Under my Skyn

VEINTE

-Espero que te guste- levanté la vista para encontrarme con la de Lisa, ella estaba frente al escritorio con unos lirios en sus manos-

-¿Qué dijimos sobre hablar correctamente?-

-Se siente extraño tratarte de usted después de lo sucedido- bajó la mirada avergonzada y agradecí que lo hiciera ya que me puse tensa con lo que dijo-

-Continúa tratándome de "usted" Lisa, eso no está en discusión-

-¿No quiere que le busque un nombre?-

-Ya tengo uno, por si no te diste cuenta-

-Ya lo sé- sonrió con timidez- Pero me gustaría llamarle con un nombre diferente a lo que suelen hacerlo tu padre o ese chico al que no le aceptó las flores- sabía que me había visto hablando con Jimin cuando éste vino a visitarme otra vez-

-No puedes simplemente inventarte un nombre-

-¿Puedo decirle uno ahora para ver que le parece?-

-No... y ya basta con ese tema ¿Quieres?- respondí con cansancio-

-Estaba pensando decirle Rosé a partir de ahora- dijo con gesto alegre- ya sé que le encantan las flores porque ayer en el museo no dejaba de ver esas pinturas francesas, además, creo que ese nombre le queda perfectamente, ¿No lo cree? ¿Le gustaría que la llame así a partir de ahora?-

-No!- exclamé asustándola, esto se estaba saliendo de control- No quiero ningún nombre nuevo y mucho menos que dejes de tratarme de usted-

-Pero... Rosé es lindo-

-Lisa, vuelve a tu aula, por favor- pedí soltando un suspiro-

-Le traje estos lirios naranjas- extendió las flores con una sonrisa- ¿Sabes que significado tienen?- preguntó esperando una respuesta, por supuesto que lo sabía y parecía un detalle hermoso, pero no podía aceptarlos- El lirio naranja es para animar a alguien, y como hoy la noto un poco triste, pensé que...-

-No me gustan los lirios- la interrumpí sin mirarla- Ahora ve a clases y llévate todo, por favor- se quedó en silencio, pero yo no levanté la vista en ningún momento-

-Rosé...-

-No me llames de ese modo, Lisa- esta vez la miré fijamente- Y ya deja esta tontería de juego ¿quieres?-

-Ayer soñé contigo- siguió hablando provocando que cierre los ojos con cansancio- Te entregaba unas flores justo como ahora, pero tu reacción era diferente-

-¿Escuchas cuando te hablo?-

-Escucho cada palabra de ti, Rosé- se sentó en la silla frente a mí, al parecer a partir de ahora ya tenía que olvidarme de "Roseanne"- Y también me fijo en las cosas que te gustan... por lo tanto sé que a tí no te desagradan las flores-

-No puedo creer esto- me puse de pie y salí de mi oficina cuando escuché el cambio de hora, no podía soportar su mirada más tiempo- No me sigas, Lisa- susurré mirando hacia atrás, ella ya no tenía las flores, supongo que lo había dejado en mi oficina-

-Entonces no camines y habla conmigo-

-Vuelve a tu aula, ya están todos dentro-

-Me iré solo si me dices que te gustó mi regalo- se puso a mi lado sonriendo otra vez-

-¿Pero tú no te das cuenta de cómo estás comportándote y cómo esto me afectaría si alguién nos ve o te escucha? ¿Puedes dejar de pensar solo en tí por una vez?- me miró con arrepentimiento-