Capítulo 8: Cuentame.

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Vi a Ian dar la vuelta en la esquina, solo esperaba que los otros sujetos fueran mas lentos para que no vieran para donde se iría el pelinegro, cuando él estuvo cerca de donde me encontraba estire mi mano y tome su brazo jalandolo desde detrás de una muralla, él se veía claramente sorprendido al verme ahí, lo empuje contra la muralla y tape su boca al darme cuanta que iba a decir algo, espere a escuchar los pasos de los otros y cuando estos se alejaron exhale el aire que había estado conteniendo, alce la vista y el pelinegro me miraba confundido, mi mano seguía sobre su boca por lo que la saque de inmediato.

-¿Que haces aquí?- pregunto cuando pudo hablar.

-Vivo por aquí- dije mientras me asomaba a ver si los hombres seguían por ahí, no los vi por lo que tome la mano de Ian y me apresure a ir a mi casa, él me siguió sin decir nada, abrí la puerta y le hice un gesto para que entrara, cuando paso por mi lado me quede mirando fuera, quería ver si nos habían seguido o no, me metí de prisa a la casa cuando vi a uno de ellos a lo lejos mirando por las casas.

-Creo que debería irme- dijo él mirandome algo extraño.

-¿Estas loco? Esos tipos aún siguen buscandote- Ian parecía algo confundido, ¿acaso nunca había recibido ayuda de nadie antes? Se estaba oscureciendo y pronto llegarían mis padres, así que empuje a Ian hasta mi habitación al no obtener una respuesta de él.

-Gracias- dijo luego de un rato en silencio, lo mire por sobre mi hombro mientras cerraba la puerta, fui hasta la ventana y mire hacia afuera, esos hombres seguían ahí, rondando las casas- Pero... No quiero causarte problemas.

-Si pensara en los problemas, no te hubiese ayudado- respondí siendo honesta, me volteé a verlo, él seguía de pie en el mismo lugar- Solo, solo te hubiese ignorado cuando te vi huyendo de esos hombres.

-Ya- dijo encogiéndose de hombros.

-Sientate- apunte al sofá que estaba en mi habitación, él lo miro unos segundos y luego camino hasta el y se dejó caer sobre este- ¿Acaso hiciste enojar a esos tipos?.

-Nada de eso- dijo presionando su rostro con ambas manos.

-¿Entonces porque te seguían?- pregunte sentándome a su lado, bajo sus manos y me miro confundido.

-No lo se.

-¿Como no lo sabes? Ellos te estaban siguiendo, ¿no sabes porque te seguían?- pregunte seria.

-Es complicado- desvío la mirada.

-Complicado- repetí, mordí mi labio inferir con nerviosismo, la verdad era, que nunca antes había estado en una situación como esta, así que no sabia que hacer realmente- Ahora que recuerdo, no es la primera vez que te veo huir de tipos así.

Ian me quedo mirando en silencio, por un momento nadie dijo nada, ¿él no hablaría de eso conmigo, verdad? Suspire rendida, no eramos amigos ni nada de eso, solo habíamos tenido unos cuantos encuentros accidentales, por lo que era obvio que si le pasaba algo no me lo diría, bueno, yo tampoco le confesaría nada a un desconocido, así que podía entenderlo, me iba a levantar para ver nuevamente si los hombres seguían ahí afuera, pero antes de hacerlo la voz de Ian inundo la habitación.

-Ellos... - lo mire y este me quedo viendo directo a los ojos- Me han seguido por años- frunci el ceño, no dije nada ya que no quería interrumpirlo, él mordió su labio inferior- Nunca le he dicho esto a nadie- frotó sus manos en sus pantalones, su nerviosismo era casi palpable.

-No te preocupes, si no estas listo para hablar, no lo hagas, yo te entenderé, pero si decides hablar, tienes que confiar en mi, si no quieres que nadie más lo sepa, no diré nada, ni aunque me den 20 millones de euros, lo prometo- dije poniendo mi mano derecha sobre mi corazón y levantando la mano izquierda, él río nervioso y yo solo pude sonreír al verlo.

¡No Te Acerques! #2 LibroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora