Un descansito

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—LA CIUDAD DE BANDLE HA GANADO! —

Fue lo que dijo el anunciador, y en ese momento todo se regeneró, incluso Teemo quien yacía en el suelo con su traje destrozado sintió como su traje se reparó, como el casco volvió a él y como sus fuerzas regresaron. Pudo observar como todos los demás desaparecieron envueltos por luz, siendo él mismo el último en irse. Por lo general los campeones solían salir juntos por una misma salida de la grieta, pero debido a la enorme tensión se tuvo que cambiar por esta salida mágica y separada del enemigo, solo por esta ocasión.

Cuando abrió los ojos, Tristana se encontró en la salida del equipo yordle, junto con Veigar, Lulu, Rumble y Teemo. Habían triunfado luego de un extenuante combate de casi tres horas, lo mejor de todo era que la ciudad de Bandle ahora se encontraba libre de las amenazas de Noxus y aún más importante, Teemo había podido cobrar venganza por la muerte de su sobrino. La artillera estaba tan feliz por él, y quería compartir su felicidad con el explorador, tenía unas enormes ganas de abrazarlo y besarlo, pero sabía que no podía hacerlo en público, ya que se armaría un gran escándalo. Pero pudo notar que Teemo parecía sentirse extraño mientras caminaban a la salida.

—Oye Teemo... —Tristana le iba a hablar, pero justo en ese momento los flashes de los periodistas la cegaron temporalmente. Varios periodistas se acercaron a los yordles para preguntarles sobre el combate y sus respectivas opiniones acerca del desarrollo que tuvo.

—Teemo! ¿Qué se siente haber sido quien dio el golpe de victoria para tu equipo? —preguntó uno mirando al explorador, quien yacía con la mirada gacha. Este no le respondió, sino que pasó entre medio de todos los periodistas abriéndose paso con sus brazos.

Corrió hasta su habitación y se encerró en ella con llave. Se quitó lentamente el casco y se dejó caer apoyándose en la puerta.

—Irene... —dijo al mismo tiempo que sus ojos comenzaron a sentirse húmedos por las lagrimas que le estaban brotando.

Tristana notó que algo no andaba bien con Teemo, y quería ayudarlo, sin embargo, los reporteros estaban interfiriendo. La artillera miro a los demás. —Respondan ustedes chicos, tengo que ir a ver que le pasa a Teemo... —dijo mientras se abría paso a través de los periodistas, dejando a Veigar, Lulu y Rumble ante los hambrientos reporteros. Cuando ya estaba libre, Tristana emprendió carrera hacia la habitación de Teemo, y apenas llegó golpeó la puerta. —¿Teemo? ¿Estas ahí? Soy yo, Tristana. —

No pasó mucho tiempo cuando la puerta se abrió, y Tristana pudo verlo. El explorador tenía los ojos rojos, señal de que había estado llorando. Apenas lo vio fue a abrazarlo con fuerza, algo que Teemo necesitaba y a lo que correspondió con gusto, al mismo tiempo que rompió en llanto en el hombro de su amiga.

—Ya... tranquilo Teemo... todo terminó... —dijo Tristana dándole unas palmaditas en la espalda.

—Pero Irene... —La voz del explorador parecía quebrada.

—Ella está bien Teemo —respondió la artillera tratando de consolarlo.

—Ella no se merecía esto! —

—Lo sé Teemo, lo sé... pero tu pudiste hacer un poco de justicia por lo que pasó... —Tristana se separó del abrazo y le tomo las manos. —No sientas así por favor... me duele verte así... —

—Fue mi culpa! —dijo Teemo impotente.

—Ya sh... desahógate... —El explorador aún estaba llorando en su hombro, pero esta vez había cesado un poco. —Deberías sentirte aliviado de que ella aún sigue viva. —Tristana intentó animarlo, lo miró a los ojos y suspiro. —Cuando volvamos a Bandle, ¿Quieres que vayamos a visitarla? —

Que difícil es decir te amo (Tristana X Teemo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora