Amira, una chica que se entera que Francia, más bien la ciudad del amor, París, será su nuevo hogar.
Deja su casa en Madrid para adentrarse en un mundo nuevo, el que fue su lugar de nacimiento. Allí descubrirá las mentiras que su familia lleva...
Esa lista me había dado más aún que pensar, faltaban cosas.
1. La madre de Mahsati era Nahid. Tenemos que averiguar quién era el padre de esa chica.
Espera... el articulo donde ponía que Boabdil... había un hombre que era su padre...
Corrí hacia el portátil, y volvía a buscar lo que encontré el día anterior, que desgraciadamente no guardé.
- Aquí está susurré.- Y miré fijamente la pantalla de aquel ordenador.
El padre de Boabdil se llamaba Gamali Hasbún. Ya tenemos otro nombre más.
Volví a google, y esta vez tecleé Gamali Hasbún.
Todos los resultados, o la mayoría me informaban sobre sus empresas textiles... pero todos eran antiguos. ¿Dónde estaba metido ese bendito hombre? Tenía que poner algo más actual.
Volví a mirar las búsquedas poniendo en vez de sólo el nombre de aquella persona junto con el año 2018.
Pero seguí sin encontrar nada, probé con 2017,2016,2015...
Con todos los años anteriores los encontré, hasta que no tecleé el año 2010 no me salió nada.
Cuando leí lo que ponía en aquel artículo me quedé petrificada...
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¿Por eso dejaría a Králice? Qué de secretos podía guardar una misma persona...
Llamé a Josué, pero pasó del móvil. Cómo no este chico no se le puede llamar en una emergencia.
Me levanté a paso calmado, aunque por dentro mi corazón estaba latiendo tan rápido que parecía que acababa de correr una maratón. Llamé a su puerta, y directamente, sin siquiera preguntar, entré.
-¿Qué te pasa?- Escrutó malhumorado.
- Baja los humos que he descubierto algo.- Le dije ya en la puerta, yendo hacia mi habitación.
Al entrar me veo a mi padre mirando el ordenador donde había dejado la página web sobre Gamali Hasbún abierta.
El mundo se me cayó encima.
- Amira, ¿Qué estás buscando?- Su tono era el de siempre. No había que preguntarse, aún.
- Pues estaba buscando artículos influyentes en la historia actual de Francia. Ya sabes que me gusta estar puesta en estas cosas.- Me lo inventé todo, aunque era verdad que me gustaba estar informada de todo un poco.
- Ah, está bien hija. Cuidado con lo que buscas.- besó mi frente y se fue por donde había venido. Mi hermano me miraba desde el umbral de la puerta con cara de desconcierto.
Se acercó a mí y me susurró al oído:
- Casi, pero no.- Y ambos comenzamos a reir.
- Soy su niña, se le cae la baba conmigo.- Afirmé ya en alto.
