CINCO

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Conté los pasos hasta llegar a la oficina de la directora, hoy en el receso ella fue personalmente a buscarme para pedir hablar conmigo más tarde y por su tono de voz, ya tenía en mente de que se trataba.

-Pase- escuché cuando di dos golpes a la puerta- Buenas tardes Roseanne, tome asiento-

Hice lo que me pidió bajo la atenta mirada de Lisa, que se encontraba en una silla a lado, con su mirada en un punto fijo en el escritorio.

Supongo que no era una broma esto del favoritismo.

-¿Y bien?- juntó las manos esperando a que hable- ¿Tiene que decirme algo, Roseanne?-

-No lo creo, Directora Hwan-

-¿Puede imaginarse por qué razón está aquí?-

-No...- respondí de inmediato- y tampoco me gustaría saberlo- susurré cuando ella bajó la mirada y pude notar como Lisa cubría su boca, ¿Cómo podía reirse en un momento como éste?-

-Roseanne... ¿Qué fue lo que pasó con la señorita Lisa?-

-Nada que no esté resuelto- traté de sonar tranquila-

-¿Es cierto que hubo un enfrentamiento ayer por la tarde?- preguntó y por su tono de voz sabía que le estaba empezando a molestar mis respuestas-

-Yo no lo llamaría un enfrentamiento, directora- respondí con firmeza- La señorita y yo solo tuvimos un intercambio de opiniones-

-Eso no fue lo que escuché- dijo y yo desvié mi vista hacia Lisa, pero ella solo me dio una mirada confusa- Yo ya sé cómo sucedieron las cosas-

-Entonces si usted ya sabe todo, no entiendo porque me lo pregunta de nuevo- escuché una pequeña risa a mi lado, pero esta vez no giré a verla-

-Puedes regresar a tu aula Lisa- le pidió amablemente y vi de reojo como ella se puso de pie sin ocultar su aburrimiento-

-Estoy de acuerdo con ella- se detuvo cerca a la puerta y giró apuntándome mientras miraba fijamente a la directora. ¿A qué se refería?- No pasó nada, no tiene porque armar tanto lío-

Solo eso, luego salió y cerró la puerta ¿Estaba a mi favor o yo estaba entendiendo mal?

-Por su respuesta de hace un momento, ella está actuando de ese modo-

-No es a causa de mi respuesta, y usted lo sabe perfectamente- respondí viéndola fijamente-

-No me gusta para nada la actitud que está teniendo Roseanne-

-Con todo respeto Directora Hwan, no entiendo que quería provocar al llamarme la atención delante de una alumna- dije y me vio sorprendida- ¿Se puso a pensar que esto puede dejarme sin autoridad frente a ella?-

-¿Yo tengo la culpa que usted haya discutido hoy delante de todas?-

-No, pero tampoco es culpa mía-

-¿Entonces como explica el alboroto de ayer?-

-Como le dije, nosotras solo intercambiamos opiniones-

-¿La amenazó con decírcelo a sus padres?- se tocó el pecho dramáticamente- Para llegar a ese extremo, no creo que fuese un simple intercambio de opiniones-

-¿Dónde está el problema?- pregunté sin dejar de mirarla, no iba a quedarme callada- No es así como funciona el sistema en este internado-

-No con todas las alumnas, Roseanne-

-El 90% de quejas en los informes de años anteriores es acerca de un grupo en específico donde ella está incluída, ¿y usted me pide que la excluya simplemente porque tienen miedo a sus padres?-

-No me hable en ese tono- me detuvo con poca paciencia- Usted está aquí para cumplir órdenes, no para quedar como una héroe-

-¿Cuál es su punto?- 

-Mi institución no hace tanto alboroto por algo tan insignificante ¿Cómo crees que se sentiría el Sr. Manoban si yo le hago perder tiempo por este motivo?-

-No creo que se niegue, es por el bien de su hija-

-No Roseanne, aquí, en los problemas que surjan, yo seré la única encargada de arreglarlo ¿Queda claro?- tenía la ligera sospecha del porque habían renunciado las anteriores, no era por culpa de Lisa o de su padre, es más, me daba la impresión que ellos no sabían nada acerca de esto-

-¿Quiere decir que tengo que aguantar todas las faltas de respeto de esas alumnas, simplemente por que a usted no le da la gana de escuchar nuestra versión de los hechos?-

-Lo que trato de decir es que deje las cosas como están y se dedique a hacer su trabajo-

-Mi trabajo es mantener a las alumnas en orden- respondí cansada-

-No necesito enfrentamientos tontos, si cualquier reemplazo no puede cumplir su trabajo o le parece mucho, es libre de irse cuando quiera-

-Entonces siempre será culpa de otros, antes, que de sus alumnas-

-Ya va entendiendo lo que digo-

-No se está explicando correctamente- negué sin dar crédito a lo que escuchaba-

-¿Qué parte no entiende, Roseanne?-

-Está contradiciéndose en todo lo que me dijo-

-¿Entonces ahora si estoy siendo lo suficientemente clara? ¿Ya logró entender cómo funciona el internado o tengo que explicárselo cada vez que yo decida cambiar alguna regla?-

-No puedo creer todo esto- dije sonriendo sin ganas-

-Escuche con atención. Su padre es un gran amigo mío que nos ayudó cuando más lo necesitábamos- dijo sacando sus lentes y limpiándolos- La razón que te haya aceptado aquí es porque él me lo pidió como un favor ya que nadie más quería hacerlo-

-Sé perfectamente como llegué aquí, no necesita repetírmelo- mentí tratando de tranquilizarme-

-Si fuera por mí Roseanne, no estarías trabajando aquí, ¿Te imaginas la reputación que tendríamos si alguién se entera de tu presencia?- apreté las manos con fuerza- Pero tengo que hacerlo para pagar el favor a su padre, deberías agradecerle que te esté ayudando-

-No sabe nada de lo que sucede realmente-

-No necesito saberlo y tampoco me interesa si le soy sincera- respondió sonriente- Solo haz lo que te ordeno si no quieres que rompa la promesa de mantenerte un mes aquí- me quedé en silencio y la miré con sorpresa... solo iba a quedarme un mes, mi padre me había mentido, otra vez me hizo creer algo que no era, estúpidos todos, tenía ganas de borrar su sonrisa ahora mismo-

-No renunciaré si eso es lo que espera, no le daré motivos para que me despida antes de tiempo- me puse de pie y salí sin detenerme-

Caminé viendo mis pies mientras trataba de retener mis lágrimas sin éxito, estaba molesta y mi llanto era de impotencia, no podía hacer nada, me sentía atada y sin saber que hacer.

No entendía porque le había dicho que no iba a renunciar... ni tenía un contrato firmado, simplemente estaba aquí por mi padre y si él decidía, yo volvería a vivir bajo sus órdenes.

Cerré la puerta de mi habitación con fuerza y me acosté mirando al techo ¿Ahora dónde iría? ¿Sería una posibilidad escaparme y no volver más? Estaba segura que el sueldo de un mes me alcanzaría para vivir en otro lugar, pero... ¿Qué haría cuando se acabe el dinero? ¿Quién me aseguraba que iba a encontrar un nuevo trabajo?

Lo peor sería regresar pidiendo a mi padre que me acepte otra vez en su casa, todos tendrían un nuevo motivo para burlarse de mí.

Cubrí mi rostro con frustración y ahogué un grito, ¿Por qué no me mandas una señal mamá? ¿Por qué no me ayudas a salir de todo esto? Prometiste que nunca ibas a abandonarme...

Under my SkynDonde viven las historias. Descúbrelo ahora