-¡¿Qué?!-
-Mierda Sofia, ¿¡por qué gritas!? Dijiste que no te interesaba- me señaló.
-Y no me interesa- dije tranquilizándome -Sólo me sorprendió un poco- Si, solo eso... nada más
-¿Segura?- dijo sin despegar la mirada de Chloe que caminaba por el pasillo con su característica seguridad -La has tenido una semana en tu casa...- negó con la cabeza -Cualquiera ya habría intentado tenerla en su habitación- mordió su labio inferior, no podía ser más imbécil.
-¿Y tú lo intentarás?- cerré de un golpe mi casillero.
-No lo sé, no lo sé- dijo risueña -Ya veremos cómo se dan las cosas. Si ya acepté la cita, no creo que se niegue a lo demás. ¿Tú qué dices?-
-Yo digo que eres una imbécil- solté una risa. No podía haberle dicho que sí, seguramente era una broma de Alexa.
Las clases pasaban y simplemente no lograba concentrarme. "Todos saben que es más fácil conseguir ver al presidente en persona, que obtener una cita conmigo" recordé aquellas palabras que me dijo en el estacionamiento el día del partido. Al parecer ya no era tan difícil conseguirla. Una pequeña bola de papel golpeó mi mejilla, miré hacia el piso y ahí estaba el mini proyectil.
-Am, ¿si me prestarás a tus hermana?- Tomé el bolígrafo negro y respondí debajo de su mensaje rosado.
-No queda de otra, y deja de llamarme Am- le regresé el papel con cuidado de no ser sorprendidas, afortunadamente el profesor no se despegaba del pizarrón.
*
-Chloe vendrá por ti, muñeca- les dije y la pequeña feliz corrió escaleras arriba para cambiarse. ¿Qué le había dicho para lograr que la quisiera tanto?
Lancé mi mochila junto con mi chaqueta hacia uno de los sillones de la sala. Con fastidio caminé hacia la cocina pero el sonido del timbre me hizo regresar. Abrí la puerta y rodeé los ojos al ver a Chloe con una enorme sonrisa parada ahí.
-Wow- articuló con lentitud -Tú sí que eres una bipolar.-
-¿Pasas o te quedas afuera?- pregunté de mala manera.
-Mejor espero afuera- su tono cambió, ahora me volvía a hablar fríamente
-Como quieras- me di la vuelta, pero un estúpido impulso me hizo regresar -¿Por qué saldrás con Alexa?- ¡Mierda Sofia! ¡A ti qué te importa!
-Pues porque...- comenzó a hablar pero calló, se dio la media vuelta y me miró entrecerrando los ojos -¿Tú como sabes eso?- dio dos pasos hacia mí
-Ella me contó- dije sin importancia. Ella puso los ojos en blanco y se volvió a dar la vuelta. ¿No quería que me enterara?
-Pues si... si saldré con ella- contestó
-No respondiste lo que te pregunté- una vez más giró volteando hacia mi
-Creí que no te interesaba lo que yo hacía-
-No me interesa- reí amargamente -Sólo que creí que habías dicho que era más fácil contactar al presidente que obtener una cita contigo.-
-Lo sé- contestó sonriente -Pero decidí tomar tu consejo- acomodó su pelo rubio
-¿Cuál consejo?-
-"Porque no nos haces felices a las tres"- dijo imitando mi voz -Así que no te molestaré más, terminamos el trabajo y no habrá nada que nos relacione- ¿Estaba bien? Hace unos días prácticamente me rogaba.