Susana:

- ¡Holi! ¿Estás haciendo la tarea?

- No idiota borro todo el trabajo para ver con qué babosada salías hoy. (Cerebro)

Ángel se sintió muy apenado porque esto no estaba en sus planes además a la única persona a la que le habla lo notara fallar era inaudito.

- mmm no es lo que parece. (Ángel muy exaltado)

- Jajaja hay men. (Susana)

Susana bajo su mochila y la abrió, sacó de ella su libro y se la acercó mientras le decía:

- ¿Te la pasó? (Susana)

Ángel se quedó atónito.

- No lo hagas Ángel. ¡Si lo haces podría perder mi empleo!... Qué diga, ¡Podrías acostumbrarte! (Cerebro)

- Ah que bonito detalle, tienes que aceptarlo. (Corazón sonrojada)

Ángel entre desesperación por a ver fallado y agradecimiento lo tomó.

Ángel:

- Gracias, pero no siempre será así, ya verás.

Susana:

- Si tranquilo.

Ángel termino de copiar la tarea y no hubo ningún problema en cuanto a eso, ese día se la paso hablando con ella todo el día sobre temas muy variados.

Cuando llego a su casa al estar acostado en su cama empezó a pensar en lo que había pasado ese día.

- Hay algo en ella que veo especial. (Ángel)

- ¿Especial? ¿Te refieres a que el otro día hablaste con ella todo el día e hizo la tarea y tú no? (Cerebro)

- ¡No eso no! Aunque ahora que lo mencionas... (Ángel)

- Imagina lo prudente y maduro que es su cerebro. (Cerebro emocionado)

- mmm... creo que Ángel se refería a la chica. (Corazón)

- ¡Ah! La chica claro... (Cerebro)

- Es que no lo sé creó que empiezo a... (Ángel)

- ¿A amarla?... (Corazón)