El viento frio soplaba alrededor de los árboles, todo anunciaba un sentimiento de temor en el ambiente donde las pisadas de hombres corriendo, la entrada a la ciudad de Quebec, donde rápidamente 4 hombres corrían.
— ¡Nos van a alcanzar si seguimos así! — Gritó un joven de mirada dura, tomado de la mano de un hombre de barba frondosa quien corría a la par de él.
— Estamos cercas... No tenemos otra opción. — Un tercer hombre de ojos miel corría también tomado de la mano de otro chico de ojos oscuros que tenía preparada una pistola en caso de ser necesaria.
— Mierda... Estén preparados, se subirán encima de nosotros. ¡¿Gabriel estás listo?!
— ¡Hagámoslo Gideon! Lo siento. — Susurró al chico que llevaba de mano.
Ambos hombres aventaron a los otros dos hacia el cielo con fuerza que los hizo avanzar un tramo del camino, de manera inmediata Gideon y Gabriel corrieron transformándose en lobos dando un salto para atrapar a los dos humanos y seguir corriendo con mayor velocidad. Detrás de ellos se acercaban varios lobos quienes se encontraban persiguiéndolos, fue de repente que el chico comenzó a apuntar con el arma tratando de acabar con algún lobo.
— ¡Caín! ¡No lo hagas es muy peligroso!
— ¡Pero tenemos que hace algo Hunter! — Fue de repente que un aullido por parte de los dos lobos alertaron, corriendo en algunos metros comenzaron a aparecer más lobos del lado de la ciudad corriendo en dirección a los lobos enemigos quienes al ver la cantidad de aliados de Gideon estos prendieron huida, dejando a Gideon y los demás tranquilos quienes se detuvieron.
— Joven Gideon, Joven Gabriel. — Se escuchó la voz de un hombre quien se acercó a ellos. Ambos lobos asintieron y con señales con su cabeza pidieron a los otros dos hombres que se bajaran de ellos, cuando lo hicieron, los lobos volvieron a ser humanos quienes rápidamente fueron cubiertos por mantas. — Que bueno que pudieron llegar con bien jóvenes. Las cosas no han estado bien por aquí.
— ¿Dónde están mis padres? — Dijo Gideon con autoridad, cosa que hizo reaccionar al hombre quien solo bajo su cabeza en señal de respeto.
— Se encuentran en su casa, con su tío Joan y su abuela. Pero joven... Sus padres no son los mismos que eran como cuando usted se fue.
— ¿Cómo es eso? ¿Qué sucedió?
— Vengan conmigo, de seguro su tío le explicará.
— Gideon... ¿Esta bien? — Dijo preocupado Hunter quien puso su mano en el hombro del su pareja quien no dejaba de mirar al suelo.
— No me gusta nada esto Hunter.
Guiados y custodiados por varios hombres, los cuatros hombres iban en una camioneta donde se dirigían a la casa de Gideon.
— ¿Y cómo fue que acabaron siendo perseguidos por lobos? ¿Desde dónde? — Preguntó el hombre que conducía con una sonrisa mientras Hunter y Caín se quedaron viéndose, ya que parecía que ellos no tenían voz en este lugar debido a ser simplemente eran humanos. De repente la mano de Caín fue apretada por la de Gabriel quien de repente comenzó a temblar mientras se tocaba el pecho.
— Gabriel, estas de nuevo sintiendo...
— Estúpido Abel... — Gruñó con enojo mientras trataba de calmarse un poco, cerrando los ojos dejo pasar lo segundos. Mientras que Gideon miró a Hunter, el profesor simplemente le sonrió dejando a su pareja hablar mientras pasaba todo.
— La cosa es que es, nos embarcamos en un viaje hasta acá en carro donde pasamos la frontera con facilidad, demasiada facilidad.
— ¿Los emboscaron? — Dijo divertido.
ESTÁS LEYENDO
Sin Manada: Luna Azul [Finalizada]
Hombres LoboGideon Miller está en el medio de una batalla donde su extraña transformación tiene un peso importante. La verdadera identidad del enemigo está escondida en la oscuridad cerca de su familia, una cita para una batalla a muerte le llega y no tiene otr...