Capítulo 10: La guerra mental

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El tiempo que me tomo regresar a mi casa fue el tiempo que había estimulado. Un día y medio. Me agachó frente a la puerta para recuperar el aliento.

Cuando el sonido de una puerta chirriar hace que levante mi rostro y mire a donde fue provocado el sonido.

-Ohhh, Elli ¿Que demonios te sucedió?- mi vista comenzó a ponerse borrosa y las palabras de Cristián llegaron a mi. - " El frío hará su efecto"- y creo que a eso se refería.

-¿Jay?, ¿Jasper, J-j-Jay?- y lo último que sentí fue el frío pavimento azotar contra mi cuerpo.

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Sentía mi cuerpo flotar. Mientras una imagen aparecía frente a mi.

-Que buen chico así me gusta- mientras las lágrimas recorrían el rostro de Cristián, acompañadas de coraje.

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- ¡Vamos! Necesitamos más. Eres la mas fuerte aquí. ¡Maldita sea ataca!- se escuchaba las voces a través del cristal que dividía ambas habitaciones.

-No, n-n- un buche de sangre salio de su boca- No lo hagas-

-¿Crees que te obedeceré Jack?- una risa escapo de mi garganta.
-No lo creo- mi espada bajo con rapidez hacia su cabeza cortándola en dos.

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- Su celebro esta "evolucionando". Los esfuerzos están dando frutos.-

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-¿Elli? Despierta cariño-  creí haber oído. -Vamos Elli- mis pesados párpados se abrieron lentamente, dejando ver una imagen borrosa que con el paso de los segundos se fue aclarando, dejándome saber quien era la dueña de aquella voz.

-Camila. ¿Por que sigues aquí?- fue lo primero que salió de mis pensamientos y lo primero que logre articular. Al parecer mis palabras lograron un efecto en ella, decepción.

-¿Te encuentras bien?, bueno que pregunta estúpida la mía, es obvio que no. ¿Pero estas mejor?- su mano se dirigió a mi mejilla acariciándola con toques suaves.

-Si estoy bien, gracias por preguntar- detuve su mano y la aleje un poco de mi rostro, pero manteniéndola aún a centímetros, sintiendo sus dedos rozar mi mejilla.

Sonríe y se acerca a mi, con su mirada recorrió mi rostro, cada rasguño y cada moretón que en el se encontraba. Pero aún así sonreía.
 
-¿De que tanto sonríes?- ladea la cabeza y su sonrisa desciende un poco, se acerca cada vez a mi rostro. Terminando de sellar el espacio que quedaba entre ambas con un beso. Un beso suave, lento y dulce. Un beso imposible de no seguirle la corriente, así que la que continua con el beso fui yo.

Hasta que llego el momento de separarnos.

-Me alegro de que te sientas bien- me dijo aún con la sonrisa en su rostro y la respiración algo agitada. Mi cuerpo estaba actuando solo, cuando pensaba en volver a unir nuestros labios, unos toques en la puerta lo impiden.

-Aquí están las toallitas mojadas. Aunque sigo pensando que es mejor llevarla al hospital.- dijo Jasper al asomarse por la puerta.

-Hospital ni madres- le digo y me cruzo de brazos. Cuando escucho una voz chillona cerca de mi oído.

-¡Cariño!- Camila se levanta y se dirige hacía Jasper saludándolo con un besó, el cual el corresponde de inmediato, agarrándola por la cintura para acercar su cuerpo más a él. Un movimiento que logro incomodar me.

Elli La SamuraiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora