Jéròme o Boabdil.
No sé a quién le he estado entregando mi corazón, no sé quién ese hombre que dice ser mi padre.
Este desengaño me está matando.
Mi hermano, después de escuchar los gritos no dudó en venir a buscarme a mi habitación, donde lloraba a lágrima tendida.
-Hermana... - Dijo cuando me vio tendida en la cama. – Lo he escuchado todo. Desde el primer momento en el que encontramos esa carta sabíamos que algo iba a pasar.
No podía responder, me dolía en el alma todo lo que le había dicho a mi padre a gritos, pero no había otra forma de hacerlo.
Yo misma le dije que me contara toda la verdad, yo le había preguntado, había confiado en él, y le prometí que nunca dejaría de ser mi padre,pero él prefirió seguir con una mentira tras otras.
Josué prefirió no decir nada más, él también se había llevado una gran decepción por parte de mi padre, y no era para menos.
Lo que no sé es qué podría decirle mi hermano el impulsivo a nuestro padre, o cómo miraríamos a la cara a mi madre. Lo sabíamos, sin detalles, pero teníamos el resumen más general posible de esta historia, y ella no se merece este engaño. El silencio no podá durarnos siempre, ella lo descubrirá algún día, y si nosotros no se lo decimos la decepcionaremos..
Demasiado pasado debería llevar mi madre, y después de todo seguía con él, apoyándolo, ayudándole con todo lo que podía.
Era un traidor, y él mismo lo aceptaba.
- Lo hecho, hecho está-Le gustaba decirme cuando pintaba con bolígrafo una hoja.
Eso me enseñó a pensar las cosas dos veces, o más, antes de hacerlas, antes de poder liar algo demasiado pesado que cargase sobre mis espaldas.
Algo que mi padre no había hecho nunca, y ahora no podía retroceder en el tiempo y devolverle a Králice la vida de reina que tenía, y perdió por enamorarse de él, un cobarde que le prometería tantas tonterías como puedo yo imaginar. No quiero pensar en todo lo mal que lo ha pasado esa mujer, sin sus hijos. Él la había ilusionado, maltratado e incluso le permitó dejar a su hijo. Sola. Menos mal que ahora tiene a Mahsati.
¿Porqué no se quedó con el tal Gamali? Podría haberle dicho que la hija que tenía era de él. Aunque no sé si aquel hombre, después de todo la volvería a querer en su hogar. Probablemente no. Ella podría haber vivido con sus dos hijos, aunque no con el hombre que quería, pero no pasándolo mal, sin saber dónde ir, ni donde están sus hijos.
Supongo que eso no lo pensó mi padre, no conocía esa faceta suya, la de egoísta.
-¿Y si la hija de papá y Králice es Mahsati? –Dije de la nada. Mi hermano levantó la cabeza y lo negó.
- No, porque ella lo sabría, además Mahsati nunca le ha dicho mamá a Králice. Además en la carta pone que sa hija se la tenía que llevar papá a españa.
- Es verdad. Hay que buscar más cartas.
Mi hermano asintió y salió de la habitación a paso ligero, no podían vernos hablar sobr esto, sería descarado hacerlo delante de mi madre.
Seguí pensando en cómo componer la historia desde el principio, pero me era imposible, al menos en ese momento. Necesitaba hablar con mi madre, una tila, y sobre todo , un abrazo.
Escuché que la puerta principal se cerró abajo.
Mi madre estaba en casa.
Aún no era la hora de la cena. Pero venía preparada con tres pizzas para comer todos juntos en familia, que pena que eso de familia, cada día se volvía un poco más mentira.
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Donde sea, pero contigo
Teen FictionAmira, una chica que se entera que Francia, más bien la ciudad del amor, París, será su nuevo hogar. Deja su casa en Madrid para adentrarse en un mundo nuevo, el que fue su lugar de nacimiento. Allí descubrirá las mentiras que su familia lleva...