in my place

3. Las entradas a conciertos se pagan con besos.

-Buenos días. -Gracie, quien se encontraba cómodamente descanzando en su cama, pudo sentir un peso caer encima de ella. No le importó, solo deseaba continuar durmiendo. -Bien. -habló Ashton, el mismo que se le había tirado encima minutos atrás, pero al ver que ella no respondía decidió irse, bueno, no irse, más bien asustarla un poco. -Entonces me retiro, nos vamos yo y mi entrada para el concierto de Coldplay. -aquello último lo gritó para asegurarse de que su mejor amiga estuviera escuchándole.

Gracie se levantó inmediatamente, mirando a Ashton avanzando lentamente hacia la puerta.

-¡Detente ahí! -corrió y se avalanzó a la espalda de su amigo, provocando que ambos cayeran al suelo. Él arriba de ella.

Ashton, sin dejar caer todo su peso encima de Gracie, colocó su brazo derecho en el suelo para sostenerse de ahí. Pasó su mano izquierda entre la poca distancia que había entre los dos, pues en ella se encontraba el tan deseado boleto para aquel próximo concierto. Gracie lo tomó y lo miró con los ojos totalmente llenos de felicidad.

-Gracias, Ash. -le miró a los ojos, y él a ella. Pasó un minuto, y luego dos...

Ashton estaba enamorado de ella.

La quería para él, desde el primer momento en que la vió.

Habían hecho tantas cosas juntos, cosas por las que no se imaginaba pasando con alguien más.

Quería besarla, y no se arrepentiría jamás de su desición.

Se acercó y ella sabía lo que iba a pasar, pero no estaba concentrada en éso. Gracie no hacía más que pensar en ésos lindos ojos que la miraban atentamente y se preguntaba porqué jamás se había fijado en ellos.

Y sucedió. Se besaron. Dos mejores amigos. Besándose.

¿Los mejores amigos se besan?

El beso duró, tres minutos, o ¿cuatro quizá?

Ni ella ni él habían contado el tiempo, pero lo habían disfrutado. Después reaccionaron.

Ashton se levantó rápidamente, nervioso, tan nervioso como se encontraba ella. Gracie se puso de pie al igual que él inmediatamente.

-Yo... lo siento. -pasó ambas manos por su cabello, alborotandolo.

-¿Si? Yo no. Fué.. lindo. -él inmediatamente formó esa sonrisa tan grande que poseía la mayoría del tiempo.

Se acercó a su mejor amiga y le abrazó.

-No te preocupes, que esto no ha arruinado nuestra amistad, ¿verdad?

-¡No! Ashton, no, nunca. Sabes que eres la persona más importante que tengo. Esto nunca va a arruinarse.

Ambos agradecían que por más extrañas que fueran las situaciones que llegaban a ocurrirles, existía la suficiente confianza como para olvidar, arreglar o simplemente salir de la incomodidad fácilmente.

-Bien. Pero, ¿te gustó el boleto? ¿Está todo en orden?

-Claro que sí. Gracias de verdad. ¡A mi mamá le va arder el alma cuando se entere de que voy! -festejó emocionadamente saltando por toda la habitación.

-Oye. -comentó Ashton acercándose a la ventana que daba vista a la casa de a lado. -¿Son ésos tus nuevos vecinos?