VI. Encuentro de sentidos

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Caminar junto a otra persona la cual quieres mucho es un deleite, caminar junto a tu peor enemigo es inquietante, y si lo haces con la persona correcta desearás que ese camino dure por siempre, o al menos eso era lo que Ángel siempre mantuvo en mente.

Al salir de la escuela caminó con su amiga Susana con la cual estuvo riendo y gozando. (Todo iba de acuerdo con el plan)

Al llegar a su casa ella lo invito a pasar, el sentía mucho miedo por saber que también conocería a su familia, pero se llevó una sorpresa al saber que no había nadie.

Ángel:

- ¿Y tú mamá?

Susana con una pequeña sonrisa en su rostro:

- Trabajando.

Ángel:

- ¿No hay nadie?

Susana:

- mmm no.

Ángel:

- ¿Ni tus hermanos?

Susana:

- No tengo. Jajaja ¿Tienes miedo?

Ángel preocupado:

- Jeje no como crees.

Después de saber todo esto el siguiente paso era esperar a que Susana estuviese lista.

Ella subió a su a su cuarto y le dijo a Ángel que la esperara en la sala.

- ¿Sera cierto que la mujeres tardan mucho en estar listas? (Cerebro)

- No lo sé. (Ángel)

- ¿Cómo será su cuarto? (Cerebro)

- No lo sé. (Ángel)

- ¿Por qué crees que no tenga hermanos? (Cerebro)

- ... No lo sé. (Ángel)

- ¿Y por...? (Cerebro)

- ¿Quieres cerrar la boca? No vez que estoy en una casa ajena con una mujer ¡solos! (Ángel)

- ¿Tienes miedo? (Corazón)

- ¡No! Entiendan. Solo que no sé cómo debo comportarme. (Ángel)

- A ok guardaremos silencio. (Cerebro y corazón)

Susana empezó a tardar, y en la sala no se escuchaba nada más que un reloj de pared. Tic Tac Tic Tac...

Ángel se ponía más nervioso por ese motivo.

- Se que dijiste que me callara, pero creo que esa tipa ya se murió. (Cerebro)

- Si, ya se tardó. (Corazón)

- Tranquilos. (Ángel)

En ese momento se escuchaban pasos venir de las escaleras. Era ella la cual llevaba un pantalón y una blusa negra con zapatos de piso lo cual se le veía muy bien. Se acercó a él y le dijo.

Susana mientras lo tocaba:

- ¿Me suelto el pelo?

Ángel tartamudeando:

- ah...

- ¡Vamos dile un cumplido! (Corazón)

- ¡Al fin baja! (Cerebro)

- ¿Qué esperas? ¡contesta! (Corazón)

Pero lo único que Ángel pudo decirle fue:

- Suelto. Por qué si lo tienes recogido no puedo jugar con él.

Susana:

- mmm buen punto.

Fue entonces cuando tomó unas bolitas y se recogió el cabello.

Susana mientras lo miraba:

- A si no jugaras con él.

Ángel, corazón y cerebro quedaron atónitos.

- ¡¿Entonces para que pregunto?! ¿Lo vas a permitir? (Cerebro)

- No lo entiendo, no tiene sentido. (Corazón)

- ¡Cálmense los dos! Yo tampoco entiendo que pasó, pero quizás está viendo como reaccionamos así que tranquilos. (Ángel)

Con un poco de angustia Ángel no pensó algo mejor que decir lo siguiente:

- ¿Por qué lo hiciste?

Susana

- Jajaja vámonos que es tarde.

-Te está evadiendo. (Cerebro)

Ángel desconcertado evito hacer más preguntas, pero no sé quedaría así el buscaría otra forma de jugar con ella.

Al salir de su casa e ir platicando como de costumbre el tomo su mano de manera inconsciente.

¿¡Qué estás haciendo!? (Cerebro y corazón)

Ella volteo vio que su mano tomaba la de ella y después subió su cabeza para hacer contacto visual.

Ángel sentía miedo, ¡Eso no debía pasar!

- Tengo que hacer algo para salir de este problema. (Ángel)

Mi Último RegaloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora