Sin Manada: Luna Azul [Finalizada]

Control: Entrenamiento

Aun el sol no salía cuando Gideon y Gabriel ya estaban levantados juntando sus cosas y haciendo lo posible por no hacer ruido, tenían comida, agua, suficiente para el día de hoy. Mientras salían de la mansión vieron que la abuela de Gideon estaba afuera contemplando la madrugada.

— Las estrellas se comportan extrañamente, el bosque y el sonido de los vientos que van y vienen tratan de decirme algo, por favor tengan cuidado al ir a la montañas.

— No se preocupe abuelita, iremos con cuidado. — Dijo alegre Gabriel pero ganándose un golpe del bastón de madera de la anciana.

— ¡Ya te he dicho que no me digas abuelita! — Gruñó la mujer mayor.

— Estaremos bien, iremos por una ruta que nosotros solo conocemos ya que nosotros nos abrimos paso. Todo estará bien. — Gideon sonrió mientras sujetaba con fuerza su mochila. — Les encargo mucho a Hunter y Caín. Díganle a Selene y al alfa de los Owen que no les exijan mucho, después de todo son humanos.

— Como tú ordenes Gideon. Yo estaré al tanto de su entrenamiento.

Con las palabras de la mujer ambos lobos empezaron su camino hacia la montaña que se veía a lo lejos del paisaje de la mansión, mientras iban a paso lento Gabriel tuvo una duda.

— Nunca he escuchado que le digas abuela a tu abuela ¿Por qué? — Preguntó curioso.

— Bueno, ten en cuenta que se trata de mi abuela pero a la vez también es mi tía. No sé cómo referirme a ella en sí. Ya sabes que todo es confuso en mi árbol genealógico.

— Lo sé, todas las combinaciones existentes en incesto están en tu familia. De cierta manera da repulsión pero tratándose de lobos...

— Gabriel, cállate y mejor camina.

Dijo sin más el alfa quien junto a su amigo siguieron caminando esperando llegar a la montaña destino después del medio día, para comenzar con un calentamiento físico, después un poco de meditación para ahora si empezar con el entrenamiento del estado del lobo vampiro. Gideon debía de dar todo de él si quisiera usar aquella criatura como arma para batallas, iba ser un proceso largo pero que debía empezar lo mas rápido posible en caso de que una emergencia.

Era el momento de aceptar el monstruo que llevaba adentro...

Los días pasaron y durante ese tiempo Hunter no tuvo mucho contacto con Gideon quien estaba entrenando al igual que él. Mientras blandía la espada de prácticas que le había entregado su amigo Christopher, este no dejaba de pensar en su pareja como debía de estar pasándola.

— ¡Estas distraído Hunter! — Gritó Christopher dándole un golpe con otra espada de entrenamiento. — No estás concentrado en la espada, en usarla bien. Sé que te preocupa Gideon pero eso ahorita debe de estar en segundo término.

— Es que no puedo estar tranquilo Chris. Simplemente pensar en lo duró que la debe de estar pasando Gideon tratando de controlar esa extraña cosa que no sé cómo referirme.

— Sé que se trata de tu pareja destinada hermano. Pero si tengo que decir algo es que necesitas confiar más en él. Gideon es un alfa y si algo tenemos en común todos los alfas del mundo, es que somos testarudos en cuando nos determinamos a hacer algo.

— ¿En serio? — Se quedó un poco impresionado el profesor. — Ahora entiendo muchas cosas.

— Si, como sea. Sera que mejor vuelvas a practicar, recuerda abrir bien el compás de tus piernas, mantener firme y en Angulo recto tus brazos y al momento de abanicar mantener la muñeca lo más controlada posible. Debes de controlar bien los movimientos con la espada para después continuar con las tácticas de ofensiva y defensiva en combate cuerpo a cuerpo, iremos desde el arte del esgrima hasta las artes samuráis.