Mi Último Regalo

XV. Nunca te haré dañó

- ¡Jamás! No podemos hacerle daño, después de todo lo que ha hecho por nosotros, no te atrevas a decirlo. Ni pensar que eres el listo... (Corazón)

- Tienes razón perdón. (Cerebro)

Mientras tanto Ángel seguía con el plan.

Está en su casa con ella, pero se les ocurrió preguntarse cosas que no se preguntarían. Hubo muchas verdades reveladas, pero en ese colapso Ángel dijo la frase que aún conserva en su corazón.

La cargo haciendo que sus cabezas chocarán y camino hasta uno de sus sillones, mientras la dejaba caer poco a poco, la vio de frente y como si esa parte fuera sacada de película le dijo rosando su nariz:

Ángel:
- Jamás te haré daño.

En ese momento el ambiente se detuvo y el único movimiento fue un abrazo muy fuerte de parte de Susana.

- Es una lástima que esperamos más... (Corazón)

Después de esto Ángel perdió la confianza para mostrarle la última parte de su video la cual insinuaba lo que necesitaba, que era besarla.

Cuando el adiós por fin llegó una última lluvia callo... Ella lo acompaño a la salida y se despidieron con un último abrazo.

Ángel triste solo pudo alzar la cabeza y sin mirar atrás al marcharse.

Esta no sería la última vez que se verían, aunque si la más emocionante.

Ella seguía distante por los mensajes por lo que Ángel decidido mantener un poco de orgullo al no insistirle.

Después de varios días los resultados por fin van a salir, ella no ha preguntado nada por ellos y él está nervioso, pero sabía que cualquier resultado estaría bien, aunque en lo más profundo del deseaba no ser aceptado...

11:59 pm los resultados están listos, pero antes de consultarlos necesitaba avisarle a Susana la cual parecía un poco ocupada, pero se le veía entusiasmo.

102 aciertos felicidades has sido aceptado.

- ¡¡¡Si!!! Jajaja lo sabía. (Cerebro emocionado)

- ... Bien hecho. (Corazón)

- Creó que está bien... (Ángel)

De inmediato fue a avisarle a Susana la cuál parecía muy feliz con este triunfo y le deseo lo mejor, aunque Ángel todavía la amaba...

Ella notó que sus mensajes no eran los de siempre por lo que amablemente le pregunto:

Susana:
- ¿Te sientes bien? ¿Quieres hablar?

Ángel:

- Si lo estoy... Gracias.

Pero ella no se dio por vencida y logró dar con que él todavía tenía cosas por decírsele, como gracias...

Ella lo hizo igual pero también le dijo:

- ...me ayudaste más de lo que piensas...

Ángel ese día en vez de ir a dormir feliz como cualquier otro cayó en llanto.

- Ni pensar que yo solo quería salir de ahí de inmediato, odiando a todos y termine amando a sólo una persona, como a nada más en el mundo. (Ángel)

- Ánimo en la nueva escuela también habrá muchachas y está vez si te ayudaré ¿te parece? (Cerebro)

- Gracias, pero no. Este fue el fin... (Ángel)

Debemos decir adiós.