in my place

19. Jamais vu.

-De verdad quisiera poder recordar algo de lo que me cuentas. -habló en un tono lleno de decepción por si mismo. Esta chica le parecía agradable, y eso que sólo llevaban un par de horas conociendose, o eso creía él.

-Lo único que te pido es que no creas que soy alguna loca. -el chico carcajeó ante el nerviosismo de Gracie, mientras ella se limitaba a jugar torpemente con las puntas de su cabello.

-No lo haré. Pero, te propongo algo. -ella asintió. -Primero averiguemos que es todo lo que te está... O nos está sucediendo. -le decía mientras trataba de repasar en su mente todo lo que ella le había platicado. Sonaba convincente, y ahora era él quien debía tratar de hacerle sentir segura y adentrarla en que todo estaría bien, pues al parecer, sólo Calum sabía acerca de los sucesos. -Quiero decir, no le apuesto a que Michael sea un fiel crédulo. Así que no podemos acercarnos a él por ahora.

-Lo sé. Él no se deja tomar el pelo fácilmente. -sonrió con nostalgía. Que dramático era todo esto, agregando que un silencio llenó el lugar, por almenos tres o cuatro minutos.

-Entonces, explícame nuevamente el accidente. -le ordenó, y entonces la miró expectante. Parecía ser uno de aquellos protagonistas detectives de las películas que trataban de investigar y encontrarle respuestas coherentes a los misterios. Aunque aquí, lo veía difícil.

-Salí de casa de Ashton. Encendí la música, me puse los auriculares y caminé. Aneurysm, de Nirvana. No recuerdo haber sido atropellada. -miró a su alrededor, en busca de alguna respuesta. -No recuerdo caer de ningún lugar. No tengo noción de lo que sucedió después de que intenté cruzar la calle. Pero puedo firmarte que algo pasó. No sé lo que es... -y en eso un vago recuerdo le atacó la mente. -Aunque... -entrecerró los ojos, se interrogaba a sí misma. -Esa calle era una avenida de las más transitadas, y ningún auto andaba sobre ninguno de los dos carriles.

-¿No tráfico en esta gran ciudad? ¿De verdad? -la chica movió su delicado rostro, afirmando su cuestión. -¿Qué calle?

-La treinta y ocho, rumbo al parador cercano.

-¿Ningún auto?

-Ningún auto. -él pasó ambas manos por su oscuro cabello, alborotándolo frustrantemente.

-Prométeme que no es ninguna clase de broma, que las cámaras no están tras de mí y que en realidad existes. -amablemente, Gracie extendio su pequeña mano en comparación a la de Calum, chocando las palmas entre ambos. -Gracias. -una mueca de extrañeza le invadió la cara.

-¿Porqué? -inquirió curiosa.

-Por no ser conductora de Prank en MTV. Y por incluirme en tu misterio. -soltaron risas. -Vamos a buscar a Lu...

-¡No! -gritó al instante, logrando interrumpir a Hood. -No quiero que me.. No quiero pensar en que tampoco me recuerde. -el chico asintió. -Mejor acompañame. Necesito ayuda de alguien en específico.

(...)

-Esto es demasiado confuso, Gracie.

-Lo sé. En realidad aprecio que me intentes ayudar, aunque no me recuerdes.

Se encontraba entre cuatro paredes encerrada, con Diane, quien solía ser su psicóloga, amiga y confidente con paga. Se le ocurrió que ella podía intervenir para ayudarle y dar nombre a todos estos fenómenos desorientados.

-¿Crees que ésto se trate de una pesadilla o alguna enfermedad? -la doctora soltó una pequeña risa.

-Aunque tu no me lo vayas a creer, llevo estudiando distintos tipos de enfermedades últimamente, y puedo comprobarte que éste caso no se trata de una. Y pesadilla... Sí así fuera, ambas la estaríamos soñando, ¿no crees? Y ése chico Calum, y el personal de tu madre. Me parece muy consecuencial.»

-Sí, tienes razón.

-Te diré mi teoría, ante todo lo que me has contado. -Gracie le miró atentamente, esperando por una solución o algo que lograra aclararle la memoria. -No creo encontrar una explicación científica a todo esto. Pero estoy segura de que algo te ocurrió cuando cruzaste o intentaste cruzar la calle. Algún suceso indescifrable momentáneamente. -sin prestar atención a lo que la chica pudiera contestarle, Diane se adueñó del buscador en su pequeña laptop.

Pasaron diez minutos sin que ninguna de las dos presentes hablara, en éso, toquidos en la puerta resonaron por la habitación.

-Adelante. -ordenó la doctora. La puerta hecha de madera se abrió, haciendo que ambas giraran para poder darse cuenta que se trataba de Calum. El chico entró y tomó asiento a un lado de Gracie.

-¿Les molesta si escucho? Estaba matándome de aburrimiento allá afuera.

-Descuida. -Diane le miró amablemente durante unos segundos, para después quitarle la vista de encima y poder fijar sus ojos en la confundida chica, esa que le pedía ayuda en silencio y gritos desde que llegó al consultorio. -El Jamais vu o nunca visto, es un fenómeno casí similar, o exactamente igual a lo que te está sucediento. Hablando del accidente, claro. Por que como ya mencioné antes, el hecho de que nadie te recuerde es algo que no tiene explicación, ni teórica o científica.

-¿Qué es un Jamais vu? -cuestionó un curioso y desconcertado Calum. Obedeciendo a la petición, Diane comenzó a leer lo que parecía ser una definición que aclararía parte de las dudas existenciales.

-Jamais vu (nunca visto) es no recordar explícitamente haber visto o presenciado algo antes. La persona sabe que ha ocurrido, pero la experiencia resulta extraña. -pausó para darnos tiempo a encontrar con que había terminado de dar a conocer el significado. -Sin duda, creo que éso es lo que pasa. -miró ambos adolescentes en busca de alguna señal de aprobación. -Cada vez me convenzo más de que éso es. -chasqueó con los dedos de la mano izquierda. Parecía felíz de haber colocado una pieza del rompecabezas en su lugar correcto.

-Supongo que aún nos quedan cosas por armar. -habló Gracie, y los otros dos asintieron, estando de acuerdo con ella.

Afortunadamente, sería un poco más fácil armar las piezas, pues ya tenía la ayuda de la psicóloga Diane, y la de su amigo Calum. Sin embargo, eso no quitaba el hecho de que todo era tan extremadamente confuso. Necesitaba despertar ya. O encontrar la solución o explicación para todo de una vez por todas.

»Consecuencial: suceso/situación y/o cosa inespecífica que resulta difícil de resolver.

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