Me puse un vestido negro ajustado con una falda que llegaba por la mitad de los muslos y con la espalda completamente descubierta. Me recogí el pelo en un moño medio deshecho que dejaba sueltos algunos mechones. Ethan fue a buscarme en un coche oscuro. Salí y cerré bien la puerta, cuando lo miré se había bajado del coche para abrirme la puerta del copiloto. Avancé hacia él y entré.
- No tienes que fingir hasta que lleguemos, ¿sabes? - cerró mi puerta y fue a su asiento dando la vuelta por delante. A diferencia de mí que iba de negro, como siempre, él llevaba una camisa blanca con pantalones claros.
- Es que si no allí me voy a bloquear con tanto público. - reí. Era adorable, estaba muy nervioso. No tardaríamos mucho en llegar, yo casi siempre iba caminando a las fiestas de esa casa. Le puse una mano en la rodilla.
- Ethan, tranquilo. Si esa chica es tan ciega como para no fijarse en ti, ella se lo pierde. - me miró y sonrió.
- Pues tú me rechazaste. - le di dos palmadas en la pierna antes de quitar la mano. Me apoyé en la puerta con el codo mirándolo provocativamente.
- Pero me fijé en ti, ¿o no?
- Touché. - nos reímos.Se bajó del coche dejándolo aparcado en la calle frente a la casa y me abrió la puerta ofreciéndome la mano para ayudarme a salir. Agarrados de la mano, entramos. Todo el que nos miraba no podía apartar la vista. Todos allí nos conocían, es decir, sabían quiénes éramos, y no podían evitar las caras de sorpresa. Si hubiera sabido que esto sería tan divertido lo habría hecho antes. Le tiré de la manga con la mano que no me estaba agarrando para que se agachara y me escuchara.
- ¿Ya la viste?
- Aún no. - dijo buscando entre la gente.Alguien sí nos había visto. Egan estaba en la pista con Alice bailando. No llevaba camiseta y tenía el cuerpo pintado de azul y verde. Tenía las manos en la cintura de la barbie manteniéndola muy pegada a él. No podía descifrar el significado de su mirada, solo sentí que algo en el estómago se me dio la vuelta.
- ¿Bailamos? - le dije a Ethan que miró en la misma dirección a la que yo estaba mirando. Entonces me soltó la mano, se quitó la camiseta y me agarró de la cintura en un movimiento brusco pegándome a él. Egan no dejaba escapar mis ojos con su mirada. Entonces la barbie malibú se dio la vuelta en sus brazos y yo la imité. Empezó a bajar por el pecho de Egan rozándose y moviéndose. Yo empecé a bajar a la misma vez que ella deslizándome por el torso de Ethan sin despegar mis ojos del chico frente a mí. Me rocé y me moví imitando cada uno de los movimientos de la barbie. Cuando ambas subimos me di la vuelta cortando el contacto visual.
- Nos está mirando. - dijo Ethan cuando llevé mis brazos a su cuello y le acaricié el lóbulo de la oreja izquierda con el pulgar.
- ¿Quién? - pregunté en un susurro apagado. Me sentía en trance.
- Ella. - miró mi boca y luego mis ojos pidiendo permiso.
- No te cortes, vaquero. - ladeó ligeramente la cabeza y encontró mi boca abierta para recibirle. Era agradable, pero perdida la chispa de la novedad carecía de...fuego. El beso fue largo y cuando acabó tuvimos que coger respiración.
- ¿Y bien? ¿Crees que ha funcionado?
- Funcionar, funcionó. Lo que deberías preguntar es en quién. - lo miré sin entender. - Ahora vuelvo.Se marchó con paso firme a la barra dejándome sola. Entonces unas manos pequeñas me agarraron por la cintura y con voz grave bastante mal fingida, dijo:
- Hola, preciosa, ¿bailas un lento? - me di la vuelta riendo para encontrarme con Irene que me ofrecía una copa. Brindamos y bebimos. - Así que al final te lo tiraste...¿tanto te gustó que buscas repetir?
- Nada de eso. Le estoy ayudando a darle celos a una chica.
Antes de que pudiera preguntarme más la agarré del brazo y la arrastré hasta el medio de la pista. Empezamos a movernos al ritmo de una canción caliente, muy pegadas la una a la otra. Las miradas de todos los hombres y las de alguna que otra mujer nos devoraban. Pegamos espalda con espalda y comenzabas a bajar. Mi mirada reparó en la barbie malibú. Estaba sola, sin rastro de Egan. Ethan se le acercó y la invitó a bailar. Le costó un poco, pero la convenció. Me quedé quieta observando. Empezaron a bailar. Ethan se pegaba mucho bajando la cabeza a su cuello. Estaban de lado así que pude notar que ella se estremeció. Él subió la cabeza y aprovechando que ella tenía los ojos cerrados la besó. Entonces apareció Egan en escena dejando caer dos vasos al suelo y arroyando a Ethan con su cuerpo como si fuera un toro: con la cabeza por delante y agarrándolo por la cintura. Lo tiró al suelo y empezó a pegarle rápido, seco, sin parar con la mirada encendida. Yo me quedé ahí congelada todavía mirando. Algunos chicos los separaron y Ethan pudo levantarse escupiendo sangre.
- Estás muerto. - gritó Egan mientras era sujetado por cuatro chicos. Ethan salió dando tumbos y yo lo seguí. Le agarré del brazo antes de que se subiera al coche haciendo que se diera la vuelta.
- Esto no ha sido por Alice, lo sabes ¿verdad?
- Anda, vamos a tu casa a curarte.Hice que se subiera a la parte del copiloto. Le saqué las llaves del bolsillo del pantalón y conduje en silencio hasta su casa. No sabía como interpretar lo que había pasado en la fiesta. Egan estaba dando demasiadas muestras públicas de que la chica fresas con nata le importaba. Algún día habría consecuencias.
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La mala del cuento
RomanceTodo el mundo conoce su historia, ya va siendo hora de que se conozca la mía. Porque yo no soy tan mala como ella dice... O tal vez sí.