If You're Over Me // muke

Eighteen

Solo quedan tres capítulos y el epílogo. Comenten y voten ❤️

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Luke miro a los lados, asegurándose que nadie estuviera en el auditorio. Satisfecho con no ver a ninguna persona en aquel lugar, encendió el micrófono y conecto su guitarra al pequeño amplificador que había traído consigo. Tenía otra presentación dentro de una semana, y ya no podía utilizar la misma excusa que la vez pasada, debía prepararse para enfrentar su pánico escénico.

Con la guitarra una vez conectada, el chico de ojos azules se sentó en la silla de madera en medio del escenario. Respiro profundamente, intentando recordar lo bien que le había ido cuando canto frente a Ashton y Calum en su habitación. Él podía hacerlo.

Los ojos del rubio se dirigieron a la partitura que se encontraba frente suyo, repasando una última vez los acordes y la letra. Aun no se había memorizado por completo la canción que escribió hace un mes. Hace un mes, un mes. Un mes había pasado desde que no había vuelto a hablar con Michael. Negó con la cabeza y intento concentrarse en los acordes que debía tocar, inclinándose un poco para ver mas de cerca la hoja de papel.

La cabeza de Luke giro a la derecha y luego a la izquierda, viendo lo grande que era aquel auditorio. Intento visualizar como se vería lleno de personas, personas que lo juzgarían o amarían su voz. Cerro los ojos, intentando imaginarse como se vería aquel lugar lleno de gente. Boto aire y empezó a mover su pie, creando un ritmo.

— Can't help but wondering if this is the last time that I'll see your face... —canto Luke en voz baja, parecido a un susurro. Aun se encontraba nervioso, pero mantuvo los ojos cerrados —. Is it tears or just the fucking rain? Wish I could say something.

Michael se asomo por la puerta del teatro, donde Calum le había dicho que encontraría a Luke. Se sentó en el asiento de la ultima fila, cerca de la entrada, y aprecio lo hermoso que el rubio se veía bajo los reflectores color amarillo. El mayor creyó que estaba viendo a un ángel. Si, Luke era definitivamente un ángel.

Luke sintió sus ojos picar, queriendo soltar lágrimas por sus ojos, pero los mantuvo cerrados y intento seguir concentrado en la letra.

— I remember the freckles on your back and the way that I used to make you laugh. Cause you know every morning I wake up. Yeah I still reach for you —canto el rubio un poco más alto, sintiéndose más confiado, pero aun sintiendo la picazón en sus ojos —. I remember the roses on your shirt when you told me this would never work. You know even when I say I've moved on. Yeah I still dream for you...

Los ojos verdes de Michael vieron como una lagrima se resbalaba por la mejilla del rubio y no pudo soportarlo más. Se puso de pie y camino, intentando no hacer ruido, hacia el escenario.

El chico de veintitrés años sabía que esa canción era para él, sabia que todas esas palabras habían salido de la cabeza de Luke por su culpa, por la culpa de ambos. Pero ahora estaba ahí, para intentar arreglarlo todo.

Los oídos del rubio escucharon unos pasos cerca suyo, pero igual siguió cantando. Debía acostumbrarse a sentir la presencia de las personas aun así no quisiera.

— I know you know I will never get over you —siguió cantando Luke el ultimo verso, mientras sus dedos se movían por las cuerdas de la guitarra y mas lagrimas bajaban por su mejilla — No matter where I go, I'm always gonna want you back.

—Yo también te quiero de vuelta Luke —susurro Michael cerca del oído del rubio, haciendo que este abriera los ojos sorprendido y asustado.

La guitarra de Luke fue apoyada en la pequeña silla, dejándolo a él bajar de esta y poniéndose de pie. Dio unos pasos un poco mas lejos de Michael y vio su cabello ahora teñido de negro. Pensó que le quedaba demasiado bien, a decir verdad, a Michael le quedaba todo bien.

De la boca del menor no salían palabras, solo lagrimas involuntarias bajaban de sus ojos. Los brazos del teñido lo rodearon y Luke escondió su cabeza en el cuello de Michael dejando salir por completo el llanto.

A Michael no le gustaba ver a personas llorar, pero a Michael no le importaba ser quien consolara a Luke cuando lloraba. No le molestaba para nada que el menor llore frecuentemente, solo le molestaba cuando él era el causante de aquellas lágrimas.

La diferencia de altura hacia que el chico de veintitrés años tuviera que ponerse en puntas para dejar al rubio llorar en su hombro, pero no le molestaba.

Luke aspiraba el aroma de Michael intentando calmarse. Lo había extrañado demasiado. En este tiempo separados había descubierto lo mucho que queria a Michael, extraño cada pequeño detalle del teñido, todo. Se aferro a la espalda del mayor, ya más calmado, e intentando regular su respiración.

—N-No me vuelvas a dejar —pidió Luke aun respirando entrecortadamente. Michael dejo caricias en su espalda y beso su hombro repetidas veces.

—Nunca mas cielo —le respondió Michael, agarrando el mentón del menor intentando sacarlo de su escondite para poder ver los ojos azules que tanto había extrañado —. Te quiero Luke.

Los ojos verdes de Michael miraban directamente al chico de veintiún años, este le devolvió la mirada. Luke hizo desaparecer el pequeño espacio que separaba sus labios, besándolo dulcemente. La lengua del mayor paso por su labios inferior, saboreando el brillo labial, que tanto había extrañado. No era el brillo de labios exactamente, eran los labios de Luke con brillo de labios. Eso lo volvía loco.

Los labios del chico con piercing en estos se separaron, dejando un hilo de saliva entre ambos labios. Dirigió su mirada a lo rojo que encontraban los labios del teñido y sonrió. Dios, había extrañado esos rojos y adictivos labios.

—Yo también te quiero Mike.