Cosas de rubios

El encuentro (parte 2)

Teddy's POV.

Sin pensarlo dos veces tomé a Adam del antebrazo y lo arrastré escaleras abajo hacia el patio de la universidad. Ese donde hay bancas, mesas y esas cosas para que los alumnos recreen.

El chico quien estaba siendo secuestrado por un completa desconocida solamente tropezaba con las personas y me miraba confundido. Un grupo de chicos que estaban del otro lado articularon con sus bocas un “¿Qué carajos pasa?” A lo que él susurró un “no lo sé”, y hace una mueca. Ya estando en una banca sentados lo observo y él a mi esperando una respuesta a su tan inesperado secuestro.

—¿Quién demonios eres tu?—interroga ya que no hubo respuesta de mi parte.

—Soy Teddy—respondo sin dejar de ver sus maravillosos ojos como una psicópata.

—Bien, Teddy... ¿Te conozco?—pregunta posicionando su mano en puño de bajo de su mandíbula.

—No pero lo harás—sonrío como una demente.

Adam me dedica una mirada desconfiada ¿le teme a una bella chica con rostro de ángel? Aunque debo admitir que parezco una acosadora en este momento ya que sé su nombre y apellido, puede pensar que lo observo desde las sombras o que soy una secuestradora que quiere violarlo y hacerlo mi sumiso al estilo Christian Grey, ¡¡Ohh mi bellísimo Christian Grey!! Ojala algo parecido me sucediera, maldita Annastacia Steele, la envidio. Me salí del tema. Sin darme cuenta siento una presencia detrás de mi después de fantasear con mi amado Christian, pero no solo es una presencia sino que varias. Adam estaba con la mirada fija a lo que sea que este detrás de mi, así que hago lo mismo y volteo.

Detrás de mi hay dieciocho personas, nueve chicas y nueve chicos, ¿y estos quieres rayos son y por qué interrumpen mi dialogo con mi crush número 387?

Uno de ellos quien viene encabezando la manada de personas se aclara la garganta y sonríe con petulancia. Aun tengo la duda de que quieren conmigo o quienes son todos ellos y ellas. Él que esta en frente de todos es un chico alto y castaño de ojos verdes casi azulados pero tiene un aura de chico mujeriego y playboy, ya saben, esas cosas cliché de los libros que leo.

—Steddy Brown—pronuncia mi nombre el castaño, ¡¿cómo demonios sabe mi nombre?!

—¿Cómo carajos sabes mi nombre y quién mierdas eres?—pregunto viéndolo a los ojos.

Su sonrisa se hace más grande de lo que era, si eso era posible. Algunos de los que están tras él sueltan una risita a lo que yo les muestro mi dedo del medio haciendo que se queden callados de pronto.

—Que grosera, solecito—comenta sarcástico—Necesitamos hablar contigo—termina.

—Más tarde, esfumense—hago un ademán con la mano para que se larguen y volteo a ver a Adam de nuevo quien estaba con la vista fija a la nada, ya saben, un punto muerto hacia otro lado.

Escucho el bufido por chico atrás de mi el cual aun no sé su nombre y los murmullos de las otras personas que vienen con él. Lo que sucede después hace que la ira y la rabia invadan todo mi cuerpo; me tomó del brazo con fuerza y me levanta de la banca apegandome a su pecho. Lo miro con odio y asco.

—¿Qué mierda te sucede, estúpido?—le recrimino en su asqueroso rostro.

—Nada de “Más tarde”...—trata de imitar mi voz aunque le salió muy mal, claro—¡AHORA!—exclama con autoridad. ¿Y este qué se cree?

Sonrío con ironía y me carcajeo en su cara, todos me miran expectantes. Cuando recupero la cordura me pongo seria y con mi rodilla golpeo a su amigo, este se encorva pero no me suelta el brazo aún, lo giro y le tuerzo el brazo poniéndolo detrás de su espalda. Los demás se asombran por lo que acabo de hacerle a este patán.

—A mi nadie me habla así, ¿entiendes, perro?—hablo muy enfadada, más de lo que creí que podría hacerlo.

Como es un chico y claramente es más fuerte que yo, se safa de mi agarre y me encara con el mismo odio o tal vez más que el mío y levanta su puño listo para golpearme, pero dos chicos intervienen y lo toman para llevarlo hasta atrás de todos ellos. ¿En realidad iba a golpearme?

—Wow...—es lo único que logro decir por lo asombrada que estaba por su atrevimiento.

Una chica con tacones más altos que un maldito edificio y una mini falda con un top que parece sostén se me acerca con enojo en su rostro de prostituta... No, eso es un insulto para esas pobres mujeres, ella se ve más que eso.

—¿Estas loca o qué demonios te pasa, zorra?—pregunta. ¿Zorra? ¿Es qué acaso no se ha visto en un espejo?

—¿Y a ti te atacaron unos perros o tu ropa ya era así de corta?—contraataco mientras la señalo con una sonrisa burlona.

Da una pizada fuerte en el suelo como si fuera una niña pequeña y se va también hasta atrás. Aun no sé porque están interrumpiendo mi conversación con Adam... ¿Y dónde se metió? Demonios, se largó.

—Mil años después y aun no sé qué mierdas quieren—comento viendo a la multitud.

De la manada sale un chico castaño de ojos azules y unos labios regordetes y rojos naturales, usaba gafas por eso con su dedo índice los acomoda por el puente de su nariz, me parece un chico con el cual si se puede hablar.

—Mi nombre es Mason—Saluda. Se ve agradable este sujeto—Nosotros somos los lideres de las demás fraternidades que hay en Winslow y por ello debemos informarte que como fraternidad nueva ustedes tienen que ir hoy a las diez de la noche al auditorio de la universidad—informa con una sonrisa, y no una de egocentrismo o sarcasmo, una genuina.

—¿Para qué o qué?—cuestiono intrigada.

—Para su bienvenida y su reto de iniciación—dice acomodando su cabello. Amo que hagan eso, se ve demasiado sexi—Eso es todo, gracias por tu atención y por golpear a Ford—comenta a lo que suelto una risita. El agresivo se llama Ford.

—¡Hey! ¿Y si no nos presentamos?—indago ya que me entró la curiosidad de saber lo que pasaría.

Se acerca y me mira serio, ya no hay ningún rastro de la sonrisa que tenia hace unos momentos atrás.

—Las dieciocho fraternidades atacaran a la tuya sin piedad hasta destruirla por completo—sentencia y desaparecen por donde vinieron.

Que exageración, no creo que sea para tanto no asistir a una simple bienvenida... ¿O si?.

Realmente no sé que escribir en las notas de autor.