MinSeok es un omega demasiado hermoso y con un carácter dulce, trabaja en panadería junto a sus padres, de hecho era suya.
Pero hay algo que hace que ningún alfa u beta se acerque a MinSeok, y eso es, que es infértil.
Sin embargo es un omega indep...
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MinSeok regresó a su lugar de trabajo con una sonrisa imborrable en su rostro, esa tarde los pastelillos le saldrían de maravilla. Los clientes estaban demasiado satisfechos con el resultado. Los trabajadores de aquella familia seguían órdenes muy estrictas de como realizar cada pan o pastel. Estaban contentos con los resultados, además la paga era muy buena.
MinSeok salió del trabajo antes que sus padres con la esperanza de estar listo para su salida con aquel guapo alfa, se quitó su uniforme de trabajo para terminarse de desnudar y meterse a la regadera, el agua estaba a la temperatura que le gustaba a MinSeok. Cantó, cosa que a veces hacía pero esta vez se sentía tan emocionado. Sentía que el corazón se le iba a salir.
MinSeok comenzó a prepararse, a ponerse crema, se puso unos pantalones negros junto con una playera de manga larga de rayas blancas, se maquillo un poco, necesitaba darle una buena impresión a JongDae. Miró su teléfono para encontrar un mensaje del alfa. «Estaré frente a tu casa en diez minutos» pues él ya estaba preparado, siempre usando trajes.
—Espero todo salga bien —MinSeok cerró los ojos deseando.
Esperó pacientemente a que los minutos transcurrieran. La espera terminó cuando el timbre se escuchó. Bajó de la tercera planta con prisa pero sin perder su encanto, llegó hasta la puerta y atravesó un poco de su jardín.
Llegó hasta las rejas donde se dirigió para estar frente a JongDae.
—Buenas noches, MinSeok —dijo el alfa una vez estando frente a frente.
—Buenas noches —respondió.
MinSeok abrió la reja para salir.
—Eres muy puntual —dijo MinSeok.
—Lo soy, bajaste muy rápido —señaló la ventana de su cuarto.
—¿Cómo sabes que es mi habitación? —volteó a mirar su ventana.
—Vi cuando miraste por la ventana y saltaste de alegría —MinSeok se sonrojó.
—Siento que miraras esa parte de mí —se disculpó.
—Descuida, me gusta —JongDae hizo que MinSeok se sonrojara más.
—¿Y dónde planeas llevarme? —preguntó MinSeok.
—Tenía pensado llevarte a un restaurante y caminar por ahí, sólo si te parece.
A JongDae no le molestaría que MinSeok dijera otra propuesta.
—Me parece bien —era buena idea para él.
JongDae lo llevó hasta el lado del copiloto y una vez que MinSeok se subió al auto, JongDae lo rodeó para llegar hasta el lado del piloto. No hubo conversación en el camino más que la radio, ambos disfrutaban de la música. Al llegar al restaurante MinSeok fue tratado de la forma más cordial. Fueron llevados hasta una mesa, las sillas eran dos sofás elegantes y cómodos de color negro. El mesero llegó, ambos pidieron la especialidad de la casa.
—Es muy bonito este lugar —desde las copas hasta los candelabros de cristal que colgaban muy cerca de ellos.
—Por eso te traje aquí —el mesero llegó con las órdenes para despedirse, recordando si había algo que se les ofrecía, lo llamaran.
MinSeok probó el primer bocado y sus papilas gustativas se sentían en el mismo cielo.
—Podría traerte aquí las veces que quisieras —JongDae cortó el jugoso filete.
—Te dejaría pobre —bromeó.
Al ver que JongDae no rió dejó de sonreír. Se concentró en su filete sintiéndose tonto.
—MinSeok… ¿cómo te empezó a gustar eso de la repostería? —JongDae tomó la copa.
La copa contenía agua.
—Mis padres siempre han sido panaderos así que desde pequeños, mis hermanos y yo aprendimos y con el paso del tiempo a mí me gustó. Incluso estamos pensando en abrir una nueva marca en el mercado.
—Suena muy bien —hizo un gesto de aprobación —. Me alegra que realices todo lo que te gusta.
La plática comenzó a desenvolverse convirtiéndola en algo más agradable. La cena había terminado por lo que decidieron irse, comenzaron a caminar por la calle mirando a su alrededor, iban demasiado juntos casi tocando hombro con hombro, con rostros sonrientes.
—Hace un poco de frío —tembló MinSeok.
JongDae se quitó su saco para ponerlo sobre los hombros a MinSeok.
—Creo que debemos volver al auto —retornaron.
El auto era cálido a comparación con el clima de la calle, JongDae manejó hasta la casa de MinSeok, al llegar ahí, JongDae llevó a MinSeok hasta la puerta.
—Gracias por la invitación —MinSeok se quitó el saco para regresarlo al dueño.
—Es algo que me nació hacer —aseguró —. Minseok, yo soy un alfa demasiado serio pero realmente me divertí, quiero volver a tener otra cita contigo.
—Yo también quiero a volver a salir contigo —MinSeok tenía sus mejillas espolvoreadas de color rosa.
—Mañana quiero llevarte a patinar sobre hielo —avisó —. Nos vemos mañana.
JongDae tomó las pequeñas manos de MinSeok para después soltarlas. MinSeok vio como aquel alfa se fue.
