The Broken Omega (Terminada)

42 Running and Kissing

Capítulo 42

Narrador

Noah penetraba a Aiden con delicadeza, cuando la puerta de su habitación se abrió.

—¡MAMÁ! —gritó Noah saliendo abruptamente de Aiden quien soltó un gemido de dolor. Aunque eso no se comparaba a lo rojas que estaban sus mejillas por la vergüenza que recorría su cuerpo en ese preciso instante, aún debajo de las cobijas y sin poder ver a la madre de Noah este era por mucho el momento mas embarazoso de su vida.

—Sal ya mismo, te espero afuera— dijo Katrina saliendo de la habitación.

—Aiden lo siento mucho, no quería lastimarte—se disculpo Noah.

—ve con la alfa—dijo debajo de las sabanas aún.

Noah se levanto y se cubrió con una sabana, salió de la habitación y enfrento la mirada asesina más letal del mundo, la de su madre.

—¿Qué diablos estas haciendo? —dijo enojada la mujer.

—bueno mamá no creo que haga falta que te explique—dijo siéntiendo como sus mejillas se ruborizaban.

—Noah, obviamente no hablo de eso, que créeme se perfectamente que es, cualquiera en el segundo piso podría decirte que era lo que hacías, incluso creo que se escucha desde el primero—dijo la mujer furiosa, Noah se impresiono, no pensó que hicieran tanto ruido.

—bien ¿entonces a que te refieres? —pregunto de modo ingenuo.

—hoy es Martes Noah, martes a las 10:00 am, día de escuela ¿Qué diablos haces aquí y no en el colegio? —dijo la mujer mirando seriamente a su hijo.

—¿MARTES? Dios mamá porque nadie me dijo, no tenía idea —dijo impresionada, había pasado el fin de semana completo sin salir de la habitación por estar con Aiden.

—Acabó de llegar del aeropuerto, obviamente no sabía que te gustaba faltar a clases para usar la casa de motel —dijo la madre de Noah.

—bueno, solo falte lunes y hoy, tampoco es tanto—dijo mirando a su madre que con facilidad podía ahorcarlo ahí mismo.

—No quiero que faltes un día más al colegio Noah, esto no es bueno en absoluto, ya la gente perdió la fe en ti de muchas formas, no hagas que ni los empleados de la empresa confíen en ti—dijo la mujer tocando el puente de la nariz, vaya que se había cabreado.

—lo sé, lo siento. ¿Pero para que me buscabas? —pregunto el menor.

—la carrera anual de la manada se acerca participarás como todos los años vas a participar y vas a ganar—dijo con firmeza la mujer.

—mamá cada año participó por que soy tu hijo, pero solo he ganado una vez en los cinco años que tengo de asistir y eso fue porque tenía 13 años, mucha energía, era la primera vez que la corría y entrene por casi un año, no me puedes decir a dos semanas que quieres que gane, es imposible—dijo Noah.

—No es una oferta Noah, es una orden, vendrán Mason y Johan, sus hijas participaran en la carrera y no vas a dejar que dos chicas te ganen—dijo la mujer.

—¡ay! Mamá, no seas sexista, estamos en el siglo 21, ademas en cuestiones de habilidad en lobos tu sabes que no hay diferencia entre hombre y mujer. Si son más rápidas que yo no hay nada que hacer —dijo Noah.

—No soy sexista Noah, como te ganen esas chicas tu oportunidad de ser el gran alfa con Aiden a tu lado se acaba, tienes que demostrar que eres un lobo excepcional —dijo la mujer.

—vale, esta bien, supongo que tienes razón, con Mason y Johan aquí tengo que pretender todo lo que no soy y más si quiero que me vean de otra forma—dijo Noah.

—eres excelente tal y como eres Noah, pero frente a Mason y Johan debes demostrar que estas al nivel de sus hijas, ellas son lobos dignas del Triángulo y sus compañeros son lobos de alto rango, dos alfas—Noah miró a su madre y luego miró la puerta.

—¿cuando comienzo el entrenamiento?—preguntó suspirando.

—mañana mismo, todos los días despues de clases, tu padre y yo estaremos al frente de la organización que existe para defender el territorio mientras tu te concentras en la carrera, vas a entrenar cinco horas diarias y el fin de semana no descansaras ni un minuto, quiero que des lo mejor de ti Noah—dijo su madre, Noah asintió.

—bien, duchate y llega al menos al quinto y sexto periodo —dijo su madre caminando lejos de él. Noah se dejo caer por la pared, cada día se alejaba más de la normalidad y se acercaba más a la locura absoluta, ya no tenía cabeza de todo lo que debía hacer.

Después de unos minutos de ruptura mental el castaño se levantó y camino a su habitación, Aiden estaba en la cama jugando con su celular.

—¿escuchaste? —pregunto Noah, el menor dejo el celular en la cama.

—claro y fuerte, no más tiempo juntos y tienes que ir a clases —dijo Aiden.

—sabes que te amo y pasaría contigo 24 horas del día contigo, pero mi mamá tiene razón, tengo que demostrar que soy fuerte, sabes las chicas, las hijas de Mason y Johan y yo nunca hemos sido competitivos, crecimos juntos, nunca pensé que estaba detrás de ellas en algún sentido, pero la realidad es que yo nunca hice nada por ser un buen alfa, ademas tampoco me interesaba ser capaz fisicamente, me concentre tanto en ser Noah el hijo de un millonario que deje que Noah futuro miembro del Triángulo dejara de importarme —se lamento sentándose junto al rubio.

—eres Noah y eres perfecto, además tengo días soñando que corres junto a dos lobas, Everleight y Nova no son tan rápidas—dijo Aiden sin darse cuenta que contó mas de lo que quería.

—Aiden ¿Cómo sabes sus nombres? —preguntó Noah con sorpresa en su voz.

—no lo sé, son reales, pensé que eran parte de la ilusión—dijo el rubio.

—lo son, sus nombres son Everleight y Nova, fue parte de una de tus visiones ¿verdad? —dijo entusiasmado el mayor, la exactitud de los sueños de Aiden le parecía íncreible.

—desde que hicimos el amor hace dos días comencé a tener ese sueño recurrente de ustedes corriendo, divirtiéndose —dijo Aiden.

—es genial, si tan solo pudiesen ver todas tus habilidades en vez de criticarte Mason y Joah se arrepentirían —dijo Noah.

—esta bien, solo adiviné dos nombres —dijo el menor.

—Aiden eso es increible, los lobos no pueden hacer eso —dijo Noah.

—entonces no les digamos, ya me odian por lo que no soy, no hagamos que me odien también por lo que sea que soy—dijo el menor con un escalofrio recorriendo su espalda.

—No te odian, pero si lo hacen mal por ellos porque tu eres perfecto—dijo Noah subiéndose sobre las caderas de Aiden.

—tu eres el único que piensa eso—dijo Aiden.

—bueno que más da, más para mí—dijo Noah besando a Aiden en los labios y luego bajando a su cuello mientras se movía con pasión sobre el menor, para continuar así con lo que dejaron sin terminar.