14.

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Presioné el botón que quitaba el seguro y la alarma para que pudiéramos subir al auto.

-¿A dónde iremos?- pregunto Paulina sonriente -Iremos a el centro comercial- le respondí -A buscar el vestido más lindo.-

El trayecto al centro comercial fue divertido, Paulina me preguntaba cosas como cuál era mi color favorito, animal preferido. Al contrario de su hermana mayor, a ella si le interesaba conocerme.

Entramos tienda por tienda, y no había tienda en la que no saliéramos con bolsas, al igual que no había tienda por la que no se deslizara mi tarjeta. Nos sentamos en una banca para descansar, más bien yo ya que traía todas las bolsas.

-Chloe Solo veníamos por un vestido- dijo riendo la pequeña

-Creo que me emocione un poco- le conteste entre risas.

*

-¿Te gustaron?- le pregunte ya cuando íbamos de regreso a su casa

-Mucho- contesto con una enorme sonrisa -A mi mami le gustaban con florecitas- ¿le gustaban? -Sofi dice que está en el cielo...- dijo mirando hacia la ventana, de inmediato un nudo se me hizo en la garganta. -...Con mi papi cuidándonos­- sonrió -Les gustaran mucho los vestidos que me compraste- volteo a verme y yo hacía todo lo posible por contener mis lágrimas.

-Claro que si hermosa.-

Dios tenía un horrible nudo en la garganta. Eso explicaba por parte la dura forma de ser de Sofia. Trabajar, estudiar y además hacerse cargo de su pequeña hermana.

A pesar del que el comentario de Paulina me había dejado en shock, el regreso fue divertido con sus inocentes preguntas sobre su hermana y yo. Bajamos del auto y de cerca de veinte bolsas que había en la maletera del auto de Sofia la mitad o más de la mitad eran de Paulina.

Ella tomo algunas, y yo tome el resto y una bolsa de las más con una 'compra especial'

Llegamos a la puerta y tocamos el típico timbre de las tres campanas. Y fue Sofia quien nos abrió.

-Son las tres y veinte de la tarde- nos informó en tono de reproche.

-¿Las tres?- pregunte sorprendida, nos habíamos demorado solo tres horas comprando.

-Corre Paulina- le dije acelerada -La fiesta es a las cuatro- le dije recordando la hora marcada con letras rosas en la invitación.

Ambas corrimos escaleras arriba ignorando por completo a Sofia.

Seguí a la pequeña a la que seguramente sería su habitación. De un color rosa su dormitorio era decorado por muebles blancos, con una cama de color rosa pálido, digna de una princesa. Con un delgado velo que la cubría cayendo desde el techo, sin duda hermosa.

-Que linda habitación que tienes- le dije mientras corría el velo que cubría la cama para poner todas las bolsas en esta. Ella solo soltó una ligera risa. -Bueno anda a ducharte­- le dije y asintió con la cabeza antes de entrar al baño.

Comencé a guardar toda su ropa nueva, efectivamente si tenía vestidos, pero se notaba a simple vista que no le quedaban más. Guarde todos dejando afuera un vestido rosa con florecitas blancas, tal y como a Paulina y a su madre les gustaban, Además unas sandalias blancas.

Salí de la habitación para que se vistiera, una vez lista me llamó, se veía preciosa.

-Ven para peinarte- le dije y comencé a acomodar su cabello tan parecido al de su hermana mayor. -¿Lista?- le pregunte y con una enorme sonrisa asintió con la cabeza, estábamos por salir cuando recordé. -¡Espera!- le dije señalando mi bolsa con la 'compra especial' y Paulina comenzó a reír.

Me senté en la cama y me quite mis tacones y sacar una par de botas negras de la caja que estaba en la bolsa.

-Seguro le gustaran- apoyó la pequeña sin parar de reír -...Pero tú las odias- tenía razón, Las detestaba.

-Estas en lo cierto- agregué entre risas -Pero son cómodas- algo bueno tenían que tener.

Bajamos las escaleras en pequeños saltos, y a la mitad de la escalera logre ver a Sofia abajo viéndonos.

-Acá te hago entrega de tu princesa­- la pequeña estallo en risas, Yo miraba a Sofia expectante, esperando que le dijera algo, mínimo un 'Que bonita' pero la desabrida de su hermana solo la alzo en sus brazos y le dio un beso en la mejilla.

Cambie mi mirada 'expectante' por una fulminante y sin que Paulina se diera cuenta articule sin sonido 'Dile algo'. Me obedeció

-Te vez hermosa.­- le dijo y Paulina rodeo su cuello con sus brazos. -Ve y trae tus cosas, para ir a dejarte- le dijo bajándola y esta volvió a subir las escaleras para traer el regalo y una pequeña mochila. -Te veo más...- seguramente era 'baja' ya volteo hacia abajo buscando mis tacones, pero estos no estaban más. -¿Y eso?- soltó una carcajada di un paso hacia atrás para subir al primer escalón y estar más a su altura.

­-Bueno, ya que siempre me críticas y me dices que soy una "hueca" por mi forma de vestir- Sofia seguía riendo -Tal vez- alargue -Con esto ya no digas que soy más 'estúpida'- sonreí -Porque ambas sabemos que tú sabes que no lo soy.­-

-No logro entender por qué tienes tanto interés en agradarme- dio un paso hacia mí -¿Me lo puedes explicar tú?- me miraba fijamente -¿Me puedes decir por qué tienes tanto interés hacia mí?-

-Puede ser porque quiero que seamos amigas...- pase mis manos por su cuello -...o puede ser que me gustes- era más que obvio que no le diría 'Por una apuesta que hice con Sarah'.

-¿Yo?- Soltó una carcajada -¿Gustarte? Por favor-

-Tú me criticas mucho sin siquiera conocerme- empecé a acariciar su cabello.

-No necesito conocerte más para saber cómo eres- contesto segura

-Ya te lo dije Sofia- mientras me acercaba lentamente a sus labios -Voy a hacer que te tragues tus palabras- susurre sobre sus labios, los cuales entre abrió esperando que la besara. Pero al contrario, la solté y de un brinco baje el escalón. Sacándole la vuelta camine hacia la puerta. En segundos Paulina bajaba las escaleras.

Perfecto tendríamos la casa para nosotras solas. Tendríamos casi tres horas y media solas.

Me, Myself and I |dofia| |adaptación|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora