Día de la misión
Caminaba de un lado a otro frente del lugar donde tenia que cumplir la misión. Tenia que romper el acuerdo entre la Elite samuráis y la Elite Ninja. Lo mas que odio es cumplir las misiones.
¿Por qué?
Por que gracias a mis padres estoy en esto y gracias a ellos descubrieron que soy lo suficientemente diferente a cualquier otra persona. Y no, no tengo súper poderes.
Visualice mi objetivo caminar a hurtadillas (o eso creía), seguro que si, si estaba en una misión.
-Amanda Santiago- susurré- Este es tu fin. Nadie te manda a meterte con mis padres.- dije mientras la veía caminar a hurtillas.
Mis padres no eran parte de la Elite, pero conocían de ella, por eso estoy dentro soy como un regalo para los samuráis. Ya que mis padres me regalaron a ellos. Pero aun así debía cumplir la misión ya que el JEFE es hermano de mi padre.
Me acerque sin que se diera cuenta, desenfunde mi katana.
Que fue un regalo de mis padres.
Cada paso lo daba con cautela sin hacer ruido. Ya estando a su lado la empuje y dio seco con el suelo. Pise su pecho y acerque la katana a su garganta.
-¿Que haces en estos alrededores?- se quedo mirándome fijamente. No iba a contestar la pregunta que le hice y eso lo sabía. - Decirme, ¡Joder!- presioné la katana contra su cuello haciendo que le sangrara un poco, o eso parecía ya que su vestimenta era de pies a cabeza completamente negra.
Río maniática mente- ¿Y todavía crees que te lo diré?- Negué y sonreí. -Lo se- amplíe mi sonrisa. Retire la katana y se la atravesé por el estomago.
Gimió cuando ejercí mas presión.
-Novata- escupió sangre- no creas q-q-que esto s-se va a quedar a-así- volvió a escupir sangre- Has roto la a-alianza de-de paz - esta vez me escupido de sangre la ropa.
-Ese no es tu problema- dije seria- Y no soy una Novata, no estuve toda mi infancia encerrada por nada. No pace por experimentos por nada- quite la espada con rapidez y furiosa. La levante y dándole una ultima sonrisa a Amanda Santiago, La dejo caer con la misma o más rapidez cortándola por la mitad.
Saque la "espada" llena de sangre y la limpié y guarde donde pertenecía detrás en mi espalda.
Se me hizo raro acabar con ella tan rápido ya que ella era una de las "mejores" en la Elite Ninja. Al parecer no era tan buena como se rumoreaba.
(Todo fue una visualización de lo que iba a hacer)
Camine hacia la silueta que veía tirada en el seulo. Me acerco y veo un cuerpo tirado en la calle y al lado un Katana. Me sorprendo y recojo la katana del suelo para no dejar evidencia en el lugar.
Camine hacia la casa de mis padres ya que quedaba mas cerca que la mía. Me adentro en ella. Subo con la intención de ir hacia mi "vieja recámara", sin molestarme en hacer el menor ruido posible tiro la puerta de la entrada de la casa y me dirijo al baño para darme un buena y tibia ducha que queda en la segunda planta en mi vieja recámara como antes había dicho.
Dejo caer mi mano con cansancio encima de la cerradura para girarla y que se abriera la puerta. Me quedo paralizada cuando siento una mano que tira de mi haciendo que cayera de seco contra el suelo.
- ¡¿Que demonios haces aquí?! - grito mi madre.
-Woow, ya veo que me extrañan demasiado- me levanto sobandome las nalgas ya que estas fueron mi cojín de aterrizaje. - Vine a ducharme- me dirigí hacia la puerta de mi habitación cuando mi madre me impide entrar parándose frente a ella.
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Elli La Samurai
Science FictionElli es una chica de cabello negro con un mechón blanco de nacimiento. Es delgada y imperativa. De niña sus padres la entregaron a la elite samurai y se crió para ser una de las mejores. Su mejor amigo es Jasper un chico algo torpe pero inteligente...