VIAJANDO ENCONTRÉ A DIOS [ ✔COMPLETA] [ EN EDICIÓN]

Prefacio

Querido lector, buscador incansable de aventuras, propósito y verdad:

Imagina por un momento que estás en una playa desierta de Ha Long Bay, con la arena dorada entre tus dedos y el murmullo del mar como única compañía. El sol se hunde en el horizonte, pintando el cielo de tonos imposibles, y de repente, en medio de tanta belleza, te invade una pregunta que sacude los cimientos de tu ser: "¿Qué estoy haciendo aquí realmente?"

Así comenzó mi viaje. No el físico —ese había empezado meses antes en un avión rumbo a los Estados Unidos— sino el verdadero viaje, el que transcurre en las profundidades del alma.

En las páginas que siguen, te invito a acompañarme en una odisea que me llevó desde las polvorientas calles de un olvidado pueblecito colombiano, hasta los rascacielos de Nueva York. Desde las dulces montañas de Japón hasta las playas paradisíacas de Tailandia. Pero más que un recorrido geográfico, este libro es un mapa del corazón, un diario de transformación espiritual que desafió todo lo que creía saber sobre mí mismo y sobre el mundo.

"Viajando Encontré a Dios" no es solo el relato de mis aventuras por Asia; es una exploración de las preguntas fundamentales que todos enfrentamos en algún momento de nuestras vidas: ¿Existe Dios realmente? ¿Quién soy yo en esencia? ¿Cuál es mi propósito en este vasto universo? ¿Dónde se encuentra la verdadera felicidad?

Te advierto, querido lector, que este no es un cuento de hadas. Aquí encontrarás momentos de duda desgarradora, noches oscuras del alma donde la fe parecía un espejismo inalcanzable. Compartirás conmigo la confusión de estar perdido en una ciudad extraña, sin dinero y sin dirección. Sentirás el vértigo de las decisiones que cambian el rumbo de una vida y el asombro ante revelaciones que desafían la lógica.

Pero también serás testigo de milagros cotidianos, de esos momentos de claridad cristalina en los que el velo de la realidad parece levantarse para revelar una verdad más profunda. Descubrirás, como yo lo hice, que a veces es necesario perderse para encontrarse, y que Dios tiene una forma peculiar de aparecer en los lugares más inesperados: en la sonrisa de un niño huérfano en Vietnam, en la sabiduría de un monje budista en Tailandia, o en el silencio sobrecogedor de una noche estrellada en medio de campos de arroz.

Este libro es un testimonio del poder transformador de la fe, de la fortaleza indomable del espíritu humano y de la inmensidad del amor de Dios. Es una historia de redención, de segundas (y terceras, y cuartas) oportunidades, de caídas y resurgimientos. Pero sobre todo, es una narrativa de la gracia divina, esa fuerza inexplicable que me encontró cuando menos lo merecía y cambió el curso de mi vida para siempre.

Al reflexionar sobre mi viaje, veo con claridad que el verdadero protagonista de esta historia no soy yo. Es Jesucristo, mi Señor y salvador, a quien le debo todo lo que soy. Él me rescató cuando estaba perdido, me dio un propósito cuando vagaba sin rumbo, y transformó mi existencia de maneras que aún me cuesta comprender.

Te invito, querido lector, a que emprendas este viaje conmigo con el corazón y la mente abiertos. Explora las profundidades de las preguntas más esenciales de la vida. Busca la verdad sobre quién eres y cuál es tu llamado en este mundo. Maravíllate ante la belleza de culturas diferentes y paisajes asombrosos, pero sobre todo, prepárate para descubrir el poder transformador del amor de Dios.

Quizás, al final de estas páginas, descubras que tu propio viaje espiritual ha estado ocurriendo en paralelo al mío. Tal vez encuentres ecos de tu propia búsqueda en mis palabras, o quizás este libro sea el catalizador que te impulse a emprender tu propia aventura de descubrimiento.

La aventura comienza aquí, en este preciso momento. Las páginas que siguen son un mapa hacia lo desconocido, un diario de transformación, una invitación a ver el mundo —y a ti mismo— con nuevos ojos.

¿Estás listo para descubrir lo que te espera más allá del horizonte de lo conocido?

Toma mi mano, querido lector. El viaje está a punto de comenzar.