VEINTISÉIS

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En este momento recordaba cada instante que pasé junto a Lisa...

Nuestro primer beso, los regalos y sorpresas que me alegraban cada día, las sonrisas de emoción que compartimos cuando le pedí que formalizáramos nuestra relación, los nervios cuando me presentó con sus padres y la felicidad cuando tomamos la decisión de mudarnos a otro lugar a vivir juntas... todo pasaba en cámara lenta, como si tuviese una película frente a mis ojos.

No me arrepentía de nada, dejar de lado el "miedo" me convirtió en la persona más feliz y afortunada del mundo, Lisa aceptó estar conmigo en las buenas y en las malas, y ese detalle me hizo tomar la decisión más importante en mi vida

Me encontraba con una sonrisa de pie frente al mar como espectador principal, el viento rozando las flores que nos rodeaban, la música de fondo, mientras observaba caminar a Lisa lentamente con una sonrisa y algunas lágrimas en su rostro... era en este momento cuando sentía toda la emoción y felicidad desbordando por todo mi cuerpo...

Ahora con el rostro lleno de lágrimas me daba cuenta que nunca iba a arrepentirme de la decisión que había tomado.

Suspiré con fuerza al sentir temblar mis manos, estaba nerviosa, pero también me sentía muy felíz, finalmente todo esto se haría realidad.

Hace dos semanas cumplimos siete años de estar juntas y hoy después de seis meses de proponerle matrimonio, al fin daríamos el sí, oficialmente.

El padre de Lisa llegó junto a ella y al fin pude soltar el aire que estaba deteniendo, estaba nerviosa, por supuesto que lo estaba, pero ahora con ella a mi lado mi corazón volvía a latir de alegría.

-Cuídala mucho, Rosé- susurró el Sr. Manoban abrazándome- Lo único que te pido es que ames y cuides a mi pequeña Lisa por sobre todas las cosas, ¿Lo prometes?-

-Sí, Sr. Manoban...- lo abracé con más fuerza, él fue nuestro más grande apoyo en toda nuestra relación, quería demasiado a Lisa, era un excelente padre- Lo prometo-

Se alejó de mi con una sonrisa y abrazó a Lisa para luego regresar junto a su esposa, los dos hacían una excelente pareja, tenían un matrimonio de más de 20 años, la madre de Lisa era muy encantadora y le agradecí mucho por el recibimiento que me dio en su familia.

Sentí la mano de Lisa entralazarse con la mía y sonreí de inmediato girando para encontrar su mirada, estaba hermosa... demasiado, no había palabras para describir lo perfecta que la encontraba en estos momentos.

-Te amo- leí sus labios y presioné su mano respondiendo de la misma manera sin dejar de sonreir-

Giramos al mismo tiempo cuando escuchamos que darían inicio a nuestra boda.

Lo único que escuchaba ahora eran los sonidos de mi corazón, latía con mucha fuerza, creía que iba a salir de mi pecho en cualquier momento... estaba llorando, sentía mis lágrimas caer por mi rostro, estar con la persona que amas y que ésta te corresponda con la misma intensidad, era la mejor sensación del mundo.

Sentí las caricias de Lisa en mi mano y suspiré con la emoción a flor de piel, sentía la misma tranquilidad que me daba desde el principio...

-Lisa...- giré tomando sus manos, era el momento de los votos- Yo Roseanne, prometo amarte cada día de mi vida y jamás dejarte sola, prometo que siempre estaré contigo ante cualquier problema que surja, eres la persona con la que quiero pasar el resto de mi vida... te amo demasiado Lisa- tomé aire profundamente y acomodé el anillo en su dedo, le quedaba perfecto, como todo en ella-

-Rosé... desde que te vi por primera vez, sentí que eras la persona con la cuál compartiría cada instante de mi vida- sus ojos brillaban, no podía alejar mi mirada de ella- Me siento muy feliz por haber sido tan insistente cuando te conocí- sonrió acariciando mis manos, yo le agradecía cada día por haberlo hecho- Y me siento muy afortunada porque me hayas elegido... prometo que voy a amarte cada segundo de mi vida, y que voy a cuidarte y acompañarte cada vez que tengas un día malo, quiero ser quien te haga reir, y estar a tu lado cada vez que necesites un hombro donde llorar... eres muy importante en mi vida, Rosé; y me siento muy feliz por estar ahora aquí contigo, te amo ahora y siempre- deslizó el anillo en mi dedo sin dejar de sonreir, ¿Podía ser más perfecta? Lisa aun conservaba el don de dejarme sin palabras-

Under my SkynDonde viven las historias. Descúbrelo ahora