Alianzas

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Había cientos de charcos de sangre, todo estaba en llamas y se podían escuchar los rugidos y aullidos de todos aquellos lobos que se encontraban peleando. En medio de todo, Gideon transformado corría con Gabriel encima quien se encontraba disparando con balas de plata a todo lobo enemigo que encontraba.

— Mierda, me siento un inútil. De haber sabido no hubiera tomado esas estúpidas pastillas. — Dijo furioso el hombre al ver la destrucción de todo el lugar, la casa estaba destruida así que debían de estar atentos a todos lados por si veían a alguien de la familia. Pero sobre todo a Hunter y Caín quienes eran los que más le preocupaban ya que los demás podrían defenderse pero ellos... — Gideon, tenemos que encontrarlos rápido.

Gideon corría rápido esquivando los ataques de los enemigos. Fue de repente que varios disparos se escucharon en los jardines de atrás de la ya inexistente casa. Corriendo el alfa corrió con su amigo encima de él hacia el lugar donde se escuchaban los disparos a toda prisa sus pisadas iban aumentando de velocidad. Cuando llegaron ambos miraron con sorpresa como el padre de Gideon estaba herido de sus piernas y brazos. Su madre estaba sangrando del cuello, ambos líderes junto con la anciana mujer estaba siendo protegidos por lobos a la orden de la manada pero además también por Hunter y Caín quienes cubiertos de sangres defendían con su espada y pistola. Así mismo de lado de cada uno estaba Chris y Selene quienes transformados gruñían ante la gran cantidad de lobos enemigos que habían y los superaban en número. Con ferocidad y gran salvajismo Gideon se fue abriendo paso entre todos hasta llegar en frente de su familia.

— Gideon.

— Gabriel. — Los hermanos Black exclamaron con alegría al ver a su respectiva pareja llegar. Pero la cara de seriedad de Gabriel al bajarse del lomo de su amigo era de preocupación porque todos comprendían lo que estaba ocurriendo.

— No podremos con ellos, lo único que nos queda es huir. Chris tú te encargaras de Hunter y Caín. Selene llévate a los padres de Gideon, corran lo más rápido que puedan.

— No lo dejares aquí Gabriel. — Caín reclamó al instante.

— Caín tiene razón. Pelearemos con ustedes. — Dijo Hunter con enojo viendo a Gideon pero de repente apareció Joan detrás de ellos poniéndose en frente de los lobos a lado de Gideon, estaba ensangrentado, completamente herido de pies a cabeza estaba perdiendo mucha sangre.

— Ninguno de ustedes se quedará, tomen a mi madre, a Lýkos y Candra y váyanse, yo me quedaré a pelear con todos ellos...

— ¡¿Qué estás diciendo Joan?! ¡No podrás contra todos ellos! — Gabriel gritó mientras todos se quedaban viendo como los lobos enemigos estaban dispuestos a atacar, Gideon comenzó a gruñir pero fue de repente detenido por Joan quien sonreía.

— Tú debes de vivir Gideon. Es tu deber detener a Azrael... Y no les ando pidiendo su opinión. ¡Les ordeno que se vayan! — De repente volteó mirando con superioridad a todos, era una mirada de alfa que causaba miedo, más que la mirada de Gideon y su padre, era una mirada poderosa que hizo que todos comenzaran a retroceder... Los lobos comenzaron a atacar mientras Gideon y Joan quien rápidamente se había transformado defendían a los demás haciéndoles frentes a todos mientras eran ayudados por las balas de Caín.

— Joan... — La anciana mujer miraba con tristeza los ojos de su hijo, para después tratar de levantar a su hija para subirla arriba de Selene. — Tenemos que irnos...

— ¡Mamá pero y Joan...! — La mujer de repente se quedó en silencio al ver las lágrimas de su madre.

— ¡Tu hermano ya tomó una decisión debemos irnos...! — Dijo la mujer con impotencia. Mientras tanto Gabriel no pudo hacer nada simplemente debía de seguir las ordenes rápidamente subió al padre de Gideon junto a su esposa y suegra.

Sin Manada: Luna Azul [Finalizada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora