Lie. |Tercera temporada de Juegos.|

No estás solo

Su pequeña cabecita podría seguir pensando en colores, caricaturas y juegos, como un niño normal pero los recuerdos de los momentos al lado de la pareja Styles-Tomlinson.

Los zafiros de Louis examinaron a su pequeño y podía verse en él. Cuando su padre los maltrataba, cuando Lottie hizo lo que hizo, se quedaba pensando, perdido en el primer pensamiento que le atravesará.

Un sentimiento de culpa, de dolor.

Por satisfacer sus necesidades de hombre y vivir su vida como antes había descuidado lo bueno que ahora tenía, Medad.

[...]

-Harry... Me siento mal.- el rizado dejo de mirar su celular para correr a la cama de su esposo.

-Vamos al médico.- afirmó para intentar cargar el cuerpo de Louis.

-No.- lo alejó.- Es por Medad... Él... Lo hemos dejado muy solo.

-¿Qué propones?

-No sé, salir los tres, irnos de viaje o hacer algo entretenido. El punto es que comencemos a conocer más a Medad.

-No le gusta salir.

-¿Cómo lo sabes? No hemos estado al pendiente de él los últimos días.-

Harry bufó y volvió su mirada al celular.- Lo conozco.

-¿Estás seguro? Yo no sabía que le gustaba la sandía o que le tenía pavor a las alturas.-

-No pero recuerda porqué no hemos estado cerca de él.

Louis sabía exactamente por donde iba Harry.

-Oh cierto, por tus malditos celos.- rió.

-Celos que son tu culpa.- argumentó sin despegar su mirada del móvil.- si tan sólo te completaras como un esposo decente créeme que esto no pasaría.

-¡Ah! Ahora la culpa es mía ¿No?

-Claro, te la pasas fuera de casa mucho tiempo, Benjamín te roba los únicos momentos que podemos estar juntos ¿Quieres que siga?

-Por favor.- el ojiazul estaba indignado ante las palabras de su demente.

-No quiero empezar una pelea.

-Lo siento, amorcito pero ya la empezaste.- Harry simplemente le ignoró.-¿Quieres que me pase aquí todo el día? Que tenga la casa ordenada, a Medad limpio haciendo sus deberes y ¡Claro! Esperando al señor para complacerlo.

-Eso suena bien.- rió.

El castaño no soportó más y le lanzó un cojín. Era indignante lo que decía, era molesto pensar que Harry lo visualizaba como una señora de hogar.

No estaba en contra de lo que las amas de casa hacen, de hecho era algo admirable pero... Bien pudieron tener otro estilo de vida.

-No trates de manejarme a tu antojo. Yo no soy ese tipo de hombre que se deja manipular.

El rizado se levantó del sofá y caminó con pasos firmes a su esposo.

-Oh, muñequito.- tiró de su cabello.- Desde el primer momento que te vi ya te estaba manipulando.

¿Qué clase e relación comenzaba a surgir?