Under my Skyn

VEINTICINCO

No tardé mucho en encontrar a Lisa porque sabía que se encontraba en el mismo sitio de aquella vez cuando nos besamos.

Caminé tratando de no hacer ruído, ella se encontraba sentada con su cabeza apoyada en sus rodillas, tomé una respiración profunda y sostuve con fuerza la pequeña piedra en forma de corazón que ella me había regalado hace unos días, no pude tirarla porque me pareció muy tierno que lo haya buscado sólo para dármelo.

Me senté a su lado y escuché que estaba llorando, que idiota me sentía ahora mismo.

-¿Lisa?- pregunté y ella levantó la cabeza rápidamente mirándome con sorpresa, tenía los ojos rojos y esa imagen hizo que mi corazón doliera demasiado- Yo...-

-Vete- exclamó volviendo a su posición inicial, limpiando su rostro- No quiero tu compasión-

-No vine por eso-

- No me interesa, quiero que te vayas. No quiero verte nunca!-

-Me quedaré aquí hasta que quieras hablar conmigo-

-No puedes hacer lo que te de la gana- exclamó girando con molestia-

-Recuerdo que tú también lo hacías-

-Te dije que puedes estar tranquila, no volveré a acercarme-

-Pero no quiero que...-

-Ya lo dejaste claro, no tienes que repetirlo otra vez- me detuvo mirándome fijamente- Ya sé que no quieres que te moleste, ni que me acerque a tí, me quedó claro... Ahora regresa por donde viniste-

-No es eso lo que quiero decirte, Lisa-

-¿Sabes una cosa?- preguntó tensando la mandíbula- Eres una cobarde y una idiota- suspiré desviando la mirada-

-Hablemos...-

-No quiero hablar contigo, solo déjame sola, ¡vete de aquí!-

-Pero hace unos minutos querías hablar conmigo-

-Ya te dije que puedes estar tranquila, no volveré a acercarme, no pienso volver a hablarte nunca!-

-Pero eso no va a ser posible, estudias aquí y yo trab...-

-Llamaré a mi padre, puedes estar tranquila- me interrumpió aún con molestia en su voz- Me iré a Tailandia, estudiaré allí y ya no volverás a verme, podrás vivir tranquila con todas tus posibilidades-

- ¿Estás pensando en irte?-

-Déjame sola ¿quieres?- giró, no sin antes regalarme una mirada dura al coincidir con mis ojos-

-¿De verdad vas a hablar con tu padre para que te lleve a Tailandia?-

-Eres una completa imbécil- respondió levantándose y empezó a caminar lejos de mi- ¿Y si es así? ¿Qué más te da a tí?-

-No quiero dejarte ir... no pienso hacerlo-

-Guarda tus palabras, no trates de usarlas para quedar bien con la directora-

-¡Lisa!- exclamé con fuerza, no quería que se vaya- No me dejes...- susurré y ella se detuvo girando rápidamente-

-¿Qué?- preguntó y yo me mantuve con la vista en el suelo, estaba nerviosa por haber dicho eso, pero no iba a arrepentirme, así es que tomé una respiración profunda y decidí no retroceder en mi decisión-