Íbamos ya de regreso a casa de las Daccarett, después de pasar prácticamente la mitad del día en los juegos de la heladería. Mi celular comenzó a sonar, escarbé en el desorden que había en mi bolso hasta que lo localicé. Era el número de mi casa.
-¿Hola?-
-Señorita Hosterman- se escuchó del otro lado de la línea -Su madre pregunta a qué hora llegará.-
-Dile que no llegaré- contesté seria y noté como Sofia me veía y luego regresaba su mirada al camino -Dile que me quedaré en casa de Sarah- Lucy, una de las encargadas de la casa, tapó la bocina y escuché como le repetía mis palabras a mi madre, quien apuesto todos mis vestidos a que estaba perdida en su laptop y hablando por su celular.
-Dice que está bien que tenga cuidado- ahora necesitaba hablar con Sarah. Colgué y mantuve presionado el uno. Era la marcación rápida para Sarah, llevé mi celular a mi oído.
POV SOFIA.
¿Con esa facilidad la dejaban quedarse en casa de Sarah? Se la había pasado todo el día fuera y porque simplemente no le apetecía llegar a su casa no lo hacía.
-¿Sarah? ¿Dónde estás?- dijo pasando una de sus manos por su cabello -¿Me puedo quedar en tu casa hoy?- preguntó y volteé a verla, una sonrisa se coló por sus labios. –Gracias- dijo entusiasmada -Ahorita nos vemos- presioné el botón rojo. Una vez más volteé a verla, ella también volteó y me sonrió arrugando la nariz. Regresé mi mirada al camino.
-¿Y cuándo vendrás de nuevo?- le preguntó Paulina a Chloe al momento que se despedía.
-P-pues, yo...- balbuceé y levanté su mirada buscando la mía -Pues cuando tú me invites- le dijo sonriente.
-¡Ahora!- Paulina comenzó a saltar -Quédate más, ¿sí?, dile toots- pidió Paulina
-No Pau, es tarde y mañana tienes colegio, igual que yo- dijo con un tierno tono de voz pero era imposible hacerla cambiar de opinión. –Entra ya- le dije a la pequeña y ella volteó a verme ¿triste?
-Está bien- dijo Paulina y dio un beso en la mejilla de Chloe y caminaron enfilados hacia la casa.
-Bueno...- alargó caminando hacia su auto -Adiós Char- ¿Qué? ¿Así nada más? ¡Mierda! ¡Eso es! ¡Eso es lo que precisamente odio de ella! En un momento es una y en pocos minutos ya es otra. Caminé detrás de ella y cuando intentó abrir la puerta puse mi brazo y volví a cerrarla. -¿Se puede saber qué haces?- preguntó dándose la media vuelta.
-No dejaré que te vayas- dije firmemente acorralándola poniendo mis brazos a sus costados, ella abrió sus ojos como platos -No hasta que me prometas que no saldrás con Alexa.-
-¿Y por qué habría de prometerte eso?- frunció el ceño -¿A ti qué te importa si salgo con ella o no?-
-Sólo no quiero que salgas con ella- ni siquiera yo sabía el porqué de mi petición.
-¿Celos?- preguntó tratando de provocarme, no le diría lo que quería escuchar.
-Sabes de sobra que no-
-Lo que yo sé es que te mueres de celos de que salga con Alexa pero no tienes el suficiente valor para decirlo- te está provocando Sofia, no caigas -¿Lo ves?- sonrió macabramente -Te gusto...- subió sus manos lentamente por mis brazos hasta mi cuello -Incluso sé que dices que soy linda- gracias Paulina
-N-No.-
-Por favor Sofia- me interrumpió con fastidio -Deja de hacerme perder el tiempo y deja de perder tu tiempo- forcejeé tratando de hacerme a un lado pero no logré ni moverme un centímetro.
-Dejaré de hacerte perder el tiempo hasta que me digas que no saldrás con Alexa- insistí, simplemente no quería que lo hiciera.
-¿Por qué Sofia?- grité molesta.
-Porque no quiero que salgas con ella.-
-¿Qué? ¿Ahora tú me dirás con quién salgo y con quién no?- dijo irónicamente. Realmente quería salir con Alexa.
-Así es- sonreí
-¡Ah! ¿Y se puede saber con quién sí puedo salir?-
-Con nadie- la acorralé aún más, pero esta vez puse mis manos sobre su cintura y sin darle tiempo a reclamarme algo uní nuestros labios. Por primera vez, se negaba a corresponderme. Uní nuestras frentes dejando de besarla y subí mi mano a su cuello. -No te creo en lo absoluto que quieras salir con ella- mentí. Tomó mi mano y la quitó.
-¿Tú qué crees Sofia? ¿Qué voy a seguir detrás de ti soportando tus rechazos? Ya lo intenté, ¡me gustas! Pero ya me cansé- Se dio la media vuelta y de nuevo intenté abrir su auto, esta vez no se lo impedí.