08/01/1900

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Diario de Pablo Gómez 


8 de enero, 1900

Los últimos días han sido difíciles. Debo comportarme como un padre ante los demás. Me encargo de comprar la comida y de buscar un lugar para dormir en la noche. Estoy utilizando el dinero que tomé de Andrew, pero dudo que logremos sobrevivir por mucho tiempo con eso (gracias al precio del hospedaje y la comida) por lo que intentaré conseguir un trabajo bajo el nombre de Pablo Gómez, de 17 años de edad. Supongo que, si digo que soy más grande, tendré más oportunidades de conseguir un empleo. Definitivamente la madurez mental la poseo, por lo que no creo que me tomen como un niño ignorante.

El día de nuestra partida tomamos un tren hacia un pueblo cercano, llamado Navarro, y hemos estado hospedados en un hostal desde ese entonces.

Mis hermanos aún no entienden mucho la situación, pero creo que disfrutan del aire libre.

Azul se ve algo afectada, aunque no comprendo muy bien por qué. Tal vez sea la abstinencia por las drogas, o tal vez es simplemente el cambio de ambiente. Tiene una extraña relación con los animales, en especial los pájaros pequeños y los insectos voladores, es como si se lograran entender o comunicar. Andrew no había mencionado eso nunca, es nuevo para mí.

Negro ha intentado asesinar a varios animales y personas abalanzándoseles, pero yo y Azul nos ocupamos de evitar que llegue a mayores tomándolo del brazo. Poco a poco va entendiendo que no es lo correcto, supongo.

Marrón es definitivamente el que menos encaja en la sociedad. Aún no sabe caminar erguido, por lo que cuando salimos en público debe apoyarse en mi o negro para pasar desapercibido. Cuando ve algún perro en la calle se asusta y lloriquea. No lo culpo, imagino que tiene latentes los recuerdos de su infancia con los perros antes de asesinarlos. Definitivamente le tocó la peor parte a él.

Yo me encargo de proteger a mis compañeros únicamente. Y también de pensar. He reflexionado mucho sobre la decisión tomada con Morado, y creo que es la correcta. Si lo dejábamos vivir, probablemente se convertiría en un secuaz más de Andrew, que es lo que menos necesitamos en este momento. Temo que él nos esté buscando, que pueda aparecer en cualquier momento.

Deberé resignarme a vivir con esa angustia por un tiempo.

Lengua equisdeWhere stories live. Discover now