Hablando con mi hermandad

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Me encontraba tumbada en mi cama viendo hacia el techo tan relajada y feliz de la vida hasta que me percaté que tenia que hablar con mis nuevos "hermanos" pero tenia que reunir a todos en el living para poder hablar con todos al mismo tiempo y no perder el tiempo hablándole uno a uno.

Me levanté a regañadientes de mi cama y me dirigí a la puerta color marrón claro de la habitación, salí de esta para dirigirme a la puerta de en frente, la del emo.

Toqué la puerta pero no había respuesta alguna así que solo tomé la perilla, la giré y entré a la habitación sin invitación previa del dueño.

El rubio frunció el ceño al verme entrar sin su permiso.

—¿No te enseñaron a tocar?—preguntó serio sin verme sino a su celular.

—Toqué pero no abriste—argumenté, él solo se quedo callado.

Suspiré.

—Oye tal vez no te has dado cuenta pero vamos a convivir durante cinco años por lo máximo—digo sentándome a un lado de su cama junto a él—Osea que debemos llevarnos todos bien porque no estaremos todo ese tiempo como si fuésemos un montón de extraños viviendo en la misma residencia.

El chico a un lado mío apagó su celular indicando que me puso atención, me miró con sus ojos color verde con destellos grisáceos muy hermosos.

—Esta bien, tu ganas—dijo entre un largo suspiro—¿Cómo te llamas?—pregunta.

—Soy Teddy, ya lo había dicho—respondo con una gran sonrisa—Hay que ir abajo, tengo que hablar con todos—le informo mientras me levanto de la cama y me dirijo a la puerta.

—Como usted mande, jefa—escucho que dice Doncan desde su cama.

Sonreí ante su acto mientras veo como sale de la habitación que yo quería, salí para buscar a los demás pero veo que por alguna razón todos están en la enorme sala de la residencia platicando... Eso fue rápido.

Sin más, voy escaleras abajo para poder hablar lo más seria como se me sea posible ser, me posiciono frente a los seis rubios frente a mi y los observo con los brazos cruzados.

Ellos me ven impacientes.

—Bien...—no sabía como comenzar, me aclaré la garganta—Voy a parecer un tanto regañona pero quiero que esta fraternidad nueva sea todo un éxito—ya estaba de espaldas a ellos así que me volví a ellos—He notado que hay distintas personalidades aquí, desde timidez a egocentrismo—digo viendo a Justin y este solo ríe—Pero quiero que todos tengamos la actitud de todos.

Todos fruncieron el ceño por mis palabras, no entendían a lo que quería referirme.

—Ser egocéntricos, tímidos, inteligentes, rudos, reservados... Raros—hice una mueca—Y bueno, ya me entienden, ¿no?—pregunto en general.

Todos acintieron al mismo tiempo.

—Y aunque me cueste decirlo, hay que ser un tanto mujeriegos y un poco... Perras—río un poco—Pero no al máximo, claro está.

—Eso es fácil—dice Justin, obvio.

—Si claro, para ti es fácil. Prostituto—comentó Atena.

—Fácil como tus videojuegos—contraataca Justin.

—Eso no viene al caso ahora, ¿qué tienen que ver sus videojuegos?—murmura Ashton.

—Callate nerd—amenaza Justin de nuevo.

—Esto no es una pelea, imbéciles—espeta una Renata alterada

Todos por alguna razón guardan silencio a lo que yo rio sonoramente ganando la mirada de todos mis "hermanos"

—Y bien, ¿cual es tu idea para levantar la fraternidad?—pregunta un muy intrigado Doncan

—Primero que nada, tememos que conseguir más integrantes—respondo caminando de un lado a otro—y después ya veremos—sonrio

—Qué gran plan—dice casi en un susurro James

De cualquiera de los demás no me hubiera sorprendido, pero por venir del rarito y tímido de James realmente me sorprendí y no solo a mi porque todos lo voltearon a ver

—¿Qué?—dice también sorprendido

Todos reímos al unísono

Esto no esta yendo mejor de lo que había pensado 

Volví 7u7

Cosas de rubiosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora