Secuestros inesperados

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Las horas pasaban y consigo las clases igual, algunas cátedras las tomaba con Payton y Justin obviamente pero por alguna razón no se dio la oportunidad de que se conozcan los antes mencionados.

Llegó la tan esperada "hora de almuerzo". Por lo que toda mi carrera incluyéndome salimos apurados para la cafetería y poder obtener una mesa en la misma. Claro tomé del brazo a Payton para que no se me escapara de mi vista.

—No te vayas de mi vista—ruego a la ojigris para que no se soltara de mi agarre.

—¿Estoy siendo secuestrada?—pregunta alarmada.

—Pff ¿qué? ¡¡No, para nada!!—respondo haciendo un ademán con la mano restándole importancia.

A medio camino mis ojos azules se toparon con una hermosa cabellera rubia platinada, ojos azules. Un chico guapísimo. Pero tenia que llevar a Payton con mi fraternidad lo antes posible, ya después tendré tiempo para buscarlo hasta por debajo de las piedras.

Cuando llegamos a la cafetería de la universidad ojeé por segunda vez en el día toda la cafetería y pude observar cuatro melenas rubias en una mesa; Renata, Atena, James y Ashton. Caminé decidida hacia ellos con Payton entrelazada en mi brazo.

—Hola chicos—saludo a los cuatro cuando estoy frente a ellos—Ella es Payton—les guiño el ojo.

Ellos captan mi acto hecho anteriormente como una insinuación de una nueva integrante, estos chicos si que son inteligentes.

—¡Hey! Hola, Payton, soy Atena—saluda la susodicha tendiendo la mano a la chica a un lado de mi.

—Hola, ya les dijeron mi nombre—dice Payton tomando su mano.

—Él es Ashton y él, James—presenté a los chicos—Y ella Renata—presento a Renata, claramente—Yo la llamo Rena—agrego mi tan estúpido apodo hacia la badgirl el cual no era cierto ya que nunca la llamo así.

—Nunca me llames así si no quieres despertar en ropa interior en medio del campus—amenaza Renata apuntando a Payton.

—¿Debo preocuparme?—susurra en mi oído la ojigris.

—Tal vez—devuelvo de igual forma—Bueno... ¿Y los demás?—pregunto para acabar con el silencio sepulcral que se formó entre nosotros.

—Supongo que no quieren sentarse con nosotros—me responde Atena con una clara tristeza falsa.

—¿Quién no quiere estar contigo, preciosa?—dice una voz conocida detrás de mi.

Atena rueda los ojos y aparta la mirada hacia otro lado que no sea al chico detrás de mi. Eran los dos que faltaban en este momento.

—¡Trajiste a quien faltaba!—exclamo al ver a Doncan con Justin.

—Si ¿acaso no me ves?—espeta sarcástico, posa sus ojos avellana en Payton y sonríe seductoramente—Hola linda, soy Justin—saluda a la chica

—Bueno basta ¿si?, tenemos nueva integrante—aviso a mis hermanos con gran emoción.

Payto me observa con los ojos desmesuradamente abiertos, parece como si fuesen a salirse de sus órbitas en cualquier momento.

—¿De qué rayos hablas?—pregunta alarmada tomando mis hombros con sus manos.

—No te escaparas de la iniciación—comento meneando mis cejas hacia arriba y abajo—No la dejen ir, ¡¡atrapenla!!—ordeno a los dos chicos que aun están detrás de mi.

Doncan y Justin toman de los antebrazos a Payton sin lugar de algún escape posible.

—Llevenla al patio trasero—les pido a los chicos.

Ellos acatan mis ordenes y se la llevan a la fuerza a el lugar que les asigné. Claro que la chica puso resistencia. Lo que me asombro fue que todos los presentes en la cafetería no se extrañaron de siete rubios secuestrando a alguien; dos llevando a la fuerza a una y los demás riendo o sonriendo a tan raro acto. Probablemente ya había sucedido algo parecido, ¿no creen?

Bueno, volviendo al tema del secuestro, llegamos al lugar predicho para nuestra iniciación a nuestra fraternidad a la nueva integrante de Rubios Delta. Lo sé, un nombre muy bobo, pero no hay de otra, también creo que es muy discriminatorio solo reclutar a integrantes con una cabellera rubia natural pero si así empezamos, así terminaremos, son reglas que aún no han sido dictadas.

Al llegar al patio trasero donde carecía de estudiantes o algún alma en sí, ordené que dejaran a Payton en una plataforma redonda de piedra situada en medio del patio y que se quedara ahí quieta.

—Payton...—empecé.

—List—dio a conocer su apellido la susodicha.

—Payton List, como la líder de Rubios Delta, yo te nombro: honorable integrante de mi prestigiosa fraternidad—informo a la chica.

—¡Wow! Que feliz me siento—murmura incrédula.

Ruedo los ojos—Se ve a lo lejos tu sarcasmo—informo.

—Si bueno... ¿Quién tiene hambre?—comenta Renata sobando su estomago.

—Yo—dijimos al unisono.

Ya con la iniciación terminada y nuestro almuerzo igual, me dirigí con Payton a nuestra clase de Diseño juntas mientras hablábamos de cosas banales y sin importancia hasta que llegó el tema de su hermano.

—Adam, ese es su nombre—informa el nombre de su misterioso hermano, digo misterioso porque no lo conozco, es obvio.

—Oh, ¿es rubio?—le pregunto mordiendo mi labio inferior.

—Si, lo es —responde rodando los ojos. De nuevo.

—Describelo—le pido.

—Ojiazul, rubio platino... Un tonto completo—lo describe mientras ríe.

Es él, el chico que miré en la hora del almuerzo cuando estaba llevando a Payton a la trampa en la cafetería, debo tenerlo en mi fraternidad a como dé lugar.

Bueno, ahora que hay internet voy a publicar en Cosas de rubios” cuanto se me sea posible y como siempre digo, en QSY aun no publicaré por el problema de mi WiFi.

Khi sed u_u





Cosas de rubiosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora