Capítulo 8

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Octavo Capítulo

Tercera persona



Su rostro era tan frío que parecía carecer de emociones en su totalidad. Un escalofrío recorrió descaradamente la espalda de Nick y comenzó a sudar frío.

—Tú...— soltó Nick con el labio temblándole y la voz rota.

Nick no sabía que pensar. ¿Por qué le había hecho esto? Cómo podría ser posible que esa persona fuera quien estuvo detrás de todo...de entre todos...

Nick se estremeció cuando escuchó unos pasos aproximarse a él. Las manos de Nick sudaban y temblaban al igual que sus piernas. Cerró los ojos con fuerza y apretó los puños hasta que estos se tornaron blanquecinos.

No podía hablar, estaba en shock.

— Nick— saludó alegremente pero con voz helada— ¡Qué gusto tenerte aquí!— sus comisuras se elevaron formando una sonrisa asquerosamente cínica. — Bueno, no es como si tuvieras opción— agregó entre risas sarcásticas.

Arrastró una silla de una mesa pequeña a la derecha de Nick y tomó asiento frente a este. La respiración de Nick era irregular y su corazón bombeaba sangre de tal manera en la que daba la impresión de que eventualmente terminaría explotando.

Esto no podía ser posible...

—Tú...— Nick volvió a pronunciar— ¿Eres...M?— pasó saliva con dificultad ya que su garganta estaba tan reseca que dolía la acción.

Nick vio cómo las cejas de M se alzaban como si se burlase de aquella acusación.

—Si —dijo con simpleza—, bueno, casi, depende. — Sostuvo su mentón con dos dedos simulando estar reflexionando sobre su respuesta.

— ¿Cómo pudiste?— dijo con un hilo de voz inaudible para M. Sus ojos fijos en el suelo se cristalizaron.

M murmuró un "¿Hmmm?" Y acercó una oreja para escucharle mejor.

— ¡¿Por qué haces esto?!— Gritó— ¿Por qué?— disminuyendo el tono de su voz— ¿Por qué nos haces esto?— exigió saber con firmeza— Max...—susurró dolido y cerró sus ojos— Delilah...— la voz de Nick se rompió y lágrimas cayeron de sus ojos silenciosamente. — ¿Por qué haces esto? ¿Qué hemos hecho?—sollozó.

M suspiró con pesadez.

— Deja de hacer tantas preguntas, estás comenzando a fastidiarme. —posó una mano en el arco de su nariz y masajeó. Después, frunció el ceño.

— ¡Ella te quería! ¡Nosotros te queríamos! ¡Creí que también lo hacías!

—Es algo que jamás entenderás. No tienes ni una idea de lo que es amarla, lo que ella necesita, lo que quiere. Tú no entiendes para nada lo que siento por ella. — Achinó sus ojos en una pequeña sonrisa macabra.

Nick pasó saliva, apretó la mandíbula y busco en todos los rincones de su cuerpo y mente para reunir todo el valor que pudo para poder ser capaz de abrir la boca y decir:

— ¡Yo la amo!— mintió— ¡Tú no sabes lo que es amarla!— ni él.

M le fulminó intensamente con la mirada pero Nick no mostró ningún signo de arrepentirse de aquellas palabras ya dichas.

— Es porque la amo...— dijo M con los labios presionados en una fina línea.

M soltó una risa seca y su sonrisa se ensanchó de manera enfermiza. Nick lloraba en silencio y miraba con horror el rostro de M aún sin creer que todo eso estuviese sucediendo en verdad.

—Si...—M cubrió su boca con una mano y con la vista perdida agregó— ¡Es porque la amo tanto! Tanto, tanto, tanto, ¡Tanto! ¡Tanto! ¡TANTO! ¡TANTO! ¡TANTO! ¡¡TANTO!! ¡¡¡TANTO!!!— exhala y suelta una risa que eriza el vello en la nuca de Nick.

M miró a Nick y este sintió sus órganos internos encogerse con brutalidad.

—No, ¡Tú no la quieres de verdad!— dijo mientras fruncía el ceño y su rostro se oscurecía— ¡Tú sólo deseas su cuerpo! ¡Tú sólo tienes ideas impuras de ella! ¡Sólo quieres arruinarla! ¡Ensuciarla!— M paró de hablar y con el ceño aún fruncido, esbozó una enorme sonrisa de oreja a oreja. — Jamás dejaré que pase, no dejaré que le hagas los que le hiciste a aquella chica hace dos años.

Nick palideció, parecía que vio un muerto recién salido de su tumba.

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—Mim   

Mi Querida DelilahDonde viven las historias. Descúbrelo ahora