Respeto

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"Su corazón quizás saldría de su pecho, tal vez en esta ocasión... Nadie saldría vivo..."

Su cuerpo era consentido por el agua caliente acumulada en la bañera dejando que cada extremo de su sistema sea conquistado por las burbujas.

Una vez limpio, secó cada parte con una toalla. Mientras restregaba su piel, se observó a través del espejo empañado, cicatrices que se había hecho por los años, arrugas que comenzaban su camino y como a pesar de eso tenía las mismas curvas que cuando tenía veinticinco años.

Encantos únicos que cautivaron a Harry, detalles de su persona para ser considerados como pecado.

No quería enamorarse de nuevo, no deseaba estar  a merced de Styles una vez más.

"-Me estorbaba, tenía que eliminar ese punto del papel.-"

Sabía perfectamente de quien se trataba, desde que piso ese lugar supo que alguien más había salido. Le asustaba, tenía pavor que lo mismo sucediera con Medad pero también le reconfortaba tener presente que Harry no le haría algún daño físico.

-Hola.- saludó cordialmente al rizado.- Es cumpleaños de Medad y quería estar junto a él.- sus manos estaban anhelando meterse entre sus dientes y comenzar a devorar las uñas.

-Iremos juntos.-  sentenció, acariciando suavemente la piel de Louis.- después de todo... Aún es mi hijo.

Y ahí estaba nuevamente, perdido ante el tacto tan agradable del menor. Cómo sus yemas rozaban lentamente su rostro y él cedía abiertamente.

[...]

-¡Feliz cumpleaños!- gritó emocionado.

-Papá.- dijo avergonzado por los múltiples abrazos de Louis.- Me alegra tanto verte.

El corazón de Louis se regocijó al escuchar aquello, había pasado semanas, meses sin ver a su ahora castaño favorito.

-Las llamadas no son lo mismo.- sonrió tímido.

Se miraron por más tiempo. No podía creer que Medad creciera tan rápido, poco a poco se convertía en un hombre. Debía aprovechar cada segundo para admirar a la persona que tenía enfrente.

-¿Para papá Harry no hay un abrazo?-

-Se me había olvidado que tenías perrito guardián.- comentó Medad.

-Hijo... Por favor.- lo que Louis menos quería era comenzar una pelea como cuando se fue a vivir con el rizado.

El menor hizo caso omiso a la petición de su padre. Quería retirar todo ese odio acumulado en su corazón.- Mi cumpleaños hubiera sido perfecto si sólo habrías venido tú pero tenías que traer a tu garrapata.

-No seas insolente niño.- tomó a Louis de la cintura.- Donde vaya Louis iré... Además quieras o no soy tu padre.

-Eso debiste pensar antes de colarte entre las piernas de ese mujer.- arrebató a Louis.- Nosotros no somos nada de una basura como tú.

Los nervios de Harry no soportaron más. Hizo a un lado al castaño y de una sola bofetada cayó Medad al suelo.

-Está basura te ha mantenido muchos años.-

-¡Es lo menos que debiste hacer por asesinar a mi madre!- gritó molesto.

La risa burlona de Harry salió de sus segmentos, era tan cínica que el menor creyó vomitar si la volvía a escuchar pero otra bofetada le hizo caer.

-Sin mi, tu vida sería peor que la mierda que piso.-

-¡Para!- gritó Louis.- No lo toques.- de interpuso en el camino el rizado.

- Quítate, Lou.- pidió.

-No. Tendrás que matarme a mi primero si quieres golpearlo de nuevo.-

-No puedo, muñequito.-

-Si ya lo humillaste una vez que será otra.-

-Ese mocoso insolente debe aprender a respetar.- se justificó.

-No con golpes.- respondió Louis.- Por favor... detente.

[...]

-Por favor... no estés molesto conmigo.-

-Es imposible no estarlo, te fuiste con él, me dejaste.-

-Lo hice por ti.

-Que escusa más usada.- expresó.- Estás como un perro a su merced, te tiene complemente idiotizado.-

-Medad... sabes que me fui por tu bien, para que tuvieras una vida digna.-

Louis daba vueltas por toda la habitación, tratado de calmar el enojo de su hijo. Después de aquel desastroso cumpleaños, lo mejor fue retirarse junto con el rizado.

-Pude haber dejado la escuela, ayudarte con los gastos y estar juntos.

-No, no podía permitir eso.-

-Pero-

-¡Medad!- gritó bajo.- No sabes cómo es estar en la calle, no tener que comer y pensar si mañana tendrás un bocado. Eres un niño mimado que no podría vivir sin lujos.

Y tú un idiota sin la polla de Harry Styles en su culo!- explotó.- ¡Lo único que te importa es él! ¡Siempre detrás de él como un maldito perro, incluso cuando te engañó y humilló Infinidad de veces!

Su boca no emitía palabra alguna más que sollozos por los gritos de su hijo.

-Y con esto pruebas que Louis está mejor a mi lado.- la profunda voz de Harry sonó por el teléfono.- Eres un maldito mocoso que debe aprender a respetar.

-¿Así como tú? No me hagas reír.- respondió.- Tú fuiste el cerdo que destruyó esta familia. Maldigo el día en que te topaste en el camino de Louis, todo sería diferente si tan sólo lo hubieras dejado. Él tendría un trabajo, una pareja estable, amigos y a su madre.-

Silencio... Más silencio.

-Su vida sería aburrida.- afirmó.- Admito que fue mi error engañar a Louis pero jamás que me cruzará en su vida. Para mí, Lou es una iglesia, un templo y no sólo por su cuerpo, él es una hermosa persona que debe ser digna de admirar y deleitar. Louis Tomlinson es el ser más espléndido y podrido que he conocido.

-Con esas palabritas no resuelves nada... Sólo eres un maldito que arrebató otra vida y continua arrastrándola. Louis jamás volverá a ser feliz contigo.

-Un pobre mocoso nunca comprenderá lo fantástico que es ser Louis. ¿Sabes que él estuvo a punto de prostituirse por mantenerte? Para ti es fácil juzgar a Louis por sus actos, es sencillo sentenciar a un pobre "Individuo"

El castaño no podía seguir escuchando una pelea sin sentido, colgó el teléfono y a se abrazó a si mismo.

Las palabras de Medad eran duras y muy crueles pero justas. Pensaba sólo en su propio bienestar sin detenerse a mirar cómo afectaban sus actos al chico.

Sintió el frío  del metal rozar su piel para después el calor de un sistema ajeno.

-Medad está equivocado.- besó su coronilla.- No entiende el porqué de tus acciones.

-Él equivocado soy yo.- sollozo.- No considere cuánto le afectaba a Medad que regresara contigo. Pudimos hacer muchas cosas sin tu dinero pero escogí el camino fácil.

-Te cuestionas tus decisiones. Lou, ambos sabemos que es vivir con crisis económica. Trabajar arduamente para conseguir un trozo de pan. No escogiste el camino sencillo sino el menos doloroso.

No se movía de donde Harry le abrazaba, le gustaba sentir que alguien se preocupaba por él y sus emociones.

-¿Te arrepientes de vivir conmigo?-

Lie. |Tercera temporada de Juegos.|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora