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— ¿Por qué me odias? —cuestione mandando a volar toda la discusión anterior— ¿Qué fue lo que hice? —digo al aire, no esperaba una respuesta por parte de él aunque quisiera.

Caminar por el bosque no era el mejor ambiente, era cierto que el planeta está completamente deshabitado a excepción de nosotros, pero dado el caso de la noche anterior que si mal no lo recuerdo el había dicho «no estamos solos» eso era suficiente para que yo estuviera nerviosa. Ah, me acabo de acordar de algo. ¿Alguien recuerda la cosa que me atacó hace unos días? Oh, sí. Había olvidado por completo que eso existía, así que no solo Niall y yo estábamos en la tierra, sino que también esa mutación.

— Te diré algo —musculla Niall hablando de repente, detiene su paso girándose sobre su propio eje para verme a la cara. Luce neutro, cosa que no me sorprende, pero si su repentino interés por hablar. Hago un ademán para que proceda a hablar—. Necesito que pongas suma atención, Logan, que esto no lo volveré a repetir —asisto con frenesí a sus palabras. Agradezco secretamente que él halla dado por olvidado nuestro debate de hace rato.

— Si, si, si —acepto entusiasmada pero trato de disimularlo.

Se relame los labios.

— ¿Recuerdas como estaba ordenada la tierra antes de todo esto? —asisto a sus palabras, claro que lo recuerdo—. Pues mándalo a la mierda —mi cara decae a una mueca, ¿cómo que lo mande a la mierda?

— ¿Qué? —espeta.

— Escucha —pide—. Nada es igual, Logan. Las áreas del bosque son un claro ejemplo. Estas están divididas por cuatro áreas; la primera que es la normal, árboles por aquí y por allá, nada que no hayas visto antes —hace un movimiento con sus manos señalando de un lugar a otro—. La segunda que es en la que los cazadores habitan. La tercera es la boscosa, donde estamos, solo he estado una vez aquí, así que por más que me irrites no te separes de mí, ¿entiendes? —asisto sublime y él imita mi acción. Esto es como si fuera un niño de kinder preguntando que es el fuego y Niall, el maestro que trata de explicar con palabras simples que es algo que puede hacerme daño.

— ¿Y la última? —pregunto— ¿Qué hay en la última?

Él se encoge de hombros.

— Eso es lo que voy a descubrir —se limita a responder, frunzo el ceño por sus palabras.

— ¿"Voy a descubrir"? —inquiero— ¿Y yo qué? —pregunto ofendida.

Niall hace una expresión como si se acaba de acordar de algo, me mira con una sonrisa sarcástica en su rostro.

— Ah, sí —chasquea la lengua—. Se me había olvidado que existías.

— Imbécil.

Él hace a oídos sordos ante mi insulto a su persona cuando comienza a caminar alejándose de mi. Blanqueo los ojos, ya se me hacia extraño que no me comenzará a ignorar si parece que eso es lo único que sabe hacer el muy idiota. ¿Por qué no otra persona pudo tomar su lugar y así no pasar tiempo con él?

Doy un par de zancadas hasta alcanzarlo y poder caminar a su lado, claro, con un par de centímetros de distancia. Miro su perfil con fijez. Un par de mechones caen en su frente, su nariz es recta y noto que tiene un par de lunares en su mejilla. Niall se gira hacia mí y tengo que parpadear cuando sus ojos celestes se conectan con los míos.

— ¿Soy o me parezco?

— Idiota eres y te pareces a uno, pero ese no es el caso —musitó, él vuelca los ojos ante mis palabras, irritado.

— ¿Y cuál es el caso? —averigua con desinterés.

— ¿Eres bueno con el arco? —pregunto señalado el objeto de madera en su espalda.

Restart | #1 Niall HoranDonde viven las historias. Descúbrelo ahora