Restart | #1 Niall Horan

Epílogo

2025 (actualidad)
Instalaciones Privadas

La suela de sus zapatos sonaba con cada paso que daba, estaba llegando tarde y era consciente de ello, pero finalmente podía dar la gran noticia a dichas personas con las cuales había realizado aquel trato.

Pasó una de sus manos por su cabello, en un vano intento de acomodárselo, apenas le habían dado la noticia los científicos y ni tiempo de peinarse y vestirse un poco más presentable le alcanzó cuando ya estaba saliendo disparado de su casa.

Caminaba a paso rápido, el conocimiento de dicho le comenzaba a ponerle ansioso. Era algo jamás visto y el cual había logrado después de múltiples intentos fallidos o que terminaban en caos. Pero finalmente, el proyecto había dado fruto luego de tanto tiempo.

Entró a la sala y vio alrededor de cuatro personas sentados por su espera, se acomodó la corbata y dejó su maletín sobre la mesa. Se posicionó frente al cristal que cubría la mayor parte de la pared, el cual se encontraba tapado con blindaje por el momento, luego miro a dichas personas.

— Estás retrasado —señaló uno de lo hombre de traje, con la ceja arqueada y mirada juzgadora, pero al mismo tiempo una tranquilidad rara se mostraba en las facciones de su rostro—. El tiempo es oro —recordó.

Asistió.

— Lo sé, pero hoy me dieron finalmente la noticia.

Eso pareció interesarles.

— ¿Y bien? ¿Cuáles son lo resultados? ¿Funcionaron o fueron una total pérdida de tiempo como lo anteriores? No me está comenzando agradar la idea de estar invirtiendo en un proyecto que no da frutos.

Frunció un poco el ceño por la última mención.

— Los anteriores pasaron por eso porque aún no estábamos completamente listos —defendió, indignado.

— ¿Y ahora lo están o es un fiasco? —cuestionó uno de ellos, tajante y escéptico.

— Están dudando de mi —señaló, viendo a cada uno de ellos.

No le agradaba la idea de eso. Es cierto que habían sido más fracasos que victorias, podían culparlo si querían pero solo él sabía cuánto esfuerzo tuvo que aportar para poder esta en hoy aquí, hablando finalmente de manera positiva.

Uno de los hombre suspiró con cansancio.

— Tu mismo haces que dudemos de ti, Kinston.

El nombrado solo se dedicó a verlo de una manera extraña.

— Así me llamaba mi esposa —murmuro por lo bajo, perdiéndose en un vago recuerdo que solo provocó que se llenara de nostalgia y tristeza. Parpadeo y recompuso su postura—. Se que hice que dudaran de mi, no fue mi intención pero les di motivos. Les pido una disculpa, tiene razón el señor D'Feoir. El tiempo es oro así que permítanme mostrarles los resultados.

Presionó un botón que había debajo de la mesa y el blindaje que cubrían el gran ventanal que abarcaba casi toda la pared a su derecha comenzó a desplazarse hacia arriba.

Mostró una pequeña área donde tres cápsulas estaban de un lado y otras tres del otro. Dentro de ellas habían seis cuerpos en total. En ropa interior, inconscientes, con tubos en la boca y cascos en la cabeza lleno de alambres. Dos cuerpos eran mujeres y el resto hombres.

Los hombres de traje se asomaron para observar y el dueño del proyecto se acercó a su maletín, sacó los documentos y los leyó en voz alta.

— Logan Vins Hughes, diecinueve años de edad. Niall James Horan, veinte años de edad. Rustin Scott Weasley, veinte años de edad. Amunet Anne Loodth, veinte años de edad. Dean George Finns, veinte años de edad. Even Wood Novak, veintiún años de edad —leyó en voz alta cada expediente que correspondía a las personas que estaban dentro de la cápsula—. Ellos seis son los que dieron frutos en las pruebas realizadas mentalmente, la simulación a la que fueron sometidos la completaron de tal manera que fue creada —sus ojos se desplazaron al cristal y observa a los individuos con maravilla—. Ellos son nuestro futuro, señores.

— ¿Estas seguro qué solo ellos seis?

Asistió, seguro.

— Solo ellos fueron lo que lograron finalizar la simulación —respondió—. Aunque el individuo uno: Logan Vins Hughes, fue quien más respondió a las pruebas con un gran desempeño en todas las áreas.

Los cuatro hombres compartieron miradas y luego uno de ellos extendió una de sus manos para estrecharla.

— Felicidades, Kinston —reconoció con un apretón de manos y palmeó su hombro—. Finalmente lo lograste.

Kinston sonrío.

— Gracias a ustedes.

— ¿Y ahora que harás? —pregunto uno de ellos mirando a los sujetos.

Kinston guardo los documentos y miro lo que finalmente había logrado luego de intentos tras intentos. Estaba orgulloso de que las pruebas dieran positivo pero un poco decepcionado de que en tan pocos, aunque las cosas apenas estaban comenzando pero ya habían acabado la primera parte.

Lo cual, era un gran avance.

— Mi equipo y yo llegamos a un acuerdo —comenzó diciendo—. Las pruebas terminaron finalmente y los individuos lograron completar la Fase 1: Reinicio. Así que sin más, se comenzará la Fase 2 del Proyecto Restart: Restauración.

Kinston los contemplo a los seis sujetos dentro de las cápsulas, orgulloso de que su creación saliera adelante. Tenía mucho en juego y poco tiempo, así que mientras más rápido comenzarán la segunda fase, más rápido llegarían al final.

La face dos iba a comenzar.

— Ellos son una pieza esencial en este juego.

PROYECTO RESTART