Marcados por la fiesta (parte 2)

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Teddy's POV.

Debo admitirlo, la estoy pasando de maravilla aquí bailando con Ford y haciendo tonterías, puede que me haya equivocado con respecto a él o tal vez tiene alguna clase de problema de ira o algo así que hizo que reaccionara agresivamente la primera vez que nos encontramos en el patio. Es un buen chico después de todo.

Me doy cuenta que Atena, James y Justin me ven disimuladamente con desaprobación por estar bailando con "el enemigo" pero solo los estoy ignorando y disfruto de este momento. Creo que Ford no es un ser rencoroso, creí que iba a llevarla contra nosotros después de todo lo que le dije y por haberlo humillado, yo no habría olvidado todo así como él, creo que es algo bueno y tal vez llegaremos a ser buenos amigos.

—¿Quiénes son ellos?—pregunto al aire, creí que Ford no me escucharía pero no fue así, si más escuchó.

—¿Quiénes? —dijo y voltea a ver donde yo lo hacia sin darme cuenta.

Regresa la mirada hacia mi y pude notar algo de nerviosismo es su expresión cuando lo hizo.

—Son los raros de la universidad—dice tratando de parecer calmado.

Les hecho una ultima mirada para después fijarme en el chico frente a mi. Me permití observarlo y apreciar todos y cada uno de los detalles de su rostro. Su rostro es tan pálido que a combinación con las luces neón, se le puede notar algo amarillenta, sus ojos no sabría distinguir si son verdes o azules ya que tienen la apariencia de ser turquesas. Y su cabello es de un café oscuro que en la sombra se vería negro y a la luz del sol se convierte en un café casi rubio, es muy alto, me lleva por unas tres cabezas. Es delgado, musculoso y muy varonil. Ya no me parece tan repugnante.

—Debo ir a...—reacciono cuando me doy cuenta de lo que estoy haciendo, pero no tengo ninguna excusa—Al baño, es que comí algo que me cayó mal y...—fue lo único que se me ocurrió y salí corriendo con mis mejillas ardiendo a más no poder. La he cagado.

En mi trayecto a algún lado lejos de Ford, me encuentro con Doncan y Renata con una cara más seria de lo usual.

—Surgió un gran problema, Teddy—dice Doncan viendo a todas partes.

—¿Qué paso?—pregunto, ellos ya me están asustando.

—Apenas lleva cuatro horas...—¿cuatro horas?, ¿cuanto llevo bailando con Ford?—Y ya hay un enorme problema, aunque no estamos aún muy seguros. Doncan estaba hechandole un ojo a la fiesta y a todos...—Renata no acaba porque Doncan se apresuró a concluir su relato.

—Estan vendiendo droga acá adentro—dice serio. No puedo creerlo.

—¿Me estas jodiendo?—sé que no es una broma, ellos no son ni se ven de los que bromean.

Ambos me miran con una expresión fría lo cual me hace confirmar que no es una jodida broma. Están vendiendo droga en MI casa y no tengo una puta idea de quien puede ser el que lo esta haciendo.

—¿Quién es?—pregunto, mi voz sale más seca de lo que esperé.

—Teddy no te alarme ni voltees a ver, pero es el chico que esta por allá en la barra, y que justo esta viendo hacia acá con una sonrisa de estúpido—informa Renata.

Abro los ojos a más no poder y trato de contenerme para no voltear e ir hacia él para partirle la cara. Volteo lo más disimulado posible y lo veo, efectivamente esta viendo hacia acá.

Es un chico de cabello negro, ojos azules y con un pircing en la ceja derecha, se le ve su facha de drogadicto y sus tatuajes y ojos rojos no lo ayudan a disimularlo. Es el mismo que vi entrar cuando estaba con Ford.

—Me importa una mierda—comento y sin esperar una respuesta de los chicos, voy caminando segura hasta él.

En todo el trayecto no me quita los ojos de encima y su sonrisa egocéntrica nunca abandona su rostro. Cuando estoy frente a él me cruzo de brazos y lo veo con odio.

—¿Quién mierda eres tu?—pregunto sin rodeos.

Suelta una leve y angelical risilla que me hace relajar mi expresión y mirarlo expectante.

—No soy nadie que importe en estos momentos—dice con una voz tan calmada que me dan ganas de ir a dormir y con su voz como canción de cuna.

—¿Por qué demonios estas vendiendo droga en mi casa y en mi fiesta?—golpeo su hombro con mi dedo índice repetidas veces.

Él me observa hacerlo con una sonrisa y una expresión de sorpresa e incredulidad que se nota desde lejos lo falsas que son.

—Diablos, para ser una hermosa chica, dices tantas palabras inapropiadas—frunzo el ceño ante su comentario—Me has descubierto, lindura. Arrestame—extiende sus brazos hacia mi como si fuera a ponerle esposas.

¿Se esta burlando de mi?

—No te burles de mi, escoria—le ordeno mientras lo señalo—Puedo llamar a la policía si no dejas de vender tus porquerías y te largas—amenazo.

Lo único que logro sacarle es una carcajada estruendosa logrando captar la atención de algunas personas a nuestro alrededor. Lo miro enfadada sin entender su espeluznante risa.

—No te molestes, Steddy, ya lo hice yo,—¿cómo cojones sabe mi nombre—Y claro que me iré. Chaito—dicho eso, se va y al cruzar la puerta de entrada empieza a correr. ¿Qué mierda?.

De la nada se escuchan unas sirenas acercándose haciendo que los presentes salgan de la residencia como si no hubiera un mañana. ¿Ese imbécil hizo lo que creo?.

Antes de que todo pasara, me reuní con todo mi grupo los cuales la mayoría tenia una cara de terror.

—No quiero regresar a la cárcel—comenta Ashton.

—¿Cuándo has estado tu en la cárcel?—pregunta Justin con fastidio.

Después de esto todo pasa demasiado rápido. La puerta se abre de un golpe, todos nosotros en el suelo, y después en una celda. Genial.

Tardé demasiado, pero Wattpad no me quiere y hace que no pueda subir capitulo de "Amor ilegal" dice que esa parte de la historia coincide con no que, haciendo que modificarlo y por más que lo hago, no logró descifrar que es lo que esta mal...

Vannia Cruz.

Cosas de rubiosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora