-Acéptalo te agrado- le susurre en el oído y después bese su mejilla
-Basta- dijo seria poniéndose de pie, tratando de liberarse de mi abrazo -Sabes bien lo que pienso de ti- rodee la banca para acercarme a ella.
-Y quiero cambiarlo...- le dije seriamente -¿No te das cuenta?-
-Lo que no entiendo- negó con la cabeza -¿Por qué conmigo? ¿Qué no puedes seguir a otra de las miles de chicas de aquí?- dijo con fastidio -Por enésima vez, aléjate de mí, búscate a otra y así las tres salimos ganando- paso su mano por su cien
-Me agradas. Si, si puedo seguir a cualquiera de las otras chicas de aquí pero... no quiero- le respondí sus preguntas.
-¿Por qué?-
-Porque cualquiera me diría que sí a la primera...- reí -Y dicen que lo que fácil viene fácil se va- acomode mi bolsa en mi hombro -Pero no te molestare más, como te dije hace rato ya fui suficientemente rechazada- hice un intento de sonrisa -Rompiste record Daccarett- suspire -¿Era para eso que querías verme?- que patética, yo esperaba que fuera para decirme que está enamorada de mí y quiere gritarlo a los cuatro vientos. Exagerada ¿no creen?
-No, no era para eso- dijo con un tono más suave -Era para...- comenzó a hablar pero al parecer se arrepintió -Para nada, olvídalo- saco sus llaves de su bolsa y tomo su mochila que estaba aún en la banca.
-Vamos dime- insistí antes de que comenzara a caminar
-No- volvió a negarse
-Necesitas mi ayuda...- alargue risueña y su mirada cayo hasta el piso
-Dime, no le diré a nadie que me pediste ayuda- reí y puso los ojos en blanco
-¿Podrías cuidar a Paulina por unas horas?-
-¿Que no era que no querías que se relacionara conmigo?- pregunte divertida
-Sabes olvídalo- dijo molesta y comenzó a caminar
-Hey Hey- camine detrás de ella y la tome del brazo -Renta un sentido del humor- le dije mientras la hacía voltear hacia mí -Claro que la cuido-
-G..Gra...-
-Si no lo quieres decir no lo digas, no es necesario- la interrumpí ante su dificultad para agradecerme.
-Tengo que ir a la tienda, tengo tres días de no ir y el que los cuidaba mientras yo no estoy hoy no podrá hacerlo, llegare cerca de las ocho ¿está bien?- asentí perdida en esos ojos chocolate. -Ten...- me entrego las llaves de la casa
-Entonces... nos vemos en un rato- se dio la media vuelta para caminar hacia su motocicleta.