Capítulo 5

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Quinto Capítulo

Narración Tercera Persona


Después de aquel inesperado reencuentro, Delilah no dejaba de pensar en los recuerdos que hizo con Abby. Delilah no podía imaginar que provocó tal cambio, que provocó que Abby le odiase de tal manera. Delilah creía que Abby le odiaba, pero estaba muy equivocada. Abby le amaba con locura. Pero debía mantenerse alejada para no lastimar a Delilah, no quería que al estar tan cerca de ella su amor creciera tanto que le fuera letal, no quería poner a nadie en peligro. Quería mantener la distancia y así lo hizo, seguía a Delilah manteniendo cierta distancia. La vigilaba.

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Al día siguiente, Delilah despertó con un horrible dolor de cabeza, todo gracias al Golden Retriever del vecino. Aquel perro no dejó de ladrar en la noche y por consecuencia, Delilah no dejaba de despertarse por la noche.

Se preparó para ir al instituto y aún al haber hecho esfuerzos sobre humanos por ocultar sus ojeras, no dieron frutos, cualquier persona con el sentido de la vista podría notar que no pudo pegar un ojo en toda la noche.

Todo el día, Delilah pareció ida, se quedaba dormida en clase y buscaba en los corredores a Abby, pero no la encontraba y aún y si ella estuviera ahí, lo más probable es que Delilah no la haya encontrado ya que su nivel de concentración se encontraba en números negativos.

Al acabar las clases, Delilah se encontraba más hambrienta que de costumbre y al parecer no era la única. Nick parecía igual de hambriento ya que en medio de su conversación su estómago gruñó con fuerza, Nick se sonrojó.

Nick carraspeó.

—Delilah— Nick dijo intentando despertar a la mencionada de su milésimo sueño con los ojos abiertos en lo que lleva el día.

— ¿Si?— Respondió esta, volviendo en sí.

— ¿Tienes planes para el domingo?— preguntó mientras se rascaba la nuca un poco nervioso.

—No creo, mis padres se encuentran de viaje y mi hermano se irá a unas cabañas el fin de semana. ¿Por qué?

—Bueno, quería saber si quieres salir conmigo a comer o algo, tengo algo importante que decirte. —Delilah se sonrojó y comenzó a sacar conclusiones automáticamente.

—Sí, claro. ¿A qué hora sería?—preguntó con las mejillas aún calientes.

—A eso de las cuatro de la tarde. —dijo levantando un poco sus ojos, como gesto de estar buscando la hora más conveniente para la reunión.— ¿Te parece bien?

Delilah asintió.

— ¡Hola chicos!— saludó feliz Max. Pero cuándo vio a Delilah fingió asustarse. — ¡Wow! ¿Y a ti qué te pasó? Te ves horrible— dijo llevándose una mano a la boca y con preocupación fingida, Nick le dio un codazo.

—Muchas gracias por el cumplido— dijo Delilah sarcásticamente. — Es una larga historia, se las contaré después.

Ambos asintieron.

—Bueno, damas y caballeros. —Dijo Max intentando conseguir la atención de solo una dama y un caballero -Delilah y Nick-.—Les quiero presentar a alguien...

— ¿A quién?— preguntaron al unísono Delilah y Nick.

Max simuló ruido de tambores en un casillero y gritó:

— ¡Les presento a mi novia, Vanessa Lee!— Max aplaudió eufórico y una chica asiática se acercó a ellos con timidez—Es la presidenta del club de informática y computación, se escucha muy intelectual así que seguramente es muy inteligente—sonrió a Vanessa.

Mi Querida DelilahDonde viven las historias. Descúbrelo ahora