Restart | #1 Niall Horan

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Ahora
17 de julio del 2040

El cinco de julio del año 2035, empezó.

Una alarma sonó en la cuidad aquel día sin previo aviso, y cada persona que la escucho entró en pánico

Y en ese mismo momento pareció que el tiempo se congeló.

Fue así como todo se detuvo.

Nadie se movía, nadie hablaba, todos estaban quietos.

Y de un momento a otro, todos comenzaron a matarse entre sí.

Y pronto las calles no eran seguras, al igual que las propias casas, y hasta la familia.

Nadie está a salvo.

Hasta que la tierra quedo en penumbras.

Quién diría que lo que comenzó como un día como cualquier otro, termino siendo el final para muchas personas. El recuerdo de las risas, las charlas y la alegría quedo en eso... en recuerdos que al pasar de los días se volvió en un sueño que se convirtió en pesadilla.

No es como si la personas hubieran sabido de eso.

Nadie estaba seguro de que ese día iba hacer su último aliento de vida.

Yo esperaba eso. Esperaba sentir esa sensación de caer al suelo, débil, quedarse observando el cielo celeste y decirme; esto será lo último que veré. Y sentir cómo ya no podía más y el aire se escapaba lentamente de mis pulmones hasta que mi último suspiro sale de mi boca cerrando mis ojos y ver la misma nada.

Pero nunca llegó.

Después de dejar a mi madre morir y el cuerpo de una niña, corrí. Era lo único que se podía hacer, mi instinto de supervivencia se activó y corrí entre la pradera con las lágrimas resbalándose de mis mejillas y la escena de como la mujer que me dio la vida despedirse repetirse en mi cabeza.

Durante lo que creí que fue una hora de ver plantas y árboles, finalmente vi una carretera, me platee allí y con los latidos de mi corazón sonar contra mis tímpanos, tome un camino. En mi larga caminata me di cuenta de que mis manos temblaban del miedo y los nervios del momento, estaba confundida y asustada, no tenía ni la menor idea de que ocurrió y por qué todos se vino abajo repentinamente.

También me di cuenta de que no era momento para derramar lágrimas y tenía que encontrar a alguien que me ayudara.

Pero al parecer la vida me odiaba.

Llegue a un pueblo, corrí por las calles buscando a cualquier persona para que me ayudara. Y finalmente paso, encontré aquella persona, o mejor dicho aquellas que se hallaban corriendo. Fui hacia ellas desesperadamente, pero en un abrir y cerrar de ojos volví a ver lo que ocurrió con aquel oficial y mi padre.

El viento sopló moviendo las hojas de los árboles y el césped creciente, y las dos personas que iban corriendo se detuvieron de golpe bruscamente. Mis sentidos se alarmaron y pronto detuve mis pasos viéndolos con desconfianza. Ellos estaban quietos, en la misma posición, inmóviles.

Y pasó otra vez.

Un auto fue lo que ocurrió. Salió de la nada, tomándome por sorpresa.

A toda velocidad apareció, fue como verlo en cámara lenta. El auto a toda velocidad atropellar aquellas dos personas. Vi sus cuerpos rodar por encima del auto y caer al asfalto en movimientos bruscos. El auto en ningún segundo se detuvo y cuando parpadee, vi cómo se estrelló en un árbol. El impactó fue tan grande que el cuerpo del conductor salió volando por el cristal delantero y colicionando en el suelo.