;; nct one shoots.

[029];; Nakamoto Yuta.

"-Sunshine".

Tras la muerte de su esposa Haruka, el pobre japonés de encontraba solo desde que confronto la muerte de Haruka.  Sus veintisiete años estaba pensando rápido, sus amigos lo ayudaban a conseguir citas con cualquier chica de su alcance.

Pero, ¿Porque no se había fijado en su nueva vecina? Quien desde hace años esta loca por el desde que estaba Haruka viva. Ella lo encontraba irresistible, pero nunca se sobrepasó con el, solo escondió sus sentimientos.

El correo acababa de pasar, ____ quien se encontraba emocionada por la nueva carta de sus padres traída desde Alemania, encontró afuera el correo de su vecino, yuta. Su corazón empezó a latir tan rápido, era como estar enamorada a los dieciocho pero ella tenía veintiséis.

Es como tener una batalla con tu subconsciente.

– ¿Le llevo el correo? ¿Sí o no‽– miró a su pequeño perro quien salió corriendo del cuarto.– ¿Creo que es un si?

"Okay, ____ solo tienes que darle el correo y listo"

En un cerrar y ojos, ya se encontraba tocándole la puerta a yuta.

El japonés se encontraba adormilado, probablemente se había quedado viendo un anime, ayer en la noche el dolor de su cuello, no era bueno dormir en el sofá y ¿¡A quien se le ocurre a alguien tocar la puerta a las diez de la mañana!?.

– Que rayos, ¿Quieres?– Yuta no había visto quien estaba al frente de el, hasta que una voz femenina lo detuvo a ver quién era.

– Ahm, lo siento solo vine a traerte el correo, lo dejaron en mi casa – ____, miró muy apenada, con dirección al suelo. Yuta quien se encontró observándola por ratos, la encontró encantadora.

– ¡Oh Dios! No te disculpes, discúlpame tú a mí – dijo yuta tratando de encontrar la mirada de su vecina– Gracias por traerme el correo, te lo debo.

– No te preocupes – dijo ella alzando su cabeza. ¡Por fin! Yuta podía ver el color de sus ojos.

– ¡Oh! No me presenté Soy Yuta– dijo alzando su mano para que ____ la estrechará.

– Soy ____- dijo ella estrechando su mano, haciendo contacto con sus ojos. Un gran rato, las mejillas de ____ se tornaban en rojo.– Debo irme.

– Yo.. igual– el miró el piso apenado.

La chica camino un poco para llegar a su casa hasta que un voz la detuvo.

– ¿Te gustaría salir conmigo, mañana?– dijo el mirando a la chica.

– Me encantaria– sonrió.

– Mañana a las siete, te paso a buscar– dijo el sonriendo entre dientes.