CAPÍTULO 44. Efecto sorpresa

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72 horas antes de "La gran gala"

Dentro de lo que parecía ser un búnker, en una pequeña sala blanca cementada y hermética por completo, se hallaba una mesa redonda de madera en donde se desplegó un enorme mapa. Por lo que parecía no era uno cualquiera, más bien se trataba de un plano detallado de la zona de excavación donde se situaba el Árbol Sagrado Éter.

Alrededor de esa mesa se encontraban Fitzgerald y sus compañeros de equipo. Todos ellos en silencio, limitándose a observar a su líder, quien estaba absorto en sus pensamientos.

-Bien compañeros. Hay algo que debo comunicarles. Si les soy sincero, no sé hasta qué punto estarán preparados esos Aclaryels rebeldes. Lo que sí sabemos, es que son pocos. Y en eso les ganamos en ventaja. Aún así, no debemos confiarnos.

-Señor Fitzgerald- añadió un hombre corpulento que, por las insignias que colgaban adecuadamente en su traje; parecía tratarse de una figura de alto cargo.- Llevarán meses planificando este ataque. Probablemente mucho más tiempo incluso. Habrán analizado con precisión cada detalle de nuestras técnicas de ataque e intervención. No les pillaremos por sorpresa.

-En eso se equivoca, Señor Rivercross- le respondió Fitzgerald con una sonrisa pícara dibujada en su rostro.-En realidad, jugaremos con un maravilloso As que tengo guardado en la manga. Nadie lo esperará, será todo una sorpresa sin duda.

-¿Como qué, mi señor?.

Conforme la expectación de todos aumentaban ante su gran revelación, Fitzgerald extraía de uno de los bolsillos delanteros de su chaqueta una fotografía pequeña a color de lo que parecía una joven y atractiva mujer. La tomó entre sus dedos y la lanzó al centro de la mesa para que así todos pudiesen contemplarla.

-Es muy hermosa, mi señor Fitzgerald. ¿De quién se trata?, ¿será nuestro gancho?.

-Amigos, les presento a Olivia Jackson. Ella es mi nuera, en cuestión es la esposa de mi hijo pequeño Jake Strauss. Su matrimonio ha sido algo reciente, como algunos de ustedes sabrán pues fueron invitados a la boda.- hizo una pequeña pausa desviando la mirada hacia los socios con los que sentía mayor complicidad y confianza en búsqueda de ayuda para expresar las palabras venideras.
Y fruto de ese maravilloso compromiso-prosiguió- ha crecido en el vientre de la madre un hermoso bebé de tan sólo unas semanas. Aún desconocemos fechas y género, pero sabemos que todo está en orden y perfecto estado. Mi mujer Donna y mi hijo primogénito Frederic se han ocupado personalmente de que no le falte de nada.

Una serie de rostros extrañados y desconcertados fueron apareciendo alrededor de la mesa. Pocos entendían el mensaje que quería transmitir. Y esos pocos, ¿acaso sabían de esta noticia?, ¿qué pretendía Fitzgerald con todo aquello?.

-Señor Fitzgerald...- insistió el señor Rivercross.- Nos alegra recibir tan buenas noticias por parte de su familia. Es toda una bendición. Sin embargo... no logro entender hacia donde quiere llegar.

-Señor Rivercross. Olivia será el factor sorpresa. En cuanto mi hijo Jake, quien ya conoce la hermosa noticia, decida proclamar a los cuatro vientos esa información; todos sus compañeros Aclaryels se retirarán en el último instante. O al menos, no habrá tantos daños materiales como personales. Nadie se atreve a atacar a una mujer embaraza. Y si en la "Gran Gala" antes estaba en peligro, ahora Olivia nos ayudará a nosotros. Nos protegerá. No tendrán agallas.

-¡Señor!, ¡eso es un disparate!. ¡Pretende utilizar a una madre y a su hijo como escudo protector!. ¿Acaso el padre de la criatura está de acuerdo?. ¡Cómo es capaz de hacer algo así!.

-Os aseguro que conozco bien a mi hijo. Jake lo dirá, y nadie pondrá ni un solo pelo encima a Olivia. Lo prometo. Cumpliré mi promesa de que no saldrán heridos. Ni ellos ni vosotros. El plan, está tan perfectamente elaborado que será imposible perder frente a ellos.

Y a pesar del disparatado y retorcido plan de Fitzgerald, todos los miembros reunidos estuvieron finalmente y decidieron aceptar; asumiendo control absoluto de la situación y sin temor a fallar.

Pero hubo un detalle que Fitzgerald obvio por sobreconfianza en su no tan "maravilloso plan". Un detalle que cambiaría el orden de las cosas por completo y para siempre. Su hijo Jake Strauss nunca habló sobre la existencia de esa criatura a ningún Aclaryel rebelde de sus compañeros. Ni siquiera Emma.

Quizás Olivia no estuviese tan segura a fin de cuentas.

Elementos II : La guerra de dos mundosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora