15. Hogar.

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Caleb atemorizado se tiro al suelo mientras la flecha rozaba su desordenado cabello.

- ¡Una trampa!- gritó Ian.

En cuestión de segundos comenzaron a salir flechas de distintas direcciones, era como si fuesen lanzadas aleatoriamente y no se alcanzaba a notar de donde provenían. Ninguna pudo alcanzarnos hasta entonces. No había escapatoria, el único lugar de donde no habían salido era de aquel sendero. No existía opción.

- ¡Corran al sendero!- grité sin más.

Sin vacilar, todos comenzamos a correr por el camino de tierra.

- ¡Maldición!

Escuché la voz de July maldiciendo algo pero no sabía que era y parar a preguntarle no era una opción así que solo atiné a verla, seguía corriendo.

Seguimos el sendero hasta llegar a una cascada no muy lejos de donde comenzamos a correr. El agua era cristalina, y la cascada le daba un toque mágico a la escena. Dejamos de correr... mis pulmones ardían pero las flechas al parecer se habían quedado atrás, sin haber lastimado a ninguno de nosotros, o al menos, eso parecía.

- ¡July!- grité su nombre cuando me detuve para tomar una bocanada de aire.

July se encontraba revisando su pantorrilla. Me acerque a ella.

- ¿Qué te sucedió July? ¿Estás bien?

- Estoy bien solo que...- ella presionaba con fuerza un punto en su piel, había sangre.- un flecha rozó mi pierna.

- ¡¿Estás segura?!- estaba realmente preocupada.

- Si...- quito sus manos de la zona afectada, solo era un raspón.

- Ven, vamos a limpiar la herida en la cascada.

Me siguió hasta la cascada. Ella comenzó a poner agua en la herida.

Me levanté, dejando a mi hermana sentada en el claro de la cascada. Me dirigí hacia Tobías. Me sentía asustada, de nuevo.

Mi mirada se encontró con la Tobías, sus ojos cafés expresaban lo mismo que los míos. Terror.

- ¿Cómo estás...?- sus palabras esta vez sonaban con cierto tono de desesperación

- Eso no importa ahora, mejor dime, ¿Tu te encuentras bien?

- Siento que vamos a morir.- me dio la espalda y escondió su cara entre sus manos.

- ¡No vamos a morir!- grité, haciendo que todos dirigieran su mirada a mi.

- ¿Y si lo hacemos?- preguntó Fabi, mientras se tallaba los ojos.

- No, no lo haremos, tenemos que ser fuertes, por... ¡Por Thomas! ¡Por nosotros mismos! lo vamos a lograr, vamos a ser libres, veremos a nuestros padres y nada de esto impedirá eso.

- ¿Ya viste en donde estamos? Fuera del área segura.- profesó Esteban.- ¿Recuerdas al gorila? De seguro hay más como el, ¿Y qué haremos? Una vez más te lo digo, ¡Maldición! ¡Vamos a morir! Y tu sigues ahí como si nada intentando negarlo, pero en el fondo lo sabes...

- ¡Cállate! - gritó Tobías.- ¡Si sigues así si vas a morir!

Un silencio abrumador inundó el lugar. Cada quien estaba en una lucha interna dentro de si mismos para no perder la cabeza. Nadie hablo durante un largo rato, todos se limitaron a tomar asiento en algún lugar cerca del pequeño arroyo, yo seguía pensando en que pudo habernos atacado antes, y una vez más mi cabeza dio mil y una vueltas, mientras más pensaba más difícil era procesar lo que había sucedido, entonces recordé a mi familia...

This is a dream.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora