IX

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Sirius se despertó temprano, quizás no había dormido mucho pero realmente sentía que había descansado, quizás todo se debía a que tenía a su hermoso castaño durmiendo sobre su pecho, no se resistió dar una boba sonrisa para luego regalarle besos por la coronilla, el sueño lentamente lo comenzó a invadir nuevamente.

— Hey, te amo — le dijo Remus de forma melosa a un adormilado Sirius, quien rápidamente le regaló una tierna sonrisa.

— Yo también te amo — suspiró el rizado y lo abrazó con más fuerza.

No hablaron mucho más, realmente no lo sentían necesario, sólo necesitaban que sus cuerpos se tocaran, darse mimos y sentir el latido de sus corazones. Black se comenzó a remover, tenía unas horribles ganas de ir a orinar, pero hacía demasiado frío y por otro lado, no quería dejar de abrazar a su hermoso novio, pero el llamado de la naturaleza era más fuerte. Intentó levantarse, pero Remus se giró y lo abrazo con fuerza, no le permitía moverse ni siquiera un centímetro.

— No me dejes — le susurró Remus como un niño pequeño mientras se escondía en su pecho. Sirius no pensó jamás en ver una escena tan adorable, le dio un cálido beso en la mejilla, para luego salir corriendo y cerrar de un portazo.

Cuando salió del lavado, apenas abrió la puerta sintió los brazos de Remus, quien lo comenzó a abrazar con fuerza, mientras se escondía en su pecho, teniendo que quedar encorvado.

— Siri no me dejes.

— Jamás te dejaría bonito, ven vamos a acurrucarnos un poco más — en un ágil movimiento lo tomó en sus brazos, para luego sentarlo sobre sus piernas y susurras lindas palabras, necesita aumentar la confianza de su novio, demostrarle que lo amaba más que a nada.


Unas horas más tarde


— Jimmy nuestros hijos son unos idiotas descuidados — suspiró Lily divertida al ver la cara de los tres hombres que le rodeaban.

—  Colorada no me digas así — le gruñó James mientras la abrazaba detrás y le daba un sonoro beso en el cuello, sacando algunas risas de la chica.

— Nuestros padres son unos asquerosos — susurró Sirius riendo, mientras Remus asistía con la cabeza, luego los cuatro chicos comenzaron a comer pizza mientras reían divertidos viendo un viejo programa de televisión.

Durante la tarde James y Lily decidieron llevar a sus amigos a un hospital, ya que Sirius Black tenía fiebre y tos, resultado en una bronquitis mal cuidada, y Remus prácticamente no podía caminar, todo debido a un esguince en su rodilla. Lily los regañó cerca de treinta minutos, especificando que era unos críos que no sabían cuidar sus cuerpos. James a lo lejos tenía una sonrisa torcida al notar el lado maternal de su novia, no puedo evitar imaginarse a un chiquillo con sus cabellos rebeldes y los hermosos ojos de Lily, de seguro, Evans sería una gran madre, de tener un hijo, le pondría Harry. 

Unas horas más tarde los cuatro chicos se encontraban conversando cuando Sirius se puso serio y carraspeó para llamar la atención.

— James necesito tú ayuda, la de tu familia — específico, mientras Remus cambiaba su postura a una mucho más rígida — es Fenrir Greyback — todos los presentes dejaron de respirar por algunos segundos — está hostigando a Rems, el maldito bastardo lo acosa — en ese momento dio un fuerte puñetazo a la mesa, haciendo que un tembloroso Remus diera un salto mientras las lágrimas se estaban acumulando en sus ojos, apretó sus dientes con furia, no se permitiría llorar.

Curando tus heridas (Wolfstar)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora