III

6.2K 590 184
                                    


Sirius venía de un humor de perros, por culpa de la repentina lluvia estaba todo mojado y el hecho de que Remus lo rechazara de esa forma sólo lo empeoraba más. Quería llegar pronto a su hogar, convencer a James de tomar algunas cervezas y quizás fumar algo de hierba.

Pero cuando entró a la casa que compartían sintió una fragancia demasiado femenina, era raro que James invitara a alguien, si mal no recordaba, sólo había invitado mujeres su primer año en la universidad, ya que después de conocer a Lily se había negado a estar con cualquier fémina que no fuera su pelirroja. Sirius realmente admiraba su determinación, ya que Evans prácticamente no lo tomaba en cuenta.

Escuchó murmullos de la habitación de James, se acercó de forma sigilosa y lo primero fue una risa que conocía muy bien, no podía creer que Potter estuviera con Lily Evans en su cuarto y no le hubiera avisado de ninguna forma, sacó su móvil para comprobar, pero nada, su amigo no le informó que estaría con la pelirroja, y él en esos momentos no tenía donde ir.

Se cambió ropa y sacó una cerveza de la nevera, mientras tomaba su móvil para hablar por chat con alguna de sus conquistas, quizás algunos de sus amiguitos ocasionales tenía ganas de pasar un tiempo agradable. Pero ya llevaba hablando con tres y todos lo había rechazo de forma olímpica, su autoestima estaba bajando, quizás podría ir a una disco gay y conseguir algo ocasional, pero no se sentía de ánimos para ser sociable. Siempre estaba la oportunidad de encerrarse en su habitación y tratar de pasar inadvertido para no arruinar aquel mágico momento que tenían James y Lily o al menos, él se los estaba imaginando sin ropa y teniendo sexo salvaje.

Dio un salto cuando comenzó a sonar un móvil que no era el de él y que tampoco reconocía como el sonido del de James, lo buscó rápido y asumió que era el de Lily, pero su corazón latió con más fuerza al ver que en la pantalla decía "Remus" no se lo pensó mucho y contesto en un acto impulsivo.

— Lily soy un desastre, estoy roto — la voz del castaño salió tan triste que a Sirius se le estrujó el corazón, estaba paralizado y no sabía que responder.

—Remus, soy Sirius — fue lo que alcanzó a responder el de cabellos rizados para luego escuchar el típico sonido de que se había terminado la llamada.

Black apretó el puño enojado, no tenía el número de Remus ni tampoco sabía donde vivía el muchacho. Se tomó los cabellos mientras pensaba en que hacer, por un lado, lo más sensato y racional sería avisar a la pelirroja de la llamada, pero por otro, no quería arruinar su momento con James, aunque en una parte de su cabeza sabía que la verdadera razón era que él quería ir a ver al muchacho, saber por que su voz sonaba tan mal, estaba seguro de que estaba llorando.

Intentó desbloquear el móvil de la pelirroja, pero tenía contraseña, no tenía idea que números podrían ser la combinación, pero lo primero que intentó fue la fecha de cumpleaños de la pelirroja, no es que él estuviera interesado, pero luego de escuchar a James emocionado ante esas fechas por dos años seguidos, se la sabía de memoria, pero lamentablemente no era la contraseña y ahí acabaron sus ideas.

De forma fugaz pasó por su cabeza que quizás la contraseña era el cumpleaños de James, aunque las probabilidades eran mínimas y ante la ausencia de otras ideas probó con 2703 y como si fuera magia, el móvil de la muchacha quedó desbloqueado. Parpadeo un par de veces incrédulo, cuando le contara este descubrimiento a James, el azabache lloraría de felicidad.

Rápidamente busco en la agenda el número de Remus e intentó marcar un par de veces, pero siempre le mandaba al buzón de voz. Se metió al chat de Lily con Remus, quizás ocurría un milagro y en alguna parte el chico le daba su dirección, encontró un par de conversaciones sobre James, pero se sintió demasiado indiscreto al leerlas, así que solo daba un vistazo rápido por si encontraba algo que sirviera y casi agradece a un Dios en que no creía al ver una ubicación del GPS, rápidamente se la reenvío a su móvil y tomando un par de cosas y su casco salió disparado, dejando sobre la mesa el móvil de la pelirroja.

Curando tus heridas (Wolfstar)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora