Salomón: Verdad bizarra

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— Debes de estar bromeando... él es... ¡Él es un vampiro! — Gritó Gideon viendo al hombre pálido en frente de todo pero su amiga Selene se veía completamente segura de lo que decía.

— Te estoy diciendo que sé que es un vampiro y él tiene información de lo que acaba de ocurrir, él fue quien no dijo que tomáramos las pastillas de suspensión del lobo.

Todos estaban a la defensiva del hombre de color casi blanco que estaba parado entre ellos, ante los lobos desde siempre habían sido cautelosos con los vampiros. Rápidamente Gabriel se pasó en frente del chupasangre que sonreía al ver la cara de enojo del lobo.

— No se preocupen, no vengo a matarlos. Ni a chuparles la sangre. Estoy de su lado ya que Candra y Lýkos son mis colegas con los que trabajé en una investigación hace años.

— ¿Qué dices? — La pareja reaccionó al mismo tiempo sin saber de lo que decía aquel hombre de piel pálida.

— Como oyeron, yo soy un colega suyo aunque no recuerden, soy uno de los investigadores que estaban investigando la resurrección del alma del lobo original.

— ¿Qué dices? ¿El lobo original? — Preguntó Gabriel asombrado como todos los lobos alrededor. — Explícate.

— Lo que escucharon, Candra, Lýkos y yo estábamos profundamente interesados en resurgir el alma del lobo original, todo con el fin de encontrar un modo de reproducir un descendiente que continuara con el linaje, ya que se había roto con el último eslabón... Gideon Miller.

Todos se quedaron viendo a la familia Miller quienes no entendían nada de lo que estaba contando el vampiro. Gideon rápidamente dejo a un casi inconsciente Hunter en las manos de su hermano Caín, dando pasos tambaleantes fue enfrente del vampiro quien sonriente miró al joven lobo.

— ¿Cuál es tu nombre?

— Salomón... Salomón Vitriol Septième Roi... Ese es mi nombre completo.

— Se nota que te gusta los reyes, la magia, y lo pagano. — Sonreía confiado Gideon ante el hombre de piel pálida quien también sonrío.

— Veo que conoces del tema, entonces no tengo que explicarte más.

— Aunque ese no sea tu verdadero nombre, hay algo que me dice que puedo confiar en ti. — Fue entonces que la mirada del chico se dirigió a su amiga. — Selene, en ti recae las acciones de este tipo... Tú lo trajiste, tú lo cuidas. — Dijo con seriedad el joven alfa sorprendiendo a la chica bastante y obedeciendo lo que le pedía.

— Si Gideon, no tienes que preocuparte.

— Bien si todos ya se recuperaron, vuelvan a sus posiciones de vigilancia, los que estaban vigilando aquí cerca de la mansión vayan y busquen aquellos túneles que mencionó mi madre y dejen a varios al cuidado. Pondré al personal de la casa a que limpien todo esto. — Dijo con seguridad Joan quien miró a Hunter y a Caín, pero también viendo al vampiro y a Candra y Lýkos. Había que poner mucho en orden. — Gabriel, lleva a los humanos a descansar a uno de los cuartos, el hombre que llaman Hunter necesita recuperarse por completo.

— Bien, yo los llevo. — Acercándose moviendo un poco sus brazos, Gabriel tomó a Hunter entre sus brazos para después mirar a Caín. — Ven, llevémoslo.

— Sí, está bien. — Caín iba caminando a lado del lobo y su hermano empezando a subir escaleras, Gideon estaba a punto de ir detrás ellos pero fue detenido por su tío quien le negó con la cabeza.

— Tus padres, el vampiro, tu abuela, tú y yo iremos al despacho y hablaremos. Necesitamos saber la verdad para enfocarnos en qué camino tomar. — Dijo enojado y como dijo todos siguieron a Joan al despacho mientras la chica se quedó fuera resguardando el lugar con órdenes de no dejar entrar a nadie.

Sin Manada: Luna Azul [Finalizada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora