Seduciendo al nerd.

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Renata's POV.

—Bien, y eso es lo que sucedió—terminó Teddy la historia sobre su encuentro con los lideres de las demás estúpidas fraternidades.

Me quede callada mientras ellos discutían o simplemente platicaban de a que se referían con su bienvenida a la universidad.

—He leído algunos libros donde hay fraternidades, ya saben, esas cosas cliché de siempre—divagó Atena—Por lo general nunca terminan siendo algo bueno, y sobre el reto de iniciación... Cuando es algo así siempre es besar o acostarse con chicos u o chicas—concluye con una mueca de incomodidad.

Ni loca pienso acostarme o besar chicos idiotas, quien sabe si no me dará alguna clase de enfermedad venérea por ello.

—Tengo un plan...—comenta Teddy—Busquemos al nerd—sigirió.

—¿Para qué querríamos al nerd?—preguntó Doncan.

—Para que lo hagamos hablar y sacarle la verdad de lo que quieren hacer con nosotros—propone.

—Seduciendo al nerd, me gusta—comenta Atena.

—Nadie dijo que íbamos a seducirlo—le corrijo a Atena.

—Me gusta la idea de Atena, y como es Renata la que se negó; ella lo seducirá—dice señalándome.

¿Escuché bien? Ni muerta haré algo como eso, están locas, ni muerta. Miro a Teddy con la mirada más amenazante que puedo hacer y niego.

—¡¡No, jamas, ni loca, no haré eso y no podrán hacerme cambiar de opinión!!—sentencio y me cruzo de brazos en mi lugar.

A ver quien puede más, no haré tan disparatada tontería. No lo haré y punto final. Nadie podrá hacerme cambiar de opinión.

***

¿Desde cuando me dejo convencer por dos chicas rogonas? Desde hoy. Estoy caminando hacia su mesa, donde esta sentado leyendo un libro en la biblioteca. Con demasiada facilidad adivinamos en donde se podían encontrar esta clase de chicos.

Debo admitir que es un chico apuesto, pero puedo parecer una zorra por ir a intentar seducirlo. Cuando llego hasta donde esta él aun no se da cuenta de mi presencia por estar tan enfrascado en su libro, me dejo caer sobre el banco que esta frente a él con una sonrisa tan falsa haciendo que el solo moviera sus azules pupilas hacia mi y alce una ceja.

—¿Puedo ayudarte?—pregunta serio aun con su libro en la mano.

—Más de lo que crees—respondo con un intento de voz coqueta.

El chico levanta la cabeza ahora viéndome directo a los ojos y hace una mueca de incredulidad. ¿Ya habían hecho esto antes? No lo dudo ni un poco.

—Si claro, no puedo ayudarte con ningún tipo de tarea o proyecto. Estoy ocupado—dice y vuelve su mirada al libro.

Hasta aquí, mi paciencia es tan poca y este chico la acabo por completo. Voy a decirle unas cuantas cosas a este chico y llamaré refuerzos.

—Escucha, nerd...—el ojiazul alza la vista con asombro—No quiero tu estúpida ayuda para ninguna estúpida tarea, ¿bien?. Solo necesito que me respondas unas estúpidas preguntas para poder irme de esta estúpida mesa a mi estúpida habitación—suelto todo de un solo y lo señalo amenazante. Dije demasiadas veces la palabra “estúpida”.

Después de eso me meto los dedos pulgar e índice a la boca y hago un silbido para que vengan los demás para poder ayudarme con este chico y sacarle toda la verdad. De un momento a otro los siete rubios restantes se sientan en los demás lugares vacíos que había en la mesa y miran serio al único castaño que hay en la misma.

—Coopera y no te sucederá nada, nerd—sugiere Justin con su típica sonrisa.

—¡¡Oh vamos!!—exclama el castaño exasperado—¿Qué quieren?—interroga.

—Simple, saber que es lo que nos harán para su dichosa bienvenida—va al grano Ashton.

El castaño rueda los ojos y suspira, se tapa la cara con las manos y suelta maldiciones casi inaudibles por sus manos en su rostro.

—No puedo decirles nada, no les diré nada—sentencia el chico y se cruza de brazos ¿donde vi algo similar a eso?

De pronto un golpe en la mesa nos hace sobresaltar a todos, en especial al único castaño. Creo que no solo yo tengo muy poca paciencia.

—Mira estúpido nerd, ¿o nos dices lo qué queremos saber o romperemos tu maldito rostro?—amenaza Doncan señalando al pobre chico quien ahora tiene una cara de miedo.

Me sorprende que aun no se haya hecho en los pantalones, es valiente este chico, en serio.

—Hay que tranquilizarnos, Doncan. Pero si no nos dices tendremos que utilizar otros métodos similares—espeta Teddy señalando con la mirada a los cuatro chicos que tiene a un lado.

El castaño y yo cruzamos una leve mirada por un segundo y decide cooperar con nosotros, creo que sabe lo que le conviene.

—Van a arrojarles tiente de cabello de colores para arruinarles sus “perfectas cabelleras rubias a todos ustedes—revela y suspira con cansancio.

Oh por Dios.

Yo amo mi cabello tal como es, no quiero tener el cabello de otro color que no sea rubio, amo mi color, no permitiré que hagan una cosa tan macabra como lo que quieren hacernos, pero... ¿Cómo evitaremos eso?

Mason en multimedia.
No quise hacer algo largo ya que es muy temprano acá y aun tengo sueño y quiero dormir.

Cosas de rubiosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora