Las festividades de fin de año terminaron de buena forma, Sirius y Remus habían disfrutado el pueblo de este último, realmente había sido interesante compartir tanto tiempo juntos, lamentablemente tuvieron que volver, la universidad estaba por continuar y el castaño también debía volver a su trabajo en la cafetería.Si le preguntaban a James o a Lily, cualquiera de los dos diría que la joven pareja seguía igual que siempre, Potter añadiría que asquerosamente melosos, mientras Evans comentaría que eran extremadamente adorables.
Pero lo que nadie sabía, era que Remus John no paraba de pensar en su pasado y su presente, se sentía amenazado de distintas formas.
Cada noche recordaba lo que había ocurrido con Sirius, cómo él no había podido entregarse mientras su paciente novio en vez de molestarse, lo consoló de una forma tan dulce que él no lograba comprenderlo. Él no único que conocía era que, si no se le daba sexo a un novio, este tenía el derecho a golpearlo o incluso abusarlo. Tenía miedo de que todo fuera una fachada, una ilusión y que en cualquier momento Sirius Black explotara y le terminara descubriendo su asquerosa alma, que le terminara recriminando lo mal hombre y novio que era.
Una horrible y absolutamente dolorosa idea cruzaba se mente, estaba seguro de que terminaría llevándola a cabo, mejor antes que después, quizás así el dolor de la pérdida no sería tan profundo.
Sirius estaba preocupado, notaba a su novio más distante que lo normal, sus marcadas ojeras sólo evidenciaban lo poco que estaba durmiendo y saltaba cada vez que sonaba su móvil. Intentó preguntarle un par de veces, pero no obtuvo respuestas, el castaño simplemente lo evadía con otros temas o simplemente se enfurruñaba en sí mismo, así que desistió de aquel plan, de seguro en un par de meses su castaño volvería a ser esa persona luminosa que había descubierto antes de la reaparición de Fenrir.
Ya estaban en febrero, ya no caía nieve, pero las tormentosas lluvias no los habían abandonado, las calles estaban decoradas por acercarse san Valentín, se veían corazones y globos, y una atmósfera de romance se sentía en el aire.
Era el día de los enamorados, Sirius y Remus tendrían una cena romántica en la casa de este último, quien había preparado la comida favorita de su amado rizado entre lágrimas, ese día le pondría fin a la relación más maravillosa que había tenido en su vida, de seguro, nunca encontraría a alguien como Black, lo más probable es que terminara solo, como se lo merecía.
Sirius llegó con una sonrisa mientras le extendía una cursi caja de bombones entre risas, se dieron un profundo abrazo, Remus no paraba de mover sus manos por la espalda de su novio, quería atesorar como se sentía cada centímetro de su cuerpo, muy pronto extrañaría hasta el mínimo detalle.
Durante la cena tuvieron una charla de asuntos banales, el rizado le contaba realmente entusiasmado que su profesor de arte lo había recomendado para una exposición de artistas emergentes en una famosa galería de arte.
— Eres el primero en saberlo mi amor — le susurró Sirius mientras reía al abrazarlo, estaba más que feliz con aquella noticia, por fin podría compartir su arte con el mundo.
Remus sólo lo pudo felicitar apenado, mientras por dentro quería llorar, al menos tenía el consuelo de que Sirius tendría algo porque continuar con su vida, algo para seguir adelante cuando él lo terminara.
Se estaban dando un profundo beso, Lupin no quería que ese momento terminara, así que no terminó aquellas caricias hasta que sus labios estaban hinchados y hormigueaban producto de la fricción, se quedó mirando algunos minutos a su novio, recordando cada pequeño detalle, cada rizo rebelde, el hermoso color de sus ojos y aquella sonrisa que era capaz de iluminar incluso los días más malos.
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Curando tus heridas (Wolfstar)
FanfictionLuego de haber huido del maltrato psicológico y físico de su exnovio, Fenrir, Remus desea empezar nuevamente, sin embargo, sus profundas heridas no lo dejan avanzar. Es en esos momentos de más oscuridad, que Sirius está dispuesto a acompañarlo y luc...