Después de lavarse los dientes, Miyu se dirigió a su habitación, cuando escuchó que la puerta de la habitación de Sho se abría.
—Nee-chan...—Sho le hizo señas para se acercara.
—Ushijima-san, encontró tu pelota— le dijo Miyu, Sho pareció aliviado, pero había algo más que lo preocupaba.
—Ya veo...— Sho miró al suelo, dubitativo. — ¿Puedo preguntarte algo?
—Si, por supuesto— Sho la dejó entrar a su cuarto, y Miyu tuvo que pisar con cuidado debido a que estaba a oscuras, y cerró la puerta. La castaña se sentó en la cama, que encontró palpando a la nada en la oscuridad, y Sho se sentó a su lado. Sabía que estaba a su lado porque sintió el colchón hundirse a centímetros suyo. — ¿Qué sucede?
Durante varios minutos, Sho se quedó en silencio. Miyu no podía verle el rostro, pero sabía que se encontraba debatiéndose si hablar o no. Por un instante temió que Kana saliera de algún lugar y la asustara.
—Nee-chan... ¿Alguna vez... te han dicho algo por... ser mestiza?
—Si... Gran parte de la primaria y el primer año de secundaria...—Pero con el tiempo se acostumbró a que la gente hablara de ella, de frente o a sus espaldas. Sin embargo, cuando uno de los muchos rumores y apodos llegaron a oídos de Hajime y Tooru, nunca supo que hicieron, pero las bromas cesaron. — ¿Alguien te ha dicho algo, Sho? — Silencio. Lo escuchó moverse. — ¿Sho?
—No, olvídalo.
—Sabes que no me moveré de aquí hasta que me cuentes, ¿verdad? — lo escuchó suspirar.
—En la escuela... Casi todos los chicos me odian, dicen que todas las chicas gustan de mí porque soy mestizo... Pero nadie quiere hablarme porque creen que voy a sacar un arma y matarlos... Cada vez que trato de acercarme a alguno dicen como: No me mates, y se ríen, me preguntan donde escondo el arma para que los maestros no la vean y se siguen riendo— Miyu lo abrazó cuando escuchó que sorbía por la nariz.
No podía creer que los niños de primaria fueran tan crueles.
—Megumi, su nombre es Megumi— el cuerpo de Sho temblaba cuando respiraba entrecortado por causa del hipo y los sollozos. —Es la única que es amable conmigo. Quería regalarle el peluche como agradecimiento. ¿Crees que le guste?
—Estoy segura que le encantará, Sho— Miyu sintió que Sho se acurrucaba contra ella y le dio un beso en la coronilla.
—También le dicen cosas por estar un poco mas rellenita que el resto de las chicas— Miyu se mordió la lengua para no maldecirlos. —Pero mi se ve bonita, las otras chicas parecen que su cuerpo está hecho de fideos— Miyu rió y Sho se apartó, con la respiración más calmada.
— ¿Qué quieres hacer al respecto con esos chicos?
—Nada...
Miyu respetó, a medias, la decisión. Era su hermano menor y nadie tenía derecho a tratarlo de esa manera. Nadie merece que lo traten de esa manera. Al otro día, le contó lo sucedido a Hajime y Tooru, en su visita al acuario, junto con sus dos hermanos. Ambos dijeron que harían algo al respecto.
El reloj digital en su mesa de noche, indicaba que eran las ocho de la mañana. Era sábado y estaba de vacaciones, pero Yuna no podía volver a dormirse. Hacia cero grados en Tokio, y Yuna se encontraba preparando el café, veía como la maquina llenaba la taza con ojos somnolientos.
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Mánager [Haikyuu x OC]
Hayran KurguMiyu, nunca en su vida jugó al voley, sin embargo está dispuesta intentarlo si eso la acerca a su nuevo amor platonico: Ushijima Wakatoshi. Yuna, su mejor amiga, lleva enamorada de Tooru desde niños, sin embargo por miedo a perder su amistad, nunca...